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Gil Lavedra le pidió a Becerra que
investigue los dichos de Lifchitz

El ex secretario �y ex policía� del juzgado de Galeano denunció que se habrían cometido serias irregularidades en la investigación de la causa AMIA. El ministro de Justicia pidió al procurador que inicie una causa de oficio por la gravedad de las acusaciones. 

Ministro Gil Lavedra y presidente Fernando de la Rúa, ayer, en un acto en la Casa de Gobierno. 


Por Raúl Kollmann

t.gif (862 bytes) El ministro de Justicia, Ricardo Gil Lavedra, le pidió ayer al procurador general de la nación, Nicolás Becerra, que ponga en marcha una investigación sobre lo manifestado por Claudio Lifchitz, el ex prosecretario del juez Juan José Galeano en la investigación de la causa AMIA. Lifchitz fue durísimo: no sólo acusó a la SIDE de encubrir el atentado y sustraer pruebas sino que le imputó al juez el armado de testimonios y el �apriete� a testigos en las semanas previas a los aniversarios del atentado o cuando se disponía a redactar una resolución judicial. Página/12 verificó que varias de las acusaciones puntuales de Lifchitz se corroboran en el expediente, aunque .-como siempre sucede en el caso AMIA.- es imposible darse cuenta si las pistas no investigadas o tapadas eran fundamentales. Por de pronto, ahora seguramente el ex prosecretario irá a declarar ante un nuevo juez que investigará la conducta de Galeano.
Gil Lavedra abordó el caso ante la evidencia de que las declaraciones de Lifchitz constituían un escándalo judicial. Ningún fiscal había tomado la iniciativa y el ministro le envió una carta al procurador Nicolás Becerra para advertirle que �de ser veraces, estas manifestaciones son de extrema gravedad�.
El ex prosecretario dialogó con Página/12 y ratificó sus dichos:
�Hubo un evidente ocultamiento de pruebas por parte de la SIDE. El caso más obvio fue una investigación sobre el Hotel de las Américas: la SIDE se llevó cajas de documentos y nunca los aportó en la causa. Allí estaba viviendo un sospechoso iraní. 
�El juez federal Jorge Santamarina intervino teléfonos y estaba realizando una pesquisa relacionada con células islámicas dormidas. En ese marco estaba tras los pasos de un hombre llamado Khalil Ghatea, que pretendió salir del país con un pasaporte falso. Según señaló Lifchitz, en la causa falta un casete de escuchas telefónicas en el que se intercepta un diálogo entre Ghatea y el agregado cultural iraní, Moshen Rabbani. Además, se esfumó un rollo de fotos y aparece en una causa conexa �o sea que se trató de ocultar� un informe de la SIDE realizado antes del atentado señalando que Ghatea era un fundamentalista.
�Respecto del sospechoso Alberto Kanoore Edul me encontré con que no le estaban interviniendo el teléfono y que un hermano del ex presidente Menem, Munir, intercedió por él.� 
Lifchitz �un ex abogado de la Policía Federal que después fue sumado al juzgado� está escribiendo un libro y le entregó un extenso informe sobre las irregularidades de Galeano a la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Investigación de los atentados. Tal vez lo fundamental es que señala que �Galeano no tenía el menor interés en investigar. Felicitó a la SIDE cuando las maniobras que se hicieron fueron escandalosas y realmente no le importó nada la causa�. 
El próximo paso seguramente será que Becerra va a ordenar a un fiscal que intervenga y Lifchitz tendrá que darles estado judicial a sus denuncias. Otro magistrado investigará entonces la conducta de Galeano. 

 


 

LA CAUSA CONTRA CLAUDIA BELLO POR EL Y2K
Un empresario fantasma excarcelado

La jueza federal María Servini de Cubría concedió la excarcelación al empresario Carlos Solimei, detenido el lunes en la causa por las medidas adoptadas para prevenir el llamado �Efecto 2000�, en la que también aparece imputada la ex secretaria de la Función Pública, Claudia Bello. La ex funcionaria aseguró ayer que �la ley permite adjudicar en forma directa, siempre y cuando uno cumpla con determinados pasos legales, y se cumplió con todos esos pasos legales�, además negó conocer al empresario. 
En la denuncia de la Oficina Anticorrupción (OA), formulada tras la revelación del caso por Página/12, Solimei aparecería como quien �cobró los retornos�, en más de dos docenas de cheques por un total de tres millones de pesos. Servini de Cubría investiga si se cometieron delitos en perjuicio del Estado mediante la firma de un contrato por ocho millones de pesos celebrado entre la dependencia que tenía Bello a su cargo y la empresa Lautrec Publicidad para la confección de 300.000 cajas con folletería, en las que se advertía sobre los eventuales peligros del �Efecto Y2K (2000)� en las computadoras. 
En declaraciones a Radio América, Bello pidió �que este señor (Solimei) le explique a la Justicia por qué le pagó Lautrec�, y se preguntó �¿qué tiene que ver el año 2000 con esto?�. La ex funcionaria reiteró su argumento de que la contratación directa se hizo porque �quedaba muy poco plazo para llegar al año 2000, estábamos en octubre, no había tiempo de hacer una licitación�. También se quejó de la actitud de la SIGEN sobre el precio testigo al señalar que �tendrían que habérmelo comunicado antes, cómo van a comunicarlo cuando ya está la contratación hecha� y culminó casi gritando: �¡Se volvieron locos!�.

 

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