Por Nora Veiras
El ajuste del presupuesto educativo sumado a la �escasa inversión� que promete el proyecto de Pacto Federal II, elaborado por el ministro Juan José Llach, provocó �la preocupación� de sus pares de las catorce provincias gobernadas por el justicialismo. �La preocupación� derivó en sendos pedidos de entrevistas con los bloques de diputados y senadores del PJ que se realizarán hoy. �En los seis primeros meses, el gobierno nacional apenas giró a las provincias el 12 por ciento de las partidas previstas para programas compensatorios en educación�, dijo a Página/12 la diputada justicialista Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidenta de la Comisión de Educación. La polémica en torno del financiamiento derivó en la postergación del plenario del Consejo Federal de ministros de todo el país y está demorando la asistencia de Llach a la Comisión de Educación de Diputados.
El trabajo sobre la ejecución presupuestaria, elaborado por el equipo de la legisladora santacruceña, fue analizado por el plenario de ministros de Educación peronistas y sirvió para precisar los motivos de las quejas y desconfianza de la oposición. �La Ley de Presupuesto que votamos nosotros preveía 64 millones de pesos en acciones compensatorias. Con los sucesivos ajustes ese monto se redujo a 26,5 millones de pesos. Los 93 millones previstos para infraestructura y equipamiento escolar se convirtieron en 79 millones, mientras que los servicios centrales, es decir los gastos burocráticos en contratos y funcionamiento, crecieron de 50 millones a 64 millones de pesos�, detalló Kirchner y estimó que �el ministro hace lo contrario de lo que dice: en lugar de achicar el gasto burocrático lo agranda y les saca plata a los programas destinados a las escuelas más pobres. Esto se comprueba en que apenas se ejecutó el 11,98 por ciento de las transferencias a las provincias para los planes compensatorios mientras que para las actividades centrales del ministerio se ejecutó el 45,41 por ciento�.
El recorte de 70 millones de pesos que realizó Educación se tradujo en esos ajustes y reasignaciones de partidas. Pero, el mayor problema para las provincias es la baja ejecución presupuestaria. En buen romance, que la Nación no gira ni siquiera los montos recortados. Más allá del reclamo de las jurisdicciones opositoras, en el Palacio Sarmiento comentan en voz baja que Economía está subejecutando el presupuesto de Educación y Llach prefiere no confrontar porque necesita el apoyo de los �Machi Boys� para negociar créditos externos con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la única fuente de recursos que puede manejar el ministro para seducir a sus pares del interior del país y sacar a flote el polémico Pacto Federal Educativo II.
En la Casa de la Provincia de Buenos Aires, los ministros peronistas de Córdoba, La Pampa, San Luis, Formosa, Tierra del Fuego, Salta y Buenos Aires, entre otros, firmaron una declaración en la que manifiestan su �preocupación� porque el incumplimiento de los fondos previstos �se refleja en la ausencia de acciones compensatorias, entrega de libros, material didáctico, fondos para infraestructura y equipamiento y en la disminución de las actividades de capacitación docente, lo cual puede tener efecto en la calidad de la educación y el rendimiento de los alumnos�. Además advierten que coinciden con la necesidad de firmar un Pacto Federal II siempre que cuente con �recursos genuinos, única forma de asegurar su implementación real� y consideran que la propuesta de Llach �no cubre las demandas de financiamiento para hacer efectiva la concreción del mismo y tiene condicionalidades que afectan las autonomías provinciales�.
El director de Escuelas bonaerense, José Octavio Bordón, dijo a Página/12 que la creación del Fondo Sarmiento �incluyendo los 660 millones del Fondo de Incentivo Docente no es correcta porque esos fondos ya están� y consideró que �la propuesta de 400 millones de pesos por año con una contrapartida equivalente por parte de las provincias es insuficiente�. Kirchner señaló que �antes que hablar del nuevo pacto tenemos que decir qué va a pasar con la deuda de 800 millones de pesos que tiene la Nación sobre el compromiso de los 3000 millones del pacto anterior� y consideró que �no se puede incluir el incentivo docente porque está regulado por una ley aparte y tampoco se pueden incorporar cuestiones laborales como atar incentivos salariales a la evaluación. El financiamiento es central porque si esto no está garantizado lo demás es onanismo puro�.
Llach quiere firmar el Pacto Federal II el 11 de setiembre, Día del Maestro, pero no parece una misión sencilla. El plenario de ministros previsto para hoy se postergó para la semana próxima y anoche se rumoreaba que podría posponerse una vez más. Después de la discusión en el Consejo Federal, el Pacto tiene que ser aprobado por el Congreso puesto que compromete recursos de la Nación y las provincias.
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