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HICIERON ESTALLAR 100 KILOS DE EXPLOSIVOS DE LA ETA
Un coche para volar por los aires

Dentro de su incesante escalada militar, la ETA dejó en Aragón un auto cargado de explosivos que la Guardia Civil hizo estallar ayer.

La temporada de guerra de la ETA recrudeció con los atentados de la última semana.


El País de Madrid
Por Concha Monserrat
Desde Zaragoza

t.gif (862 bytes) Cien kilos de explosivos, probablemente cloratita, contenía el Renault 19 con matriculas dobladas �falsificadas� de Barcelona B. 2159-OH- que ayer a las once menos diez de la mañana volaba por los aires en una explosión controlada por la Guardia Civil en el Kilómetro 52 de la carretera en el término oscense de Benabarre, en la región de Aragón. El coche blanco llevaba en su interior 100 kilos de material explosivo, según confirmaba una nota oficial de la Subdelegación del Gobierno en Huesca. Una explosión sorda que se escuchó a cinco kilómetros de distancia y una densa humareda blanca ponían punto final a una jornada en la que las fuerzas de la Guardia Civil procedieron a inspeccionar un coche sospechoso que fue abandonado averiado sobre las 12 de la mañana del viernes en la carretera.
Fue un vecino de Camporrells quien encontró el viernes por la mañana a una mujer junto al coche. El testimonio de este vecino, que no ha reconocido en las fotos distribuidas por Interior a la supuesta terrorista, era de lo más escueto: �Me preguntó si sabía algo de mecánica, que se le había estropeado el coche, que venía de Francia y que aguardaba a un hermano para solucionar el problema�. Horas después, el coche, abandonado, seguía estacionado en la carretera en dirección a Lérida (Cataluña). Agentes de la Guardia Civil comprobaron que llevaba matrículas dobladas, que las originales estaban en un coche de Barcelona y montaron un dispositivo que se prolongaba hasta las cuatro de la tarde de ayer. La Nacional 230, que llega de Francia y el Valle de Aran, quedó colapsada, el tráfico se desviaba hacia la 240 mientras los TEDAX �equipos de desactivación de explosivos� inspeccionaban el coche en la tarde del viernes. Las dos viviendas situadas justo frente al vehículo, en que viven nueve personas, fueron desalojadas. Otro testimonio dice que poco después de que el coche se detuviera, un ciclomotor recogió a la joven que se llevó una mochila de su interior y abandonaron la zona.
Los máximos responsables de la Guardia Civil que acudieron al lugar en que se encontraba el vehículo decidieron posponer hasta la mañana de ayer la voladura del vehículo. A las 6.30 de la mañana se reanudaban las tareas de inspección. Sí se sabe que hubo dificultades para abrir el maletero cuando ya existía la práctica seguridad de que contenía explosivos. A las 11 menos diez de la mañana una voladura controlada le hacía saltar por los aires. Antes, una línea de alta tensión de la compañía ENHER, que suministra electricidad desde el pantano de Canelles a Cataluña y que pasaba sobre el coche, había sido desconectada. Entonces ya se sabía que la onda expansiva alcanzaría más de un kilómetro. La voladura dejó un cráter en la carretera y esparció los restos del coche en un radio de cinco kilómetros. Sobre la una de la tarde los bomberos de la Mancomununidad de la Llitera y el personal de carreteras terminaban de limpiar los restos de la explosión. El bastidor quedó totalmente destrozado, lo que dificulta las labores de localización del vehículo. Tras la explosión, la nota oficial confirmaba la existencia de explosivos. Las autoridades no hicieron declaración alguna. Fuentes próximas a la investigación no confirmaban ni desmentían que el comando pudiese dirigirse a Cataluña, tampoco aclaraban si se peinaba la zona en busca de terroristas aunque han distribuidos fotos de los etarras Jesús Ignacio Cea Blas, Míkel Leiza Irizar y de varias mujeres.
Este es el tercer coche cargado de explosivos que la ETA �pierde� en los últimos meses en Aragón. El pasado 20 de diciembre dos agentes de la Guardia Civil de Calatayud detuvieron en Contamina a una furgoneta que les resultó sospechosa. Transportaba 950 kilos de explosivos. Dos días después, en el hostal Los Cazadores en Alhama de Aragón era localizadaotra furgoneta cargada con 650 kilos de explosivos. La investigación dedujo que el coche lanzadera, un Renault Clio que también fue abandonado, al percatarse de la detención de uno de los furgones, recogió al conductor del otro furgón y se trasladaron hasta Calatayud desde donde salieron en tren. Los explosivos procedían del robo cometido en la Bretaña francesa y estaban destinados a cometer atentados de la banda durante las navidades. El pasado 27 de julio dos etarras, David Pla y Aitor Lorente, eran detenidos en Zaragoza donde pensaban cometer un atentado contra el alcalde de la ciudad José Atarés del PP. En la provincia de Huesca ETA ha intentado cometer atentados contra los cuarteles de Ayerbe y Sallent.

 


 

LOS ATAQUES DE 1999 USARON EL MISMO EXPLOSIVO
El cóctel bomba de Chechenia

Cada día se refuerza más la conexión chechena. Ayer se reveló que el explosivo utilizado en el atentado del martes en la plaza Pushkin de Moscú, que causó 12 muertos y casi 100 heridos, fue el mismo utilizado en los gigantescos atentados del año pasado en las principales ciudades rusas, que mataron a casi 300 personas. Al mismo tiempo, la policía moscovita detuvo ayer a un hombre proveniente del Cáucaso con rastros de explosivos en sus manos. 
La identidad de los terroristas es esencial por más de un motivo. Los atentados de septiembre habían justificado ante la opinión pública rusa la segunda invasión de Chechenia, lanzada por el entonces premier y ahora presidente Vladimir Putin. Esa invasión fue tan crucial para la victoria electoral de Putin que inmediatamente se sospechó de un auto-atentado. Una serie de incidentes sospechosos, que involucraban al FSB (la ex KGB) colocando explosivos en apartamentos durante supuestos �ejercicios�, sólo aumentaron las sospechas. Luego de que Putin asumiera la presidencia este año, muchos medios extranjeros prácticamente daban por sentado que había orquestado los atentados. En Rusia, sin embargo, el descubrimiento de ayer parecía reforzar la tesis original del gobierno: los responsables en ambos casos fueron fundamentalistas islámicos chechenos. 
Según el jefe de la Comisión de Seguridad de la capital rusa, Adolf Mishuiev, la bomba utilizada el martes era una mezcla de salitre y amoníaco equivalente a 1,3 kilo de dinamita. Considerando que ésa había sido la combinación utilizada el año pasado, ayer fuentes oficiales no dudaron en asegurar que ambos ataques fueron perpetrados por chechenos. El arresto ayer en Moscú del hombre del Cáucaso sólo pareció confirmar la historia oficial. Además, el ministro del Interior, Vladimir Rushailo, informó ayer que 2,5 toneladas de explosivos ilegales fueron incautados en toda Rusia. Eran demasiadas coincidencias. 
Para las teorías conspirativas, esa afirmación puede invertirse con igual validez. ¿Acaso este atentado no ocurrió cuando la situación militar en Chechenia empeora día a día? Las fuerzas rusas sufren un promedio de 100 bajas por día, y los intentos de establecer un gobierno checheno proruso fracasan ante la hostilidad popular y la intimidación separatista. Revivir el pánico ante el peligro checheno podría ser oportuno para un gobierno que no encuentra manera de terminar su Vietnam en el Cáucaso. Pero, por lo pronto, el pánico en que se sumió Rusia la semana pasada parece disminuir. En Moscú ya se redujo el número de falsas alarmas de bomba. Sin embargo, el Ministerio de Situaciones de Emergencia llamó a la población a mantenerse alerta para evitar nuevos ataques.

 

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