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El viejo truco del bonaerense
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 En el juego de roles, a uno le tocó el papel de bueno y al otro el de malo. Por eso ayer Carlos Ruckauf llamó a �colaborar� con Fernando de la Rúa para superar la crisis, mientras que Eduardo Duhalde calificó de �incapaz� al Presidente y consideró una �calamidad� al actual modelo económico.Ruckauf y Duhalde sellaron una alianza estratégica con miras al 2003. El gobernador ambiciona la presidencia, su antecesor quiere volver a manejar la provincia de Buenos Aires, previa escala en una banca del Senado en el 2001. Sin embargo, Ruckauf tiene decidido �acompañar� con gestos y palabras a De la Rúa, convencido de que un empeoramiento de la situación económica lo terminará arrastrando. Por eso, después de las declaraciones de Carlos Menem agitando el fantasma de una devaluación, llamó inmediatamente al Presidente y a su ministro de Economía, José Luis Machinea, para dejar en claro que ésa no era la posición mayoritaria dentro del PJ. El gobernador explicó sus movimientos en un desayuno que mantuvo con diputados de su partido en Puerto Madero. �Tenemos que hacer una crítica civilizada y plantear la búsqueda de la concertación social�, les pidió a los legisladores. �Ruckauf recuerda que las proyecciones de crecimiento anual �incluso las que estiman organismos internacionales� son del 2 por ciento. Que así la desocupación se iría al 21 por ciento al finalizar la gestión de De la Rúa y que si no apuntalamos a la Alianza no habrá garantía de paz social�, señaló a Página/12 uno de los presentes. El gobernador tiene problemas en su propia provincia. Para poder equilibrar las cuentas, debió congelar las obras públicas mano de obra intensivas que implementaba Duhalde. Y ni siquiera puede apelar al argumento de la �herencia recibida�, ya que su antecesor es justamente su aliado. Convencido entonces de que el papel del gobernador es �acercar propuestas� al Presidente, dejó para Duhalde la crítica directa y los discursos subidos de tono. Ayer quedó en evidencia en dos o tres frases del ex gobernador:  �Son las dos calamidades a las que vamos en marcha, inexorablemente, si no reaccionamos�, dijo sobre la propuesta de dolarización de Menem y el plan económico del Gobierno. �Resignar un instrumento de política económica como es la moneda es un disparate, es aferrarse a un modelo que se murió, que está echando olor a podrido.� �Argentina cada día está más dependiente de lo que algunos ya comienzan a denominar dictadura financiera.� �De la Rúa es un incapaz.�En rigor, Ruckauf también cuestiona en privado al modelo económico y piensa que así como marchan las cosas todo conduce a un nuevo ajuste para antes de fin de año. Pero necesita imperiosamente mostrar voluntad de diálogo para garantizar su propio proyecto presidencial y, de paso, para diferenciarse de Menem. En ese sentido, ayer manifestó la necesidad de dar este mismo año el debate interno en el peronismo, ya que si se posterga todo hasta el 2001 la situación se desbordará. Se refería, claro está, a la puja que mantiene con Menem por el control del partido y también con los otros dos presidenciables del PJ: los gobernadores de Córdoba, José Manuel De la Sota, y de Santa Fe, Carlos Reutemann. El límite que plantea para este tema Ruckauf es no romper el partido. Por eso piensa en que hay que abortar la posibilidad de que el Congreso Nacional Justicialista que maneja Duhalde desconozca al Consejo Nacional Justicialista que conduce Menem. �Eso podría producir la fractura del PJ�, dicen cerca del gobernador bonaerense.
REUNION DE LA CGT OFICIAL CON REUTEMANN
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