Por Maximiliano Montenegro
El Fondo Monetario buscó ayer enviar un mensaje favorable a la Argentina. Un vocero oficial dijo que la reunión que habían mantenido el día anterior el número dos del organismo, Stanley Fischer, con José Luis Machinea se había concentrado en �las iniciativas que el gobierno argentino ha adoptado para reanimar el crecimiento� y �no hubo discusión sobre el déficit fiscal�. Así, Washington pretendió disipar la versión, abonada por la mayoría de los consultores, de que será necesario renegociar las metas fiscales de este año porque, como vienen las cosas, resultan imposibles de cumplir. Y que el propio Machinea había dado los primeros pasos en ese sentido durante la reunión. En tanto, los �Machi Boys� festejan que la producción industrial del mes pasado, según el indicador oficial, haya aumentado. Y la secretaria de Industria, Débora Giorgi, aseguró que en tres meses la reactivación se sentirá en la calle. Pero los analistas de la city insisten con que la economía está estancada.
El secretario de Financiamiento, Daniel Marx dijo ayer, desde Bariloche, donde participa en un seminario de negocios, que �el principal impulso para crecer depende de las personas, y es ahí donde puede estar nuestra gran ventaja. Tenemos que confiar en nosotros, es decir, seguir adelante�, afirmó.
Justamente, una de las causas principales que explican la parálisis del mercado interno es la resistencia de los consumidores tanto a gastar como a endeudarse por temor a ser presa de un nuevo ajuste que erosione aún más su disminuido poder adquisitivo. Semejante actitud es lógica, y hasta podría considerarse perfectamente racional, si se tiene en cuenta que todo indica que, pese todo los �esfuerzos�, el Gobierno no podrá cumplir con las metas de déficit fiscal acordadas con el FMI.
Más aún, en una semana movida para Machinea, en la que circularon versiones sobre su reemplazo, el ministro prefirió mejorar las expectativas de los inversores que, como tenedores de títulos de la deuda argentina, no se cansan de exigir señales inequívocas de solvencia fiscal. Y, por lo tanto, cuanto más se busque tranquilizarlos con anuncios de ajuste, como el que habrá sobre el Presupuesto 2001, más se espantará a los consumidores.
La sorpresiva reunión de Machinea con Fischer en Washington debe interpretarse en esa dirección, ya que los propios funcionarios de Economía admitían en privado que, como no se podrá cumplir con la meta de 4700 millones de déficit acordada para este año, se empezaría a tantear el terreno para una renegociación del programa.
�No hubo discusión sobre el déficit�, declaró Francisco Baker, el vocero del FMI para América latina, como una forma de no inquietar a los �mercados�. Y como tanto en el Fondo como los inversores están también cada vez más preocupados por la prolongación de la recesión, intentó tirar buenas ondas al hablar de crecimiento: �Las conversaciones se concentraron en la iniciativas que el gobierno argentino ha tomado para reanimar el crecimiento, como la creación de un fondo de inversiones en la infraestructura, la reforma de programas de seguros de salud administrados por los sindicatos y la desregulación de las telecomunicaciones�, aseguró.
Sin embargo, el propio Ministerio de Economía había difundido un día antes un comunicado en el que decía que se había hablado de la �situación fiscal�, particularmente la política de contención del gasto público y el esfuerzo efectuado por el país para poner en orden sus cuentas�. Y agregaba que �una severa administración� permitió �mantener la situación en línea con el programa presupuestario anunciado oportunamente, aun cuando los recursos han evolucionado por debajo de lo originalmente proyectado�. Es decir: el comunicado de Machinea, hecho para los mercados, apuntaba a privilegiar una imagen de solvencia fiscal.
Sea como fuere, en Hacienda confían en que la recuperación cobre fuerza en los próximos meses, junto con una reactivación del mercado interno, que serviría para mejorar la recaudación de impuestos. Tanto es así que la secretaria de Industria, Débora Giorgi, sostuvo que �como la recuperaciónviene por la exportación y la inversión, tardará unos dos o tres meses en llegar a la gente�.
Pero los analistas son mucho menos optimistas. Ayer, uno de los principales consultores de la city, Miguel Angel Broda ratificó que, para él, �la economía está estancada�. Y confirmó que, a lo sumo, este año se crecerá 1,5 por ciento, menos de la mitad de lo que espera Machinea. En tanto, Abel Viglione, el experto en temas industriales de FIEL, afirmó que la cifra oficial de crecimiento de la producción industrial en julio (un 4 por ciento en relación a igual mes del año pasado) estaría muy influenciada por el sector de agroquímicos, que habría tenido un salto extraordinario en el nivel de actividad que era difícil de explicar. �Mi impresión es que para el mercado interno la tasa de crecimiento es nula, no creo que tenga un buen comportamiento, roguemos para que me equivoque�, afirmó.
MOODY�S MEJORARIA LA NOTA. CRECIMIENTO Y MENOS DEFICIT
Brasil lo hizo con su receta
Por Claudio Zlotnik
La agencia de riesgo estadounidense Moody�s anunció ayer que puso en revisión la calificación asignada a Brasil con perspectivas de mejorarla. Moody�s es una de las calificadoras más respetadas por los inversores internacionales y la elevación de la nota abrirá las puertas a que Brasil consiga financiamiento internacional más barato. Un año y medio después de la devaluación del real, el país vecino parece encaminado. Para envidia de José Luis Machinea, la economía brasileña da muestras de haber ingresado en el círculo virtuoso que persigue, por ahora en vano, el ministro argentino: una reducción drástica del déficit fiscal, la caída de las tasas de interés y el crecimiento económico.
Desde setiembre de 1998, la deuda brasileña en moneda extranjera está calificada con la nota �B2�, un escalón por debajo a la que tiene la Argentina: �B1�. Pero si Moody�s decide subir la nota, ambos países tendrán la misma calificación. La novedad tuvo un impacto positivo tanto en la Bolsa de San Pablo como en la de Buenos Aires (ver aparte).
�La revisión está basada en la opinión de que la economía brasileña está experimentando un cambio estructural que, si se completa satisfactoriamente, puede ser positivo de cara al nivel de riesgo de largo plazo�, justificó Moody�s en un comunicado. No obstante, aclaró: �Brasil continúa siendo vulnerable a acontecimientos no anticipados�.
¿Cuáles fueron los logros del trío Fernando Henrique Cardoso, Pedro Malan (ministro de Hacienda) y Arminio Fraga (titular del BC)? Carlos Arbía, economista de la consultora Exante, y Hernán Fardi, analista de la consultora Maxinver, precisaron en diálogo con Página/12 los puntos centrales del �milagro� brasileño.
El déficit fiscal cayó de 13,0 a 4,5 puntos del Producto Bruto entre enero del �99 (cuando se produjo la devaluación) y el mes pasado.
La tasa de interés de referencia del Banco Central (Selic) bajó del 45 al 16 por ciento anual en ese mismo período.
La inflación está contenida. Este año se ubicará en torno del 6 por ciento, tal cual lo previsto por el gobierno.
La economía se encuentra en franca expansión. Ya van tres trimestres consecutivos de mejora, y entre marzo y junio el PBI creció 3,9 por ciento. En el 2000, la economía crecerá entre 4,0 y 4,5 por ciento.
El tipo de cambio se mantiene estable en 1,80 real por dólar.
No hay temor a la cesación de pagos. Brasil reprogramó 5200 millones de dólares a 40 años de plazo y refinancia la deuda interna (250.000 millones) a una tasa prefijada por el Banco Central.
�El éxito brasileño tiene dos claves: la confianza y un programa de privatizaciones muy atractivo�, resumió Arbía. Dos activos que escasean en el libreto de José Luis Machinea.
Un toque de buen humor
La noticia de que Moody�s puso en revisión, con perspectiva al alza, la calificación de la deuda brasileña tuvo una buena repercusión en el mercado. El índice de acciones líderes MerVal subió 0,8 por ciento, con 41,2 millones de pesos en volumen negociado, y el alza pudo ser mayor si no fuese por la caída, del 5 por ciento, que registró el papel de Telefónica. En tanto, los títulos públicos subieron 1 por ciento en promedio. En Brasil, el Bovespa avanzó 2,1 por ciento.
Economía aprovechó el mejor humor de los financistas para colocar un bono por 500 millones de euros �aproximadamente 456,8 millones de dólares� a siete años de plazo. La tasa de interés pactada fue del 10,3 por ciento anual, unos 500 puntos básicos por encima al rendimiento de un bono similar del Tesoro alemán. Ese costo fue 10 puntos básicos (0,1 por ciento) más barato que el afrontado en enero pasado, cuando José Luis Machinea colocó un bono de características idénticas al emitido ayer. Sin embargo, Hernán Fardi, analista de la consultora Maxinver, calculó, en diálogo con Página/12, que si Economía hubiese colocado ese mismo título un mes atrás, la tasa pagada hubiese sido del 9,8 por ciento anual, medio punto por debajo del conseguido. La razón es que, en el último mes, los bonos argentinos se depreciaron y elevaron sus rendimientos. El Global 2027, por ejemplo, cayó 4,5 por ciento. Y el Brady FRB perdió 1,1 por ciento, por lo que aumentó el riesgo-país y se encareció el costo de financiamiento. La próxima prueba de Economía será el martes, cuando intente colocar 650 millones de pesos en Letras y Bonos del Tesoro. |
¿Qué está pasando en la economía? |
Pedro Lacoste, economista
�Otro camino�
�Es cada vez más evidente que no hay reactivación. Luego de más de dos años de recesión y bastante más de deflación la falta de síntomas de cambio produce ansiedades políticas y sociales. Después de ocho meses y dos paquetes fiscales restrictivos el equipo económico tendría que haber asumido que el camino elegido no funciona. El enfoque muy ortodoxo que afirma que el círculo virtuoso de la baja del riesgo país y consecuentemente de la baja de la tasa de interés traería la reactivación fracasó. Todo parece indicar que en Economía están replanteando la estrategia. El camino es una nueva política fiscal con un replanteo para el largo y el corto plazo. En el largo el objetivo es evitar el riesgo de la insolvencia fiscal, lo que sólo se conseguirá con un alto crecimiento, por encima del 4,5 por ciento anual. En el corto es urgente salir de la recesión y esto se logra con una política fiscal expansiva, con una baja de impuestos. Pero el arrastre ortodoxo que padecen los hombres del equipo económico impide ver que hoy los problemas son otros.�
Miguel Angel Broda, economista
�Estancada�
�La economía está básicamente estancada. Pero lo más grave es que se está deteriorando la credibilidad argentina. El riesgo argentino relativo a los emergentes perdió 112 puntos en el último mes, una discriminación fortísima contra nuestro país. Hoy tenemos un riesgo superior a Ecuador y Rusia. Para salir de esto no se puede seguir pensando en el ajuste. Ya no hay margen político para hacerlo. Pero no creo que hoy tengamos que entrar en una depresión crónica cuando hace 40 años que estamos en decadencia. Aquí hace falta que el Gobierno especifique su agenda estratégica, un poco más de liderazgo y eficiencia en la gestión y un programa de corto plazo que implique un shock de confianza. Necesitamos un esfuerzo para aumentar el crédito del sector privado y un crédito contingente para tener tranquilidad. Quedan recursos para poco más de 50 días, así que se necesita reducir un poco el activismo del parche constante. Dentro de los programas de corto plazo debe producirse una baja de los precios de los servicios antiguamente públicos.� |
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