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LOS LOBOS EN LA CONVENCION DEMOCRATA,
 AMENIZANDO; RAGE AGAINST THE MACHINE AFUERA, PROTESTANDO
Los políticos quieren los votos del rock latino

Demócratas y republicanos apuntan al electorado latino, y así las convenciones de los respectivos partidos están saturadas de números musicales, que van desde el rock alternativo a Ricky Martin y Robi Rosa.

Rage Against the Machine (Rabia contra la máquina), grupo revulsivo y radicalizado en sonido y actitud.


Por Esteban Pintos

t.gif (862 bytes) Los revulsivos grupos Rage Against The Machine y Ozomatli afuera, protestando. Los Lobos y Enrique Iglesias adentro, amenizando. Todo ocurrió en estos días, alrededor de la convención demócrata que se llevó a cabo en Los Angeles y que eligió ayer a Al Gore como candidato a presidente por el partido gobernante en Estados Unidos desde 1992. No resulta casual aunque sí simbólica la coincidencia, pues revela y explicita el rol que los artistas latinos están jugando en la carrera presidencial 2000 en la nación más poderosa del planeta. En este complejo juego en que se cruzan los intereses políticos, las cuestiones raciales y la conveniencia ideológica, varias bandas y solistas de origen hispano �aunque residentes en EE.UU. y, por tanto, habilitados para votar� participan de las campañas de los dos grandes partidos, poniendo a prueba su nivel de credibilidad y llegada entre los cada vez más numerosos ciudadanos de la Unión que hablan el idioma de Cervantes. El alegre ritmo de �La Macarena� �la canción del dúo español Los del Río� que musicalizó la última campaña electoral del actual presidente Bill Clinton no parece ahora una golondrina haciendo verano. Era sólo el comienzo de algo más grande.
Las últimas estadísticas de población latina en Estados Unidos revelan que se trata de unos 32 millones de personas, un 12 por ciento del total. Los expertos consideran que la cifra se triplicará en los próximos 50 años. Además, la mayor concentración de esa población se da en tres grandes �y por tanto decisivos a la hora de los votos� estados: California, Texas e Illinois. Esta es la primera y principal explicación que puede encontrarse para entender por qué ahora la �gran� política estadounidense mira hacia Latinoamérica. Para el analista de la cadena CNN William Schneider, �los latinos han estado en el centro de la escena en las dos convenciones porque se trata de la minoría que crece más rápidamente. Y ése no es un dato menor para las estrategias electorales de los partidos. La mejor manera de atraer potenciales votantes es, por tanto, mostrarles la adhesión de algunos de sus grandes ídolos musicales�. Durante la reunión proclamatoria de Los Angeles, la intención demócrata fue exactamente ésa. El alcalde de la ciudad, Cruz Bustamante, organizó un show en el anfiteatro Universal, que se concretará hoy con las presencias estelares de Los Lobos �banda de rock chicano, de la zona este de LA�, el español Enrique Iglesias y el conjunto tex mex Little Joe y La Familia.
Pero no todas son rosas. El lunes pasado, en las afueras del Staples Center (el estadio en donde juega el famoso equipo de la NBA, Los Angeles Lakers), la banda de hispano-estadounidenses Rage Against the Machine y los chicanos de Ozomatli intentaron llevar adelante un recital de protesta anticonvención en la playa de estacionamiento del estadio. �Hermanos y hermanas, nuestra democracia ha sido raptada. Las libertades electorales en este país llegan hasta donde lo permiten las corporaciones. No permitiremos que las calles de nuestra ciudad sean tomadas por demócratas o republicanos�, arengó el cantante Zack de la Rocha, hijo de mexicanos pero nacido en Estados Unidos. Acto seguido, el cuarteto de hard rock inició un furibundo set de 12 canciones que, como era de esperar, provocó un estado de agitación entre los más de 10.000 fanáticos que concurrieron. El problema se inició cuando le tocaba el turno a Ozomatli �una banda multirrítmica de diez integrantes, la mayoría de ellos chicanos� y la imponente fuerza policial que �custodiaba� la convención inició una violenta represión que motivó más de una protesta de parte de varias asociaciones de derechos civiles. Los Ozomatli, desconocidos por completo en Argentina pero muy prestigiosos en el circuito alternativo de las universidades norteamericanas, apenas pudieron tocar dos canciones. 
Y no se trata exclusivamente de una estrategia demócrata, partido cuyas inquietudes sociales siempre han tenido mayor consideración y atención para las minorías, latinos incluidos. En la reciente convención republicana, celebrada en Filadelfia y que consagró a George W. Bush como candidato a presidente, �la� canción del mitin fue �La copa de la vida�, por el inefable Ricky Martin. Semejante gesto, en el acto político en el que se proclamó al gobernador (Bush) del estado con la mayor tasa de ejecuciones a latinos en todos los Estados Unidos (Texas), se convirtió en un boomerang. El autor de la canción, el puertorriqueño Robi Rosa �ex Menudo, tal como Ricky Martin� emitió un comunicado repudiando el uso de su canción. �Resulta realmente perverso que los republicanos intenten fortalecer su conexión con la comunidad latina usando mi canción y programando latinos famosos en el escenario. El 75 por ciento de los delegados de la convención ganan más de un millón de dólares al año... No veo qué conexión pueden tener ellos con el pueblo latino�, escribió ofendido el músico. Esa no fue la única repercusión de la movida republicana.
El mítico cantante de rancheras mexicanas Vicente Fernández cantó �Cielito lindo� en el cierre de la reunión, donde antes habían participado y adherido con su presencia los cubanos Emilio Estefan, Gloria Estefan, Celia Cruz, Jon Secada y el puertorriqueño Carlos Ponce. Bush está casado con una mujer mexicana y ha hecho todo lo posible por ser y parecer simpático, permitiéndose ensayar un minidiscurso en dificultoso español. A Fernández, una leyenda de la música folklórica de México y considerado verdadero héroe de la clase trabajadora de habla hispana, la �participación� le trajo no pocos problemas. Así tuvo que aparecer por la cadena latina en EE.UU. Univisión desmintiendo cualquier adhesión ideológica al candidato republicano. �No fue una actuación política�, atinó a defenderse el veterano cantante. Pocos le creyeron.

 

 

La señora baterista

Además de interesarse por la música latina, los partidos Demócrata y Republicano tratan de captar la mayor cantidad de adhesiones de artistas. En esto los demócratas �mirados con mayor simpatía por el mundo del espectáculo� exhiben un costado débil que es, justamente, los antecedentes �familiares� de Al Gore y de su compañero de fórmula Joseph Lieberman. Tipper Gore, la esposa del candidato, impulsó durante los �80 la asociación PMRC (Parents Music Resource Center) para terminar con letras de rock �sexualmente explícitas, excesivamente violentas o que glorifiquen el uso de drogas y alcohol�. Igual militancia tuvo (y tiene) Lieberman, cuya obsesión prohibicionista es el hip hop y sus sellos, que �promueven la polución en nuestra cultura y envenenan las mentes de nuestros hijos�. Hoy, en busca de votos y simpatías liberales, Tipper y Al Gore se retractaron de aquellos deslices (�PMRC fue un error�) y la señora incluso se preocupó de mostrarse tocando la batería en un show de Grateful Dead. Para completar la movida, organizaron una velada de gala para recaudar dinero, el 14 de setiembre en el Radio City Hall de Nueva York. Esa noche tocarán Crosby, Stills, Nash & Young, Don Henley, Macy Gray, Lenny Kravitz, Jon Bon Jovi y Sheryl Crow.

 

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