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ALVAREZ VA A INVESTIGAR LOS RUMORES DE COIMAS EN EL SENADO
�Que los senadores aporten datos�

�Esto afecta a las instituciones�, sostuvieron el vicepresidente y el jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, en una conferencia de prensa, donde anunciaron que realizarán una pesquisa para determinar la veracidad de los rumores sobre las hipotéticas dádivas.

Chacho Alvarez y Rodolfo Terragno anunciaron que investigarán los rumores sobre supuestas coimas. El vicepresidente citará a los senadores peronistas Cafiero y Villaverde para juntar �pruebas�.

Por José Natanson y Eduardo Tagliaferro

t.gif (862 bytes) �No me importan las consecuencias. Con esto voy a ir hasta el fondo�, le dijo Carlos �Chacho� Alvarez a un frepasista que lo visitó en su despacho, minutos antes de que comenzara la reunión con Rodolfo Terragno. Un par de horas después, el vicepresidente anunciaba en una conferencia de prensa que el martes que viene citará a Antonio Cafiero y Jorge Villaverde para que aclaren sus sospechas. �Si hay datos concretos, que los senadores los aporten cuanto antes�, pidió Chacho. �Si algún sinvergüenza hizo algo como lo que se señala es necesario echarlo a patadas�, redondeó el jefe de Gabinete. Aunque comenzó como un rumor, el escándalo sobre supuestas coimas a senadores justicialistas a cambio de la aprobación de la Reforma Laboral crece cada vez más, en una escalada con final imprevisible: la Oficina Anticorrupción decidió ayer investigar de oficio la eventual responsabilidad de algún funcionario del Gobierno.
Aunque el fin de semana largo motivó los viajes de muchos legisladores a sus provincias, el de ayer fue un día de corridas en el Senado. Instalado en su despacho, Alvarez siguió rumiando el tema que lo preocupa desde hace tiempo. El vicepresidente recibió temprano a uno de sus hombres de confianza, al que le anunció que está dispuesto a jugar a fondo en la investigación. Mientras, Alberto Flamarique dialogaba en Olivos con Fernando de la Rúa. Por la tarde, Chacho se reunió con Terragno. Según sostuvo uno de sus colaboradores, el encuentro estaba pensado para conversar sobre otras cuestiones, pero finalmente se deslizó naturalmente al tema de los supuestos sobornos. 
Pedro del Piero, el único senador del Frepaso, pasó fugazmente por la reunión y le comentó a Alvarez que, junto a otros legisladores �entre ellos el radical Horacio Usandizaga, los peronistas Antonio Cafiero y Jorge Villaverde y el neuquino Felipe Sapag� analizaba la posibilidad de presentar una denuncia penal para investigar el tema. 
Finalizado el encuentro, Chacho y Terragno resolvieron ofrecer una conferencia de prensa cuando descubrieron que una multitud de periodistas montaba guardia frente al despacho. �Hoy me llegó un escrito de la Oficina Anticorrupción que me solicita que les pida a los presidentes de los bloques si hay datos concretos sobre actitudes de funcionarios nacionales. Datos que puedan probar los rumores�, dijo el vicepresidente. Tanto Terragno como Alvarez destacaron que la OA investigará a los funcionarios que pudieron haber participado en la presunta maniobra. Será el Senado el encargado de poner la lupa sobre los legisladores.
�Hay muy pocos actores en esta historia�, sostuvo Chacho. �Los dos actores principales son quienes plantearon una cuestión de privilegio (Cafiero y Villaverde). Al hacerlo, han planteado que pueden tener datos concretos y la verdad es que sería muy malo decirle a la sociedad �vamos a iniciar una gran investigación y luego no se llegue a ningún lado�. Esto generaría una gran frustración y, lo que es peor, podría quedar la sospecha de que no se tuvo la voluntad de esclarecer este hecho�. 
Por su parte, Terragno aseguró: �No podemos quedarnos en la indefinición. En principio eran rumores de baja intensidad. Hoy ocupan la primera plana de los diarios. Si es cierto, la gente se va a preguntar para qué demonios votamos, para qué queremos un sistema republicano. Esto afecta a las instituciones�.
Es curioso: la versión comenzó a correr hace un par de meses, como un simple rumor. Con el tiempo, la especie fue tomando fuerza. El propio Alvarez se encargó de subrayarlo ayer: �Un periodista muy serio escribió un editorial �dijo, en referencia a Joaquín Morales Solá� donde da cuenta de los rumores. A partir de eso, Cafiero presentó un proyecto de resolución para que se lo cite. Villaverde presentó otro proyecto. Luego, distintos periódicos fueron publicando las versiones�. Como describióChacho, el voltaje del episodio que �en caso de comprobarse� comprometería a opositores y oficialistas, fue aumentando. Hace quince días, Alvarez afirmó a Página/12 que �si corrió plata en el Senado sería la decadencia terminal�. 
La secuencia de reuniones, declaraciones y desmentidas sirve para trazar un panorama sobre la posición de cada uno de los dirigentes de la Alianza ante el escándalo. Desde un principio, Alvarez fue el oficialista que más ímpetu puso en el tema. El jefe del Frepaso llegó incluso a leer ante los jefes de los bloques un anónimo titulado �Soborno: la trama secreta�, que describe la trastienda del supuesto acuerdo millonario, menciona a algunos de los senadores que habrían aceptado dinero y señala a un funcionario del Gobierno y a un importante operador radical como los presuntos responsables de la maniobra.
Al principio, el objetivo de De la Rúa parecía ser simplemente distender el clima. El Presidente se reunió en la Quinta de Olivos con los senadores justicialistas, un gesto con el que marcó distancia del jefe del Frepaso. Arrepentido, al día siguiente fue a buscar al vicepresidente al Senado, con el que se fotografió en la Casa Rosada. Sin embargo, el jueves pasado De la Rúa imprimió un giro notable a su discurso. Dijo estar �preocupado� por la versión y �por primera vez� pidió que el Senado inicie una investigación, porque �es muy importante que se aclaren y despejen las acusaciones�.
Raúl Alfonsín se reunió en forma reservada con De la Rúa el miércoles para manifestarle su preocupación. �Yo no tengo nada de serenidad�, dijo el ex Presidente. Y prometió abandonar la política en caso de que se compruebe la versión.
La mayoría de los funcionarios prefirió esquivar el tema. Algunos ministros, como el de Interior, Federico Storani, descreen de la versión, aunque aclaran que no estuvieron cerca de aquellas negociaciones. 
La situación de Alberto Flamarique, el ministro más cercano a Chacho, es diferente. En todo momento marcó una diferencia con su jefe y dijo que no creía en el rumor. Como ministro de Trabajo, Flamarique participó personalmente de las negociaciones por la reforma. De hecho, lo primero que hizo Alvarez cuando, un mes atrás, se enteró de la versión, fue buscarlo. �Mirame a los ojos y decime que no sabés nada�, lo apuró. �Te lo juro�, respondió el mendocino. 

 

 

Claves

El escándalo de mayor gravedad institucional producido en la gestión de la Alianza se corporizó ayer en una conferencia de prensa ofrecida por el vicepresidente Chacho Alvarez y el jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno.
Alvarez convocó a los senadores peronistas Antonio Cafiero y Jorge Villaverde a una reunión para que digan lo que sepan sobre las supuestas coimas que habrían pagado funcionarios del Gobierno a algunos de sus pares para sancionar la Ley de Reforma Laboral.
La Oficina Anticorrupción intervino de oficio y empezó a investigar el affaire. Comenzará a analizar el anónimo donde se relata cómo se habrían producido los hechos en cuestión. Y citará a los funcionarios del Gobierno que aparecen nombrados en el libelo.
En el peronismo del Senado no hay acción común. Villaverde apoya la iniciativa de Alvarez, Héctor Maya dice que hay que apuntar a la administración aliancista y Jorge Yoma reiteró lo que anunció ayer a Página/12: que debería citarse a Fernando de la Rúa.

 

 

opinion
Por Mario Wainfeld

Un cambio de rumbo

El mejor �muchas veces el único� espadachín mediático de Fernando de la Rúa, el que con más asiduidad, mejor discurso y mayor convicción salió a defenderlo y bancarlo en todos los debates públicos, ante todas las medidas discutidas o discutibles terminó (¿terminó?) ayer de obrar un brusco cambio de rumbo iniciado hace dos semanas y tensó a la Alianza como nunca lo había estado antes desde que es oficialismo. Carlos �Chacho� Alvarez tuvo el cuidado de seguir en lo formal las palabras del presidente De la Rúa. Pero, al mismo tiempo, marcó una diferenciación sensible respecto de las denuncias sobre coimas en el Senado, episodio que tiñe de sospecha a un gobierno que hace de la transparencia un blasón. Un hecho que �por su gravedad� casi eclipsa a otro escándalo, el de las denuncias que el propio vicepresidente prodigó sobre el jefe de la SIDE Fernando de Santibañes acusándolo 
de armar, prohijar o tolerar con intolerable negligencia una campaña mediática 
en su contra, fundada en libelos sobre su vida privada. 
El vicepresidente cuidó las formas. Al fin y al cabo puso en marcha a la Comisión de Asuntos Constitucionales, que es lo que había pedido el jueves De la Rúa. Pero la escena que eligió para hacerlo (una conferencia de prensa en el propio Senado sin otro funcionario al lado que el jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno), el nivel de protagonismo que asumió, el modo en que se refirió a las denuncias (muy distinto del descalificatorio que usó el Presidente) denotan un grado de diferenciación que Alvarez jamás había mostrado desde el 10 de diciembre de 1999.
La pelea con el Jefe de la SIDE ha sido hasta ahora casi una cruzada personal de Alvarez. Ningún miembro del Ejecutivo lo acompaña en sus embates y la mayoría �con el Presidente a la cabeza� piensa que sus sospechas son infundadas. Alvarez se quejó amargamente de su soledad y de la falta de solidaridad de los integrantes del gabinete, incluidos los dos ministros frepasistas que lo integran.
El tema de las coimas es bien distinto: hay numerosas fuentes generadoras de información y un instalado estado de sospecha. Notas periodísticas que las dan por hechas, un procedimiento de oficio por la Oficina Anticorrupción. No son hechos idénticos pero el obrar de Alvarez los engarza como cuentas de un mismo collar. Es él el que se pone a la cabeza de la instalación mediática de ambas, en la primera por lanzar la especie, en la de ayer por convertirse en centro de la indagación.
Los dos escándalos detonan en un momento opaco para el Gobierno. La reactivación no se digna surgir, los mercados insaciables le piden a José Luis Machinea más de lo mismo, el desempleo sube, la mala onda en la calle es palpable. De cara al 2001 el Gobierno sólo tiene como carta de navegación la Ley de Convertibilidad Fiscal, esto es reducir el déficit, lo que en una economía catatónica sólo puede significar reducir el gasto público. �Este es el último ajuste. Otro no se banca� �dijo Alvarez a principios de junio cuando el recorte salarial a los estatales�, pero ahora, se lo llame como se lo llame, puede haber otro en cierne.
En ese marco asfixiante Alvarez siente �y así se lo ha dicho a sus allegados� que está sobregirado en eso de apoyar las medidas más antipáticas. Ya sea anunciando el acuerdo con el FMI o firmando el decreto de desregulación de Obras Sociales. También piensa que ha mellado, en parte, su capital simbólico avalando esas decisiones y que �si estuvo decidido a garantizar la unidad de la Alianza avalando medidas económicas neoliberales� no lo está a dejarse enlodar en sospechas sobre corrupción. Alvarez jugó fuerte cuando, desde el Frepaso, acompañó medidas económicas que hubieran hecho ruborizar, de placer, a Domingo Cavallo. Y en un momento duro en lo personal y lo político se sintió mal retribuido, hasta desdeñado. Fue entonces cuando volvió a jugar fuerte fogoneando dos denuncias que harían palidecer a más de un opositor. El director de cine Alfred Hitchock solía decir que ante una situación difícil o desconocida lo que debía hacerse era volver al territorio propio, conocido, hacer lo que mejor se sabe. En medio de un rosario de crisis, el líder del Frepaso ha resuelto algo así: revitalizar el estilo y los modos de su fuerza. Su viraje, su �vuelta al Frepaso� no es una ruptura pero sí un gesto muy fuerte traccionando a sus aliados. Habrá que ver qué reacciones desata en una coalición cuya unidad había garantizado como nadie. La misma que, a estímulo de dos gestos suyos, vive su mayor tensión interna desde que nació, allá en el �97, para desalojar a Carlos Menem del poder.

 

 

La Oficina Anticorrupción ya está
investigando a los funcionarios

Su pesquisa sobre las supuestas coimas en el Senado partirá del único elemento no verbal que existe en este affaire: el anónimo. Y citará a los tres altísimos funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional que aparecen nombrados en ese libelo.

José Massoni, titular de la Oficina Anticorrupción, tomó de oficio la causa de las coimas. El organismo tiene atribuciones para investigar solamente a los funcionarios del Ejecutivo.

Por Irina Hauser

La Oficina Anticorrupción (OA) investiga la posible responsabilidad de funcionarios del Gobierno en el supuesto pago de coimas a senadores del justicialismo para que votaran a favor la Reforma Laboral. La pesquisa apunta, en principio, a analizar los hechos que se describen en un texto anónimo que en los últimos días se convirtió en la lectura de cabecera de toda la dirigencia política. El escrito involucra en las aparentes negociaciones a tres importantísimos miembros del Poder Ejecutivo Nacional.
El organismo destinado a denunciar y estudiar casos de corrupción, que conduce el ex juez José Massoni, comenzó la investigación de oficio sobre los posibles sobornos en el Senado después de que Fernando de la Rúa admitiera que los rumores lo tenían �preocupado� y que era �muy importante� que al menos la Cámara alta �aclare y despeje las acusaciones�. El Presidente invertía sus propias palabras. La semana pasada había dicho que las acusaciones eran �versiones absurdas� al salir de una reunión en Olivos con un grupo de senadores del PJ que aparecen nombrados en el anónimo, encabezados por Augusto Alasino. 
La OA �cuya área de investigaciones depende de Manuel Garrido� sólo tiene competencia sobre funcionarios del Poder Ejecutivo, cualquiera sea su rango. De modo que los senadores que podrían estar involucrados deberían ser investigados por el propio Congreso. 
�Por ahora la información que se tiene es la de ese texto sin firma que estuvo circulando, por lo tanto empezamos a investigar en función de los hechos que allí se denuncian y los funcionarios que aparecen comprometidos�, dijeron allegados a la OA. �Seguramente se los citará�, añadió el vocero. En el libelo están nombrados tres altísimos miembros del Ejecutivo: el principal, De la Rúa; también el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, y el jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes. 
El anónimo en cuestión, que está tipeado con máquina de escribir, lleva el título �Soborno: la trama secreta� y describe con lujo de detalles el supuesto arreglo millonario coronado con la aprobación de la reforma laboral y sus principales protagonistas. Dice que todo empezó �en el propio despacho de De la Rúa�, con su presencia, la de Flamarique y de los senadores nacionales José Genoud, Alberto Tell y Alasino. �Afuera de la Casa Rosada los estaban esperando Remo Costanzo y Ricardo Branda�, relata el papel. Las coimas, dice el texto, se habrían arreglado después, en una cena que contó con la participación de De Santibañes, del ex ministro del Interior Enrique �Coti� Nosiglia, Genoud, Alasino, Tell y Costanzo�. 
La mayoría de las versiones tejidas en el imaginario parlamentario adjudican la difusión de las presuntas dádivas a que se pagaron diferentes importes a los distintos beneficiarios, lo que inevitablemente habría irritado enormemente a los menos favorecidos. 
Ayer el jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, recalcó especialmente que la OA ya está actuando. Desde el área que conduce Massoni, y que hasta ahora coleccionó muchas más acusaciones contra ex funcionarios menemistas que contra los de los de turno, funcionarios cercanos a la investigación de las coimas se limitaron a rematar: �Estamos haciendo esto porque está dentro de nuestras obligaciones�.

 


 

VILLAVERDE APOYA, MAYA MAS O MENOS, YOMA NO
Las cien caras del peronismo

Por F.A. 

�Era hora de que Carlos Alvarez, como presidente del Senado, se pusiera al frente de esta investigación�, le dijo ayer a Página/12 el senador justicialista Jorge Villaverde, quien el próximo martes se reunirá con el vicepresidente de la Nación para intercambiar información sobre el supuesto pago de sobornos que funcionarios del Gobierno habrían negociado con legisladores del PJ a cambio de la aprobación de la ley de Reforma Laboral. Villaverde y Antonio Cafiero fueron los únicos integrantes de la Cámara alta que se atrevieron a reclamar, públicamente, una investigación que determine la veracidad de los rumores que dan cuenta de las prebendas. �Hasta ahora tanto la conducción del cuerpo como la Comisión de Asuntos Constitucionales ignoró nuestras inquietudes�, aseguró Villaverde que, según dijo, quiere averiguar �qué sabe el �Chacho� de todo esto�. 
Chacho Alvarez le hizo llegar al senador Villaverde una citación para que el martes, a primera hora, acuda a su despacho. El encuentro es parte de la iniciativa que el Ejecutivo puso en marcha ayer para contener la creciente ola de rumores de corrupción institucional que involucran tanto a funcionarios nacionales como a senadores de PJ y del oficialismo. 
�Yo no sé más de lo que fue publicado por la prensa�, aseguró Villaverde mientras se ocupó de aclarar que en realidad fue él quien pidió reunirse con Alvarez. �Solicité la entrevista porque quiero preguntarle qué sabe él de este tema, porque como integrante del Gobierno y presidente de la Cámara alta es impensable que se haya desayunado recién ahora de la proliferación de estas graves versiones�, agregó el legislador bonaerense. �No entiendo cómo se dejó pasar tanto tiempo sin investigar esta mugre, ya sea porque se trate de una campaña de desprestigio miserable, o lo que es peor, que sea verdad�, reflexionó el legislador cercano a Eduardo Duhalde.
En tanto, el senador entrerriano Héctor Maya rechazó la idea de que sea el propio Senado el que investigue el supuesto pago de coimas a sus integrantes, tal como lo propuso el jueves el presidente Fernando de la Rúa. �No es conveniente que el Senado investigue a su propio cuerpo sin antes indagar en el origen del ilícito�, explico el legislador. Según Maya, que votó en contra de la Reforma Laboral, �este desborde institucional, de ser cierto, comenzó en el propio Poder Ejecutivo, en los funcionarios que llevaron a cabo la operación que según parece terminó en el pago de sobornos�. 
Está claro que los senadores justicialistas, pese a las profundas diferencias que conviven en el bloque �que bajo la conducción de Augusto Alasino transcurre una cotidiana dinámica al filo de la división� 
apuntarán a repartir sus culpas con el Gobierno en este escándalo mayúsculo. Esto es, según su extraña lógica, instalar la idea de que �resulta mucho más grave ofrecer un soborno que recibirlo�.
Y es por eso que, tal como informó en su edición del viernes Página/12, el astuto senador Jorge Yoma admitió la posibilidad de crear una comisión investigadora para determinar si existieron o no las coimas, pero advirtió con picardía que el propio De la Rúa debería figurar entre los primeros en declarar en ella. 

 

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