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Otro regalito para Tony de parte de su pobre angelito

Primero fue una borrachera pública; ahora, un batifondo en un hotel napolitano: la saga de Euan Blair, el hijo adolescente de Tony Blair, continúa, y el padre no da abasto con las desmentidas.

Blair no necesitaba esto.
El �interés público� tampoco.


Página/12 en Gran Bretaña
Por Marcelo Justo
Desde Londres

t.gif (862 bytes) La prensa dice que ocurrió y el gobierno lo niega enfáticamente. En el centro de una polémica que tensa al máximo las relaciones entre el Ejecutivo británico y la prensa se encuentra nuevamente Euan Blair, el primogénito de 16 años del primer ministro Tony Blair. El primogénito, que hace un mes y medio fue hallado por la policía borracho y semiinconsciente en el centro de Londres, debió ser llamado al orden en un hotel en la isla de Ponza, costa napolitana, por los desmanes que habría causado en horas de la madrugada tras una noche de discoteca y tragos. Al menos esa es la versión de la prensa italiana, que la prensa inglesa reprodujo en las primeras planas de los diarios ayer y que la oficina del primer ministro desmintió de inmediato como �pura basura�. 
El primero en lanzar la historia al ruedo fue Il Messagero, que utilizó un título enfático: �Signor Blair la smetta di far baccano!� (Señor Blair deje de hacer ruido). Con la borrachera de julio de trasfondo, la noticia fue recogida como un regalo del cielo por la prensa británica que viene manteniendo un interminable feudo con Tony Blair por el deseo de este último de mantener a su familia apartada de la mirada pública. Según el diario italiano, el lunes pasado, tras salir de noche con dos amigos adolescentes, Euan regresó al hotel Bellavista en un estado de euforia y comenzó a correr por los pasillos, riéndose ruidosamente, gritando y llamando al ascensor de un piso al otro. Ante las quejas de los clientes, despertados a las cinco de la mañana por el desorden, el dueño del hotel, que responde al vistoso nombre de Erasmo Mastropierro, debió intervenir, ordenándole a los tres muchachos que se fueran a dormir. 
Según la versión periodística, los tres adolescentes se fueron a la cama sin chistar y sólo volvieron a hacerse oír a las 11 de la mañana. �Euan was �educatissimo�, fue la respuesta de Mastropierro a las preguntas que le hizo el británico matutino Daily Telegraph. El mismo diario aseguró que el dueño del hotel confirmó que debió cortar el suministro eléctrico del ascensor y del hall para evitar el barullo. Sin embargo, la oficina del primer ministro desmintió categóricamente la historia. Según el comunicado oficial, Euan Blair estaba pasando unos días en la isla de Ponza con dos amigos y los padres de uno de ellos, continuamente vigilado por un par de policías italianos de civil, mientras el primer ministro, su mujer Cherie y los otros tres hijos proseguían sus vacaciones en la Villa de San Gimignano en la Toscana, a unos 250 kilómetros de Nápoles. �La historia es completamente falsa y no es de interés público�, concluía el comunicado. 
La reacción contrasta claramente con la actitud adoptada durante el incidente de julio, cuando tanto la oficina del primer ministro como el mismo Tony Blair reconocieron el hecho y colaboraron con la prensa. En esa ocasión, la línea oficial fue que la historia era de �interés público� y que por lo tanto era legítimo que la prensa buscase información sobre un hecho que, estrictamente hablando, concernía a la vida privada del hijo del primer ministro. Según el código voluntario que rige al periodismo británico, endurecido en 1997 a raíz de la trágica muerte de la princesa Diana, la única razón para divulgar detalles de la vida privada de una figura pública es si la publicación es de �interés público� (public interest), un concepto que resulta muy difícil de definir con precisión y que en la práctica deja muchos agujeros, como la delimitación exacta de qué constituye un hecho privado.

 

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