Por Facundo Martínez
La capacidad de cambio que mostró San Lorenzo en el segundo
tiempo, astucia técnica para ocultar la falta de ideas, le alcanzó
al conjunto de Ruggeri para ganar 3-1 frente a un Racing que, con esta
tercera derrota consecutiva en el Apertura, continúa último
en la tabla. El discreto encuentro regaló un golazo del uruguayo
Abreu que permitió cambiar los bostezos por aplausos. En la primera
mitad, Chatruc había abierto el marcador para los de Avellaneda;
Romeo y dos veces Abreu, convirtieron en el complemento para San Lorenzo
que, con seis puntos, es el único escolta de los punteros River,
Boca, Huracán y Newells. Un tragicómico duelo entre
las hinchadas le agregó una pizca de color al empobrecido espectáculo
que brindaron, cada uno en su tono, los dos equipos.
Tan pero
tan malo y desesperanzador fue el primer tiempo, que se podría
decir que hasta los relatores de las radios silbaban las jugadas, a coro,
por supuesto, con los hinchas. Y realmente fue así. Ya desde los
primeros minutos se puso en evidencia la falta de ideas ofensivas de ambos
conjuntos. Por momentos Racing parecía ser un poco más que
San Lorenzo; al rato, era al revés. Porque, ahogados en imprecisiones,
alternativamente los dos jugaron a insinuar ser lo que no fueron.
El Polo Quinteros, flamante refuerzo de los de Boedo, estuvo muy lejos
del gol. A los 11 minutos cabeceó un centro a las manos de Sessa.
Fue todo. El joven Romagnoli corrió como siempre, hizo algunos
amagues como siempre, pero a diferencia de otras veces no
terminó ninguna jugada bien. Quizás porque no encontró
a su lado a Franco, más preocupado por la posición que le
tocó en el reparto que por generar sociedades productivas. El flojo
trabajo de Erviti tampoco contribuyó a que el solitario Abreu recibiera
ninguna pelota más o menos limpia frente al arco. El equipo de
Ruggeri apostó a los centros y tiros libres de Serrizuela, que
cumplió en esto pero no lo hizo cuando debía sumar en ataque.
Lo de Racing no fue mejor. Saralegui, responsable de conectar a los volantes
con los delanteros, se equivocó mucho. No logró nunca ser
el conductor del equipo, función que recayó en Loscri, quien
lejos de ayudar a levantar el juego se limitó a correr por el carril
izquierdo y a chocar con Serrizuela hasta perder la pelota. Milito y García
entraron poco en el partido, y cuando lo hicieron fue gracias al sacrificio
de Chatruc, el mejor de su equipo. Fue precisamente Chatruc el que a los
25 minutos sacó ventajas luego de un tiro libre de Ubeda que Campagnuolo
no pudo contener.
El partido
no estaba para ninguno. Racing empezó mejor y San Lorenzo emparejó
el trámite. El marcador explicaba la ventaja parcial pero no la
justificaba, porque los dos fueron parejos en eso de mostrarse incapaces
de llegar al área rival con un poco de claridad.
En el segundo tiempo, San Lorenzo cambió. Ruggeri sacó a
Romagnoli y puso a Estévez; armó una línea de tres
en el fondo, por lo que Serrizuela se adelantó a la zona de volantes.
Franco volvió a ser el enganche, y recién ahí pudo
generar juego y ensamblar a delanteros y mediocampistas. Así llegó
la igualdad a los 17, tras un centro de Serrizuela que Romeo (había
entrado unos minutos antes por Quinteros) tomó de sobrepique para
clavarla al segundo palo de Sessa. Y el 2-1 llegó de penal, luego
de una mano de Bastía, que Abreu disparó fuerte a la derecha
del arquero.
El 3-1 fue un golazo. Una oasis en el desierto del partido. Verón
rechazó fuerte y arriba, Romeo la bajó de cabeza en el círculo
central y Abreu le puso el moño: recibió y encaró
el contragolpe. Tres contra tres. El uruguayo corrió vertical desde
la línea central mientras Bressán y Zanetti, preocupados
por dar el paso adelante para dejar fuera de juego a Romeo y a Estévez,
no llegaron a cerrar. Abreu vio la luz y amagando se mandó solito
hasta definir frente a Sessa.
Después, con todos los aplausos y la alegría para la gente
de San Lorenzo, comenzó el contrapunto entre las hinchadas, que
duró casi hasta el final. De yapa, en los últimos dos minutos,
Estévez y Romeo se perdieron sendos goles. Racing se fue en silencio.
¿Para qué hablar?
RUGGERI
RECONOCIO QUE REGALO UN TIEMPO
En el banco estuvo la solución
Por
A.G.
A pesar de la victoria, el técnico de San Lorenzo, Oscar Ruggeri,
reconoció que su equipo no jugó bien en la primera etapa,
aunque aclaró que el triunfo estuvo justificado por lo realizado
en la segunda etapa. En el primer tiempo jugamos mal, aunque luego
en el segundo cambiamos nuestra actitud y nos llevamos un justo triunfo,
afirmó Ruggeri.
Para el entrenador de San Lorenzo, la clave del triunfo estuvo en la posibilidad
de recambio que tiene ahora con la llegada de los refuerzos. San
Lorenzo jugó mal, bastante mal en el primer tiempo. Racing nos
ganó la pelota y el mediocampo. Pero por suerte ahora tengo recambio
y eso fue lo que encontré en el segundo tiempo con la entrada de
Estévez y Romeo. El banco esta vez me dio la solución: Estévez
abrió la cancha y Romeo prácticamente definió el
partido, señaló Ruggeri, que se mostró satisfecho
con la tarea general de su equipo.
Del otro lado, los jugadores y el cuerpo técnico de Racing se lamentaron
por la derrota, aunque también se quejaron del arbitraje de Horacio
Elizondo, sobre todo por el penal que le permitió a San Lorenzo
ponerse en ventaja 2-1. Sin ánimo de poner excusas, me dejaron
dudas algunos fallos de Elizondo, como en un tiro indirecto que por ahí
pudo ser penal, señaló el entrenador Alberto Jorge,
que igual consideró que la victoria de San Lorenzo fue justa. Lo
concreto es que San Lorenzo nos ganó bien, supo aprovechar nuestros
errores y distracciones en el segundo tiempo y eso tiene su mérito.
Me queda, como positivo, lo hecho en la primera parte, analizó
el técnico. La sorpresa en las declaraciones la puso Claudio Ubeda,
quien, a pesar de las tres derrotas en tres partidos con dos goles a favor
y ocho en contra, remarcó que la situación no es preocupante.
No hay que dramatizar, esto recién empieza, recién
van tres fechas y tenemos muchas posibilidades de rehabilitarnos,
señaló el capitán de Racing.
HUBO MAS INGENIO
EN LAS TRIBUNAS
Jugoso duelo de hinchadas
Por
A.G.
San
Lorenzo ganaba 3-1 y dejaba la sensación de tener todo
dominado. Por eso sus hinchas comenzaron a gozar a los de Racing,
que no podían creer cómo se les estaba escapando
un partido que hasta el empate de Romeo lo tenían controlado.
Sin embargo, no se achicaron ante la gastada rival y por eso,
durante 10 minutos, se produjo un contrapunto ingenioso entre
las dos hinchadas. Tras el segundo gol de Abreu que definía
el partido, la gente de San Lorenzo comenzó con la gastada.
Aprovechando que los de Racing estaban en silencio, el Shhh
que pregonaron algunos dejó al estadio mudo por un instante,
situación ideal para que apareciera el clásico Un
minuto de silencio.... La burla continuó: La
camiseta de Racing/ se tiene que transpirar/ y si no, no se la
pongan/ váyanse, no roben más, cantaban con
ironía. A pesar de la bronca, los de Racing sacaron pecho
y utilizaron la misma música para tapar a sus rivales.
La camiseta de Racing/ se lleva en el corazón/ yo
te sigo a todas partes/ aunque no salgas campeón,
fue la respuesta del momento. Claro que apenas duró un
ratito. Los locales volvieron a tomar protagonismo al recordar
la tabla de los promedios. Se van para la B/ se van para
la B.... Amparados por el resultado, los de San Lorenzo
atacaban y los de Racing apenas se defendían. Hasta que
metieron el contragolpe pegando dónde más le duele
a San Lorenzo: Ganá una copa/ la p... que te parió....
Sin embargo, apareció el ingenio de los locales para salir
del mal momento. Ganá un partido/ la p... que te
parió..., fue la réplica improvisada. Pero
los visitantes siguieron con su apuesta. Ni una Conmebol/
ni una Conmebol/ oohh.... Así continuaron hasta el
final. Ajenos a lo que ocurría en la cancha, las dos hinchadas
le dieron mucho color a un clásico pobre.
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