Audi añadió
a su gama actual un modelo especialmente interesante para todos los amigos
de los deportivos descapotables: el nuevo TT Roadster, que llega este
mes a la Argentina. Su diseño carece de cualquier solución
de compromiso. Su estética dinámica y sus valores interiores
proporcionarán entusiasmo seguro a todas las personas que deseen
aunar un estilo deportivo con una conducción placentera a cielo
abierto.
Pero un automóvil descapotable nunca podrá ser interesante
de verdad, si no es capaz de atraer también unas miradas ansiosas
cuando su capota no se ha replegado. Los diseñadores de Audi aceptaron
este reto, cuando empezaron a concretar el diseño para el TT Roadster.
Para su desarrollo se habían establecido numerosas condiciones.
Pero una de éstas, que no se suele encontrar con tanta frecuencia
en los pliegos de condiciones para los modelos descapotables, les ayudó
de manera especial en el desempeño de sus tareas: aunque todos
los detalles del concepto Roadster se habían tenido en cuenta ya
al definir las características para el Coupé, el Audi TT
Roadster tenía que ser un desarrollo completamente independiente.
Este es también uno de los motivos, porque las muchas soluciones
del Roadster y su realización práctica específica
hacen que su conducción sea una experiencia especialmente placentera.
Desde la seguridad activa y pasiva, que es capaz de ofrecer este Roadster,
pasando por su capacidad de prestaciones, que lo posiciona en un lugar
interesante en el concierto de los vehículos deportivos, hasta
sus altos niveles de calidad, que se expresan en forma de unos detalles
diseñados de forma especialmente cuidadosa.
Según declama Audi, con el TT Roadster se ha empezado a escribir
un nuevo capítulo en cuanto a la historia de la seguridad de los
coches descapotables. Este tema se debería iniciar con los dos
arcos antivuelco, cuyo anodizado pulimentado se puede considerar también
un elemento importante de su diseño, pero que constituyen en primer
lugar partes integrantes de la estructura de la carrocería, que
refuerzan la seguridad y la rigidez del Roadster. A pesar de todo, la
protección para los ocupantes no se limita sólo a estos
dos arcos.
Zonas de deformación en el frontal y la trasera, unas protecciones
altamente resistentes en las puertas y los robustos perfiles para las
taloneras del vehículo son nada más que tres ejemplos del
sistema de protección. Unos refuerzos calculados a precisión
con chapas de mayor calibre para las taloneras, así como unas transiciones
reforzadas en los puntos de unión entre las columnas A y B y el
grupo de bajos proporcionan al TT Roadster unos niveles de rigidez torsional
tan altos como los que sólo podían ofrecer hasta hace unos
años las berlina.
Gracias a análisis del comportamiento flexional y torsional de
los grupos y en base a las optimizaciones realizadas puntualmente en las
partes concretas de la carrocería, se ha podido obtener al mismo
tiempo un aceptable confort de marcha.
Pero antes de llegar a un caso de siniestro, el TT Roadster ofrece algunos
detalles técnicos que sirven precisamente para prevenir estos percances.
Junto con el Lamborghini Diablo, el TT Roadster es el único roadster
de serie del mundo que cuenta con un sistema de tracción a las
cuatro ruedas.
Su acabado ofrece, además, otros sistemas que descargan al conductor.
Por ejemplo, frenos antibloqueo ABS con distribución electrónica
de la presión de frenado EBV, diferencial autoblocante electrónico
EDS. Unos frenos dimensionados de forma generosa proporcionan una capacidad
de deceleración, que harán recordar a su conductor en cualquier
momento que el camino más rápido hacia un destino no depende
siempre de la velocidad más alta posible. El TT Roadster quattro
de 225 CV cuenta con cuatro frenos de disco autoventilados.
Unas reservas adicionales para una alta seguridad y un gran dinamismo
de marcha residen en el chasis de vías anchas con tarado deportivo
para sussuspensiones. El tren delantero cuenta con un eje elástico
de tipo McPherson. Para el puente trasero de la variante quattro se emplea
una construcción con brazos longitudinales y transversales. Los
espirales y los amortiguadores se han montado de forma independiente.
En la versión con tracción frontal, el tren trasero compacto
ofrece un eje de brazos interconectados, cuya geometría elastocinemática
se ha diseñado con alta precisión para mejor estabilidad
de la vía.
Los motores de cuatro cilindros y 1,8 litros cuentan con turbocompresor
y tapa de cinco válvulas por cilindro y proporcionan una potencia
máxima de 180 CV. La segunda variante con turbocompresor de capacidad
más alta e intercambiador de aire adicional alcanza una potencia
de 225 CV. Con esta mecánica potenciada, el TT Roadster puede acelerar
en 6,7 segundos de 0 a 100 kilómetros por hora. El Roadster con
tracción integral es capaz de alcanzar una velocidad máxima
de 237 kilómetros por hora.
Además de estas prestaciones en cuanto a la aceleración
y la velocidad máxima, sus virtudes de elasticidad son todavía
más impresionantes con una caja de cambios seis velocidades para
el TT Roadster quattro de 225 CV, este modelo dispone de suficientes alternativas
de relación para poder proporcionar unas prestaciones fulminantes.
Confort
y seguridad
Siguiendo las pautas
marcadas por el TT Coupé, los diseñadores del modelo
Roadster han demostrado en el puesto de conducción un profundo
cuidado de todos sus detalles: volante deportivo, indicadores enmarcados
con incrustaciones de aluminio, pedales y apoyapié izquierdo
en acero inoxidable pulido, son nada más que algunos ejemplos
del equipamiento que ofrece un Audi TT.
A esta breve relación se podrían añadir algunos
otros elementos que refuerzan el confort en el habitáculo
del TT Roadster: tapicería de cuero lujosa, sistemas de sonido
compenetrados de forma armoniosa, portaobjetos con cerradura enlazada
con el cierre centralizado en el panel detrás de los asientos.
Además, los clientes del TT Roadster tienen a su disposición
de forma opcional el acabado Authentic, que ofrece una estética
tipo guante de béisbol que se había visto en el prototipo
experimental del nuevo modelo.
Lo
más probable es que el TT Roadster se desplace más
frecuentemente con su lona replegada. Su capota, que cuenta con
una amplia luneta térmica de cristal, se puede desbloquear
con mando eléctrico y se repliega de manera sencilla detrás
de los respaldos.
Si el conductor lo desea, la capota de su automóvil desaparecerá
replegada debajo de una funda protectora, que cuenta con un sistema
de fijación muy eficaz. Para eliminar en el habitáculo
las turbulencias, que se suelen producir al desplazarse rápido
con la capota replegada, el TT Roadster ofrece un protector de viento
fabricado en cristal y con mando eléctrico, cuyo diseño
se ha adaptado a la forma de los arcos antivuelco.
Tradicionalmente, los automóviles roadster han sido siempre
deportivos de pura raza, pensados para los conductores más
puristas. Pero al contrario de lo que ocurría en otros buenos
tiempos, la modernidad no admite ningún tipo de concesión
respecto de la seguridad, el confort o la perfección. El
nuevo TT Roadster encarna estos aspectos de manera impresionante.
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