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PINOCHET
FUE A COMPRARLE UN REGALO A SU NIETO |
El ex dictador chileno Augusto Pinochet debe estar triste, pero no tanto
como para no prestarles atención a sus nietos. Luego del desafuero
en su contra que confirmó la Corte Suprema chilena hace dos semanas
para que sea juzgado por los crímenes de la Caravana de la Muerte
(ocurridos en 1973), el ahora senador vitalicio prepara su aparición
pública para este miércoles. Pero antes, según el diario
El Mercurio, se fue a un shopping de la zona oriental de Santiago (como
la Zona Norte en Buenos Aires), con uno de sus nietos y cinco escoltas,
para comprarle al primero un peluche de Pokémon y figuras de los
mutantes X-Men. Mientras tanto, en Chillán (300 km al sur de Santiago),
el Ejército volvió a condenar la situaciónen la que se encuentra su comandante en jefe benemérito. "Todas las vivencias de hoy constituyen la exaltación de lo contingente y de aquello que, lejos de unirnos como comunidad nacional, nos puede separar. Esto tensiona profundamente el alma de Chile, más aún cuando sabemos que no será la generación actual la que puede juzgar con objetividad lo ocurrido en Chile en el pasado reciente". Esto es lo que dijo ayer el jefe del Ejército, general Ricardo Izurieta, enfrente del presidente Ricardo Lagos en Chillán, donde ambos viajaron para homenajear a Bernardo O'Higgins en el día de su nacimiento. Como para que no quedaran dudas del tono, Izurieta se permitió comparar al mismo Pinochet con el padre de la patria chilena. O'Higgins había debido renunciar al liderazgo de Chile por presión de sus compatriotas, y murió en Perú, donde se había autoexiliado. Lagos no habló en el acto, pero respondió a través de las preguntas de los periodistas. "Está bien" que el Ejército abogue por la unión nacional, dijo el presidente chileno, y aclaró que frente al malestar militar la situación "es absolutamente tranquila", aunque reconoció que las relaciones entre el gobierno y las Fuerzas Armadas "podrían ser mejores". En otro orden de cosas, el senador oficialista Sergio Bitar reveló al diario La Tercera el contenido de unas grabaciones que él mismo realizó con el ex canciller Orlando Letelier, asesinado en Washington en 1976. En estas grabaciones, Letelier dice que Pinochet siempre intentó dar una imagen de lealtad hacia el presidente Salvador Allende, al que posteriormente derrocó. Al día del golpe, Letelier era ministro de Defensa de Allende y tuvo trato personal con Pinochet.
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