El irresistible ascenso del delfín de Bill Clinton
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Por Martin Kettle Desde Washington El candidato demócrata a la presidencia, Al Gore, no pudo sacar más provecho de su discurso ante la convención de su partido el jueves pasado. A tres días de haber iniciado la recta final para las elecciones presidenciales de noviembre, Gore logró inclinar por el momento la balanza de las encuestas. Según una encuesta de la revista Newsweek, Gore tiene el 48 por ciento de las intenciones de voto frente al 42 por ciento del candidato republicano George Bush Jr., que hasta ahora lo superaba ampliamente en los sondeos. El candidato del Partido Verde, Ralph Nader, tiene el tres por ciento y Pat Buchanan, del Partido de la Reforma, el uno por ciento. En otra encuesta realizada ayer por Gallup para CNN, Gore obtiene un 47 por ciento y Bush apenas un punto atrás. Nader se mantiene con tres por ciento y Buchanan se queda con el dos por ciento. Aunque este tipo de repuntes es normal para cualquier candidato luego del fin de la convención de su partido, estos sondeos implican un gran triunfo para Gore, que desde el año pasado ve a Bush desde muy lejos en las encuestas. "Obviamente estamos contentos con el resultado de las nuevos sondeos", declaró el jefe de campaña de Gore, William Daley, "pero la única encuesta que importa es la del 7 de noviembre". El candidato demócrata superó incluso sus niveles de aceptación en torno a su simpatía --terreno donde Bush lleva las de ganar-- y su honestidad. Gore pasó el fin de semana en campaña por el río Mississippi, visitando los estados que son considerados cruciales para las elecciones. Por su parte, Bush estuvo en Tennessee. Estos lugares subrayan de por sí cuáles son las intenciones de los candidatos para los próximos días. Bush y Gore pasarán una desproporcionada cantidad de tiempo en los estados que van de Wisconsin a Nueva Jersey. Tanto el equipo de campaña de Gore como el de Bush también tienen una lista de los estados que le son adversos hasta el momento para viajar allí y limar un poco el apoyo a su adversario. Para Gore, en esta categoría están los estados de Florida, Georgia y Carolina del Norte. Para Bush, se trata de los estados de Oregon, Arkansas (la patria del actual presidente Bill Clinton), West Virginia y hasta California. La decisión de llevar la campaña a esos estados también está motivada por una necesidad de forzar al candidato rival de desviar importantes fondos para publicidad en aquellos lugares donde no les hacía falta. Los asesores de ambos bandos están discutiendo actualmente el número y formato de los debates televisivos futuros. La Comisión Federal Electoral propuso la realización de tres debates en octubre, incluyendo uno sólo para los candidatos a vicepresidente. Los demócratas aceptaron la propuesta de Bush de un segundo debate después de ese mes entre los candidatos a presidente.
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