Por Fernando Cibeira
Está
claro que el vicepresidente Carlos Chacho Alvarez no quiere
que el caso por el presunto pago de coimas en el Senado se diluya. Ayer,
se mostró a favor de desaforar masivamente a los senadores para
que la Justicia pueda investigar sin trabas, con lo que el escándalo
podría convertirse en una suerte de mani pulite
argentino, consideró. La estrategia que nos hemos fijado
es fortalecer y defender las instituciones y se las defiende y fortalece
cuando son transparentes, porque tapando, se daña, sostuvo
Alvarez. Hoy, el vicepresidente será protagonista en la decisiva
jornada en el Senado en la que declararán el senador Antonio Cafiero,
un testimonio que Alvarez calificó como la punta de la madeja
para desenrollar el ovillo.
Chacho Alvarez fue el primer hombre del Gobierno en hacerse eco del rumor
que recorría el Senado sobre la existencia de sobornos a cambio
de la aprobación de la Ley de Reforma Laboral y, en un reportaje
con Página/12, dijo que el caso merecía investigarse. También
sostuvo que, si se comprobaban las denuncias, sería terminal
para la política. Después, mientras el presidente Fernando
de la Rúa parecía más cómodo en los momentos
que el entuerto languidecía, eran Alvarez y los legisladores que
le responden quienes volvían a colocarlo en el primer plano. El
viernes pasado, el vicepresidente salió fuerte en una rueda de
prensa junto al jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, prometiendo una investigación
a fondo. Ayer, Alvarez se explayó de nuevo a su gusto. De sport,
improvisó una conferencia en el bar en la esquina de su casa y,
luego, habló con tres radios. Hay que investigar a un grupo
de senadores, que no sabemos cuántos son, quiénes son, porque
todavía nos basamos en rumores y no hay ningún dato objetivamente
cierto y claro, explicó.
Según habían anticipado fuentes del Gobierno, De la Rúa
y Alvarez se encontrarían ayer en Olivos para unificar la estrategia
oficial sobre el tema. La reunión no fue posible de verificar por
ningún lado. Incluso, corría un rumor acerca de que el encuentro
se habría producido el sábado y que no había concluido
en buenos términos.
En principio, la dupla presidencial debía determinar si era preferible
que la investigación la llevara a cabo la Comisión de Asuntos
Constitucionales como dijo en algún momento el Presidente,
una comisión especial como desea el bloque de senadores radicales
o directamente la Justicia en la variante que ayer se pronunció
Chacho. Es muy difícil, al estar involucrado una parte
de los senadores en este tema, que el propio cuerpo pueda llevar adelante
una investigación objetiva, explicó Alvarez, en rechazo
de la formación de una comisión. Sería bueno
que los senadores hicieran una presentación ante la Justicia para
demostrar que se está dispuesto a toda investigación,
insistió.
Nuevamente, Chacho negó que el tema hubiera provocado un distanciamiento
con el Presidente y adjudicó esas versiones a grupos interesados.
Veo intencionalidades, no podría decir de dónde surgen,
me parecen asociadas a la campaña de dolarización, a las
campañas de relevo de Machinea, dijo.
Lo cierto es que, dentro del Gobierno, Alvarez levanta en soledad la bandera
de una investigación a fondo y sin concesiones. Luego
de la reacción inicial en la que calificó las versiones
como absurdas, De la Rúa, un poco a regañadientes,
habló la semana pasada de la posibilidad de una investigación,
aunque siempre acotada a la propia Cámara alta. Nada parecido a
un mani pulite. Incluso, Alvarez perdió en el fragor
del caso la amistad que mantenía con el ministro de Trabajo, Alberto
Flamarique, el principal negociador del Gobierno por la flexibilización
laboral.
Ayer, el vicepresidente contó, confirmando lo adelantado por Página/12,
que le había preguntado al ministro por los rumores. Me juró
que no hubo absolutamente nada de ningún sector del Gobierno y
que él no tuvo absolutamente nada que ver, reveló.
También lo consultaron acerca del jefe de la SIDE, Fernando de
Santibañes, y al ex ministro Enrique CotiNosiglia,
a quienes las versiones que circulan en el Senado los mencionan como participando
de las negociaciones non sanctas. No hablé con Santibañes
ni con Nosiglia, respondió. Y aclaró que sólo
lo había hecho con Flamarique porque pertenece al Frepaso.
Alvarez dejó la duda flotando cuando le preguntaron sobre la posibilidad
de que el dinero que se utilizó para el pago de las presuntas coimas
hubiera salido de la SIDE. Si contesto, estaría adelantando
opinión, se escudó, al hablar en el programa La
Cornisa, de Luis Majul. Me preocupa que una agencia de inteligencia
pueda gastar sin dar cuentas a la sociedad de cuánto gastó
y en qué gastó, consideró.
Una y otra vez, el vicepresidente evaluó que la llave para conocer
la verdad de lo sucedido está en lo que declare Cafiero. Chacho
citó al veterano senador justicialista a la tradicional reunión
de los martes con los jefes de los bloques. Si Cafiero cuenta algo de
lo que se dice que sabe se comenta que un senador del PJ le confesó
haber recibido dinero-, podría dispararse un conflicto con derivaciones
imposibles de medir.
Toda presentación en la Justicia va a tener que tomar a Cafiero
como punto de referencia, apuntó Chacho, que imaginó
ese testimonio como el posible puntapié inicial de la purificación
de la política. Un hecho que, de suceder, seguramente no dejará
incólume al Gobierno. Esto salvando las distancias, es como
pasó en Italia cuando empezó mani pulite. Empezó
como un tema menor, una comisión que se pagaba, y ahí empezó
la madeja que llegó hasta donde llegó, dijo.
LA
INTERPRETACION DE ALFONSIN Y EL DELARRUISMO
La mira en la interna del PJ
Por
E.T.
El radicalismo se preguntó
ayer si la interna del peronismo no tenía nada que ver con la propagación
del rumor sobre las presuntas coimas a senadores para que aprobaran la
Ley de Reforma Laboral. ¿No habrá un poco de juego
interno del justicialismo en el Senado, para que alguien meta la pata?,
más opinó que se preguntó el ex presidente Raúl
Alfonsín. Por su parte allegados al presidente Fernando de la Rúa,
consultados por Página/12, destacaron la importancia que tenía
la interna peronista como hipótesis probable del origen del rumor.
Yo me hubiera vuelto loco si durante mi presidencia ocurría
un hecho como éste en el Senado. En cambio el presidente Fernando
de la Rúa lo tomó con preocupación, pero con la serenidad
que lo caracteriza, dijo ayer Alfonsín en el programa televisivo
que conduce el periodista Enrique Llamas de Madariaga.
Alfonsín negó que la preocupación del Presidente
por el tema de las presuntas coimas se deba a una campaña oficial
para desprestigiar al Senado, como argumentaron destacados senadores peronistas.
En verdad, Fernando de la Rúa cambió su discurso luego de
entrevistarse con el ex presidente en sus oficinas de la avenida Santa
Fe. A riesgo de ir a contramano del vicepresidente Carlos Chacho
Alvarez, que había afirmado a este diario que si corrió
plata sería la decadencia terminal, De la Rúa eligió
reunirse en la quinta de Olivos con un reducido grupo de senadores peronistas.
Precisamente con los mencionados en un anónimo como partícipes
del cobro de coimas.
Si esto fuera cierto, a quien más dañaría es
al Ejecutivo. Ya que alguien hizo entrega del dinero tuvo que provenir
del Gobierno. Por eso De la Rúa se vio en la necesidad de reclamar
que la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara
alta inicie una investigación, subrayó Alfonsín,
que reiteró su decisión de retirarse de la política,
si se comprueba la veracidad del rumor. Por las dudas aclaró que
jamás pensó que fuera cierto.
Fuentes del delarruismo consultadas ayer por este diario precisaban que
el rumor sobre las coimas podía tener varios orígenes posibles.
Según ellos, la hipótesis más creíble era
la de una cortina de humo destinada a encubrir la interna entre
Jorge Yoma y Eduardo Menem por el control del peronismo riojano.
Otra posibilidad era que las versiones emanaran de algún
herido por una interna sobre la que no avanzaban en sus precisiones
si era una interna del peronismo o del radicalismo, del Senado o del gabinete.
No tenemos cinco pesos y dicen que dimos 10 palos de coimas. Este
rumor es una cosa de locos, dijeron a Página/12 fuentes muy
cercanas a Fernando de la Rúa. En la víspera de un día
en el que todas las miradas estarán puestas en el Senado, el Presidente
se dedicó al descanso, en Pilar. Su única actividad pública
fue una reunión con el ministro de Economía, José
Luis Machinea.
Si Alasino
deja la jefatura del bloque, Cafiero amenaza con irse
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Cafiero buscará remover a Augusto Alasino como
presidente del bloque de senadores. Si no lo consigue y se va, confía
en hacerlo con Villaverde.
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Por Diego Schurman
Antonio Cafiero intentará
sumar votos para remover a Augusto Alasino de la jefatura de bancada de
senadores del PJ. Pero de no lograrlo ya tiene decidido separarse del
bloque justicialista. Así se lo confesó ayer a los legisladores
Jorge Villaverde y Héctor Maya, dos de sus aliados en la cruzada
contra el supuesto pago de sobornos en el Congreso.
Cafiero dará a conocer su decisión durante esta jornada.
El legislador no sólo pretende el paso al costado de Alasino sino
también del resto de la conducción de los senadores del
PJ: Remo Costanzo, Angel Pardo, José Luis Gioja, Beatriz Raijer
y Alberto Tell.
Lo que Cafiero, Villaverde, Maya y otros de los comensales debatieron
es de qué manera se justificará el pedido de renuncia.
Lo que se va a decir es que se ha perdido la confianza en ellos,
ya que no pudieron argumentar el voto afirmativo a la Ley de Reforma Laboral,
o al menos que los argumentos que utilizaron no fueron los reales dijo
a Página/12 uno de los partícipes del encuentro.
Aquel voto no se produjo ayer sino en abril, o sea hace cuatro meses.
La avanzada de Cafiero sin duda profundizará la puja interna en
el Senado. Pero el senador sabe que su cruzada no tiene muchos adeptos
dentro del justicialismo. Por eso ya imagina su alejamiento del bloque
justicialista y no descarta que Villaverde se sume a la travesía.
No será la primera fractura. De hecho, por diferencias con Alasino,
los senadores Maya, Eduardo Varizat y Alberto Rodríguez Saá
ya se separaron del bloque.
Cafiero considera que el pedido de renuncia de Alasino tendrá una
sola lectura y que le servirá para marcar diferencias. Cree que,
por el momento, no puede ofrecer más que ese gesto ya que, a pesar
de la insistencia de Carlos Chacho Alvarez para que hable,
asegura carecer de pruebas del supuesto pago de coimas.
De todas maneras, algo que rondó en la reunión que realizó
en su casa fue la necesidad de volver la mira sobre el Gobierno. El razonamiento
es que si alguien recibió dinero para aprobar la reforma laboral,
alguien pagó. Y ese alguien es quien fue beneficiado con la aprobación
de la ley.
Si la SIDE dice que va a empezar a utilizar un detector de mentiras
sería bueno que el primero en usarlo sea De Santibañes ironizó
el participante de una de las reuniones en casa de Cafiero.
Los senadores que buscan despegarse de cualquier tipo de escándalo
quieren que se investigue a aquellos que tienen responsabilidad política
en el tema. Concretamente sospechan de la capacidad logística
del jefe de la SIDE una forma elegante de calificar la disponibilidad
de fondos reservados por parte de esa secretaría y del trabajo
en el llano de Alberto Flamarique para que le aprueben su ley.
Hugo Moyano ya acusó al ministro de Trabajo. Para los senadores
tenemos la Banelco, dijo haber oído el jefe de la CGT de
boca de Flamarique, que lo desmintió.
Cafiero se valió de esas declaraciones para invitar al sindicalista
a sumarse a la cruzada. El teléfono de Moyano no dejó de
sonar en las últimas horas. Pero no sólo recibió
llamados de legisladores del PJ. También de altos funcionarios
del Gobierno.
Ante tanto revuelo, el jefe de la CGT disidente prefirió mantenerse
en silencio hasta hoy, a la espera de lo que suceda luego de que Cafiero
pida el paso al costado de Alasino.
De todos modos, el sindicalista no podrá evitar a la prensa. Es
uno de los invitados a la Audiencia Pública sobre la deuda externa
que organiza la Comisión Bicameral Jubileo 2000.
Moyano tiene que hablar a las 17 en el Salón Azul del Congreso.
La Audiencia, que se iniciará a las 10, fue convocada por el presidente
de la comisión, el diputado Mario Cafiero, y contará con
figuras renombradas, entre ellas Raúl Alfonsín, el jefe
de asesores del Ministerio de Economía, Pablo Gerchunoff; el arzobispo
de La Plata, Héctor Aguer; el embajador deItalia, Giovanni Jannuzzi;
y el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, entre otros.
HOY,
DOS REUNIONES DE BLOQUE Y DOS DE COMISIONES
Show continuado en la Cámara alta
Los senadores justicialistas
Antonio Cafiero y Jorge Villaverde tendrán un día tan inolvidable
como agitado. Ambos están invitados-obligados a participar en las
reuniones de dos importantes comisiones: Asuntos Constitucionales y Labor
Parlamentaria. En ambas los esperan para hablar de los supuestos sobornos
que se pagó a senadores del PJ para aprobar la Reforma Laboral
y que ellos denunciaron a través de la presentación de sendas
cuestiones de privilegio que desataron una polémica que parece
no tener fin.
La realización de estas reuniones llevó a cambiar los hábitos
de la Cámara alta. Por ejemplo, las reuniones de bloque del PJ
y Alianza que normalmente se realizan por la tarde se adelantarán
para el mediodía. En el bloque oficialista se prevé la posibilidad
de proponer la creación de una comisión investigadora donde
el bonaerense Leopoldo Moreau se autopropondría para conducirla.
Pero sin duda, la reunión más difícil se dará,
obviamente, en el PJ. Seguramente Cafiero será el blanco de las
críticas, y allegados al veterano dirigente sostienen que tiene
pensado pedir la renuncia de la conducción del bloque o renunciar
a él, dos formas de diferenciarse de sus colegas sospechados (ver
nota aparte).
Las reuniones de la tarde son importantes porque las comisiones son presididas
por dos hombres que tienen particular interés en este tema, aunque
con motivaciones opuestas: Jorge Yoma y Carlos Chacho Alvarez.
El senador riojano preside la estratégica Comisión de Asuntos
Constitucionales. Desde un primer momento se opuso a que se investiguen
estas denuncias pero, como el tema continuó, decidió modificar
su posición (aunque buscando el mismo objetivo), y redobló
la apuesta tanto a sus colegas del justicialismo como a los de la Alianza
al anunciar que pretende convocar a la comisión al propio presidente
Fernando de la Rúa y, eventualmente, al ministro de Trabajo, Alberto
Flamarique, así como también al titular de la SIDE, Fernando
de Santibañes, y al ex ministro Enrique Coti Nosiglia.
En este cónclave, previsto para las 15, se analizará además
de la propuesta de Yoma la posibilidad de crear un grupo investigador,
o la de formar otro conjunto entre esta comisión y la de Libertad
de Expresión, ya que la primera versión de los pagos de
favores surgió a partir del artículo publicado por el periodista
Joaquín Morales Solá. Senadores del PJ que no comulgan con
Cafiero ni con Villaverde, ven con buenos ojos esta posibilidad porque
sostienen que la mejor manera de olvidar un tema incómodo
es hacer que navegue entre dos comisiones.
Pero el día de Cafiero y Villaverde no terminará allí.
A las 18 los espera Alvarez para que concurran a Labor Parlamentaria,
en un encuentro donde sólo suelen participar los presidentes de
bloques. La intención de Alvarez es presionar a Cafiero para que
aporte los datos que entiende que posee. Para acompañar este pedido,
el vicepresidente adelantó ayer su posición sobre la necesidad
de que la Justicia investigue estas denuncias y para ello solicitó
el desafuero de los senadores.
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