Por Raúl Kollmann
 Cerca del 80 por ciento de los ciudadanos cree que son ciertas las acusaciones sobre las coimas pagadas a senadores para aprobar la ley laboral. Un porcentaje similar insiste en que debe profundizarse la investigación. Estos son los datos claves de una encuesta que anoche trascendió en el Congreso, pero que fue encargada por el Gobierno durante el fin de semana. Por ahora, la opinión pública apunta a los mismos senadores, ya que casi la mitad de las personas piensa que son ellos los principales responsables. Una de cada diez personas cree que Carlos �Chacho� Alvarez tiene responsabilidad y son aún menos los que imputan a Fernando de la Rúa. Un dato a tener en cuenta: la mitad de los ciudadanos cree que el escándalo de las coimas es parte de un plan de Carlos Menem destinado a desestabilizar al Gobierno. Los principales encuestadores sostienen que el principal afectado es el Senado, y más el justicialismo que la Alianza.
El estudio pedido por la Casa Rosada fue realizado a lo largo del domingo, pero no trascendió cuál fue la consultora a la que se le hizo el encargo. Los principales resultados son los siguientes:
 El 80 por ciento cree que son ciertas las acusaciones de coimas. Cerca del 15 por ciento sostiene que no hubo sobornos, mientras que el resto no sabe o no contesta.
También un 80 por ciento reclama que se profundice la investigación.
Casi la mitad de la gente cree que los culpables del cobro de coimas son los propios senadores. Un 10 por ciento menciona a Chacho Alvarez como culpable y un 8 a De la Rúa.
Un 30 por ciento cree que el caso puede afectar la transparencia del Gobierno.
Un 55 por ciento piensa que detrás del escándalo hay un plan de Carlos Menem destinado a desestabilizar al Gobierno. Este dato tiene que ver fundamentalmente con la mala imagen que tiene el ex presidente.
El caso de las coimas está siendo evaluado por la mayoría de los consultores, sobre todo porque uno de los grandes interrogantes es cómo lo está absorbiendo la opinión pública.
Hugo Haime, de Hugo Haime y Asociados, señala que �sin duda se ratifica el descrédito de la clase política, sea verdad o mentira la cuestión de las coimas. El caso ahonda la visión crítica que existe especialmente sobre las legislaturas. Por eso, el interrogante no es qué pasa con el Senado sino con el Gobierno. Hoy por hoy la gente todavía no le echa la culpa al Ejecutivo, pero habrá que ver qué pasa, cómo continúan las investigaciones. En este momento me parece que afecta más a los justicialistas porque en el centro de la escena están los senadores Augusto Alasino y Antonio Cafiero y hay que decir también que en general las sospechas tradicionalmente han estado más asociadas al PJ que a la Alianza�.
Para Analía del Franco, de Analogías, �la gente ya tenía una mala imagen del Senado: en nuestra encuesta de mayo, la Cámara alta sólo registraba un 22 por ciento de opiniones positivas. Además, las acusaciones sobre coimas calzan justamente con toda la campaña que hicieron la Alianza y el Gobierno durante el último año y medio diciendo que hace falta transparencia y que existe un alto grado de corrupción. Es obvio que ahora la mayoría debe estar pidiendo que se investigue en serio�.
Por su parte, Enrique Zuleta Puceiro, de Ibope OPSM, cree que �la opinión pública sigue estos temas con relativa indiferencia. La gente escucha acusaciones respecto de una clase política sobre la que ya tiene una presunción de culpabilidad. Como no espera nada de ese ámbito, que es el Senado, tampoco se escandaliza ni se compromete con el debate. Es, sin duda, el peor de los escenarios, el de la indiferencia, cuando justamente se necesita el máximo esfuerzo para devolver credibilidad a lasinstituciones después de una larga etapa de desprecio por su funcionamiento. Yo creo que afecta al Gobierno en el sentido de que el Gobierno había convertido la ley laboral en uno de sus logros más importantes, tal vez dándole significación excesiva. Afecta a un ministro de gran performance como Alberto Flamarique y es un golpe al Frepaso. Bien mirado, es una tormenta en un vaso de agua, pero revela la debilidad política del Gobierno a pesar del inmenso crédito que tiene el Presidente�.
ALFONSIN EXPLICA SU PREOCUPACION
Es falso y la gente cree
Raúl Alfonsín dijo que, en la cuestión de las coimas, parte de dos cosas: �Primero que es absolutamente falso y segundo que la gente lo cree�. Por eso recomienda investigar a fondo.
En una conversación radial con Néstor Ibarra y Marcelo Bonelli, ayer por la mañana, el ex presidente aceptó definir a varios funcionarios.
�¿Usted pone las manos en el fuego por Fernando de la Rúa? �le preguntaron.
�Ese es un lenguaje fascista. Yo tengo absoluta confianza en De la Rúa.
�¿Y por Fernando de Santibañes?
�También, desde luego, en ese aspecto, aunque discrepe en otros aspectos.
�Porque usted sabe que se dice que si existió coima la SIDE habría puesto el dinero.
�Sí, lo dicen por ahí. Pero yo tengo absoluta confianza de que él no lo ha hecho de ninguna manera. Quiero decir, de paso, que cuando yo hablé de una campaña contra Machinea no lo pretendí involucrar a él directamente, ¿eh?
Cuando le comentaron que la diputada Elisa Carrió (UCR-Alianza) dijo que no tiene dudas de que los sobornos existieron, Alfonsín respondió:
�Bueno, yo tengo totales dudas. Y lamento que Lilita...
Después defendió al ministro de Trabajo, Alberto Flamarique. Recordó que Flamarique negó haber dicho la frase que le atribuyó Hugo Moyano sobre el uso de una Banelco para �convencer� a los senadores de que votaran la reforma laboral.
|
