Por Mariana Carbajal
La comisión especial de fiscales, presidida por Norberto Quantín, que investiga casos de robo de bebés, encontró conexiones entre un hecho denunciado en una clínica de Villa Martelli, partido de Vicente López, y otro del hospital municipal de San Francisco Solano, en Quilmes. Los fiscales detectaron en ambos casos un modus operandi casi idéntico para la presunta sustracción de una criatura recién nacida y la presencia sospechosa del mismo médico.
Se trata de Carlos Alberto Cid, el médico de guardia que le hizo la última ecografía a Stella Maris Cerrati de Moreno y le anunció que su bebé estaba muerto. A la mujer le entregaron un pequeño cadáver y dos años después descubrió, con un estudio de ADN, que el cuerpito que había enterrado no correspondía a su hijo. El mismo Cid era director del hospital municipal de Solano en 1996, cuando ocurrió otro hecho similar, que está siendo investigado por la Justicia de Quilmes.
La conexión fue descubierta en las últimas semanas por el equipo encabezado por Quantín, que está analizando al menos nueve expedientes iniciados en tribunales de distintos puntos del país sobre robo de bebés para detectar semejanzas en metodologías y la repetición de nombres de sospechosos. Cid es uno de los principales acusados en la causa en la que el matrimonio Moreno busca a su hijo. Para el grupo de investigadores de Quantín es �muy sospechoso� que aparezca también en otro caso similar denunciado en otro punto del conurbano bonaerense.
Stella Maris Cerrati llegó para dar a luz a su cuarto hijo el 29 de abril de 1995 a la Clínica Unión, de la UTA, el sindicato de los colectiveros, de Villa Martelli. Al tercer día, Cid se hizo cargo de la guardia del centro médico. Le realizó una ecografía y, sorpresivamente, le comunicó que el bebé estaba muerto. �Le anunció que la criatura había fallecido, a pesar de que todos los estudios anteriores señalaban que el embarazo tenía un pronóstico auspicioso�, señaló a Página/12 Francisco Posse, secretario de la Fiscalía General Nº 3 a cargo de Quantín. Cuando recibió la noticia, el 2 de mayo de 1995, Stella Maris le pidió al médico que le practicara una cesárea, pero Cid insistió en realizarle un parto normal, y a los 3 días el matrimonio recibió el cadáver.
A Horacio Daniel Salguero y a su esposa también les anunciaron que el hijo que esperaban había nacido muerto. El parto tuvo lugar en el hospital municipal de Solano, en 1996, donde casualmente era director el mismo Cid, según pudieron determinar los fiscales. El 24 de julio de ese año Salguero realizó una denuncia por mala praxis para que se investigue el fallecimiento del bebé. Como en el caso de los Moreno, tiempo después a través de un examen de ADN la pareja comprobó que el cadáver que les habían dado no era el de su hijo. La sustracción de la criatura está siendo investigada por el juzgado en lo Criminal y Correccional de transición Nº 1 de Quilmes, a cargo de Mario Caputo. La fiscalía Nº 4 acaba de recibir un informe de Quantín que advierte sobre la presencia del mismo médico en ambos casos.
A los tres días que los Moreno denunciaron el robo de su hijo, la Clínica Unión cerró sus puertas definitivamente. Cid fue procesado en un primer momento junto a otros seis profesionales que intervinieron en el parto. Llamativamente, desapareció la historia clínica original de Stella Maris y la copia �según el expediente judicial� �posee tantas adulteraciones que torna espurio su contenido�. �Pero a pesar de estos hechos sospechosos, el 12 de junio último la jueza de transición Nº 1 de San Isidro, María Cohelo, firmó el sobreseimiento definitivo de Cid y los otros especialistas con argumentos insólitos�, consideró Posse, quien analizó el expediente. La medida fue apelada y ahora debe resolver la Cámara de Apelaciones de San Isidro.
La rapidez de Antonio
El titular de FAVAT, Gregorio Dalbón, denunció al hijo mayor del presidente, Antonio de la Rúa, por circular �a más de 170 kilómetros por hora� mientras se dirigía con Shakira hacia la quinta que la familia tiene en Pilar. Dalbón radicó la denuncia ante la jueza correccional Angela Braidot, a quien le solicitó que cite a declarar como testigo a Shakira y los miembros de la custodia presidencial que escoltaron a la pareja. |
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