Por Pablo Plotkin
�Tené cuidado con lo que deseás, porque se te puede cumplir�: Gustavo Santaolalla repasa la advertencia en el lobby de un hotel señorial de Buenos Aires, donde pasa los últimos tres días de su año y medio sin tomarse vacaciones. El productor argentino asentado en Los Angeles, responsable de algunos de los discos capitales del rock latino de los �90 (Café Tacuba, el Divididos de La era de la boludez, Control Machete, Puya, Bersuit, Molotov) recapitula sobre sus últimas horas y vislumbra las que vendrán. �Vengo de pasar dos días en México, uno en Los Angeles para presenciar el (festival latino) Watcha Tour, tres días en New York para la Latin Music Conference, un día en Los Angeles para hacer base, uno y medio en San Francisco grabando con el Kronos Quartet...�, repasa. El ex Arco Iris se queda en Buenos Aires hasta mañana, y entonces se tomará sus primeras vacaciones en dieciocho meses. �Después vuelvo a Estados Unidos para la entrega de los Grammy, de ahí me voy a México para la entrega del disco de oro del soundtrack de Amores perros...� El cronograma sigue. Además de la expansión internacional de su sello discográfico Surco, Santaolalla se dedica ahora a componer bandas de sonido para Hollywood. Después de hacer la música de El informante, de Michael Mann, le ofrecieron grabar para el nuevo film de Steven Soderbergh, Traffic, con Michael Douglas y Katherine Zeta Jones. A todo esto, espera la edición del nuevo álbum de Bersuit �Hijos del culo�, se prepara para producir el tercer disco solista de Erica García (en octubre) y hace planes para vender la obra del grupo El Otro Yo en el resto de América.
�Hace un año hablaba de una �latinización del mundo� para esta década. ¿Eso está ocurriendo?
�Sí, y va a seguir ocurriendo. Pero es un análisis objetivo de la realidad, no una predicción hecha con bola de cristal. De todos modos, sí creo que es una visión que yo tengo desde que empecé con esto. Es cierto que cuando se habla del latin explosion la gente piensa en Ricky Martin y Jennifer Lopez, pero también la explosión latina es el Buena Vista Social Club, es Café Tacuba abriendo para Beck, es (con todo lo contradictorio que me resulta) el Grammy latino. Y también está representado en las tortillas mexicanas que se venden en los supermercados de Maui. La expansión de la cultura latina va a ocurrir más que nada por la penetración que tiene Estados Unidos en el resto del mundo. Y como ese cambio está pasando en Estados Unidos, son ellos los que lo van a llevar. No creo que Ricky Martin haya repercutido en Rusia gracias al trabajo de las compañías latinas: creo que se lo debe a la influencia de las compañías estadounidenses.
�Más allá de eso, el rock norteamericano parece hoy acaparado por el rap metal blanco.
�El rock blanco siempre estuvo muy influido por la música negra. Los Beatles hacían covers de los Temptations, de Smokey Robinson, de Chuck Berry. Todos los grupos de esa invasión británica estaban muy, pero muy influidos por músicos negros americanos de soul, de blues. Hoy en día, la influencia más fuerte viene del lado del hip hop y del rap, que es el movimiento musical nacido en Estados Unidos más fuerte de los últimos quince años, sin lugar a dudas. Mucho más influyente que el grunge, que fue muy bueno, pero el hip hop creó un lenguaje realmente nuevo. Y lo que estamos viendo ahora es una gran influencia de eso en los blancos, que lo mezclan con sonidos como el metal o el hard rock. Es la historia de siempre.
�A algunos de esos artistas, como Eminem o Kid Rock, se los acusa de homofóbicos y xenófobos. ¿Hay otra lectura detrás de eso?
�Creo que Eminem y Kid Rock son cosas muy distintas, aunque parezcan lo mismo. A Kid Rock lo pongo junto a Limp Bizkit, que son la otra cara de la misma moneda de los Backstreet Boys, N�Sync y demás. Es sólo una cuestiónde sexo: las chicas adolescentes escuchan N�Sync y Backstreet Boys, y los chicos adolescentes escuchan Limp Bizkit y Kid Rock. Esos son productos manufacturados. Siento que Eminem es distinto, un artista real. De pronto puede tener cosas muy ofensivas, pero el lugar de donde sale eso es el torbellino y las contradicciones propias de un gran artista. Y está representando algo que existe, y los grandes artistas lo empiezan a reconocer. Elton John está escribiendo unas reseñas, y a Eminem lo pone como uno de los grandes artistas. Y se trata de Elton John, un homosexual abierto, un activista gay. Es lo mismo que alguna vez se le pudo haber criticado a Molotov. Sin embargo, una canción como �Puto� fue defendida en México por Carlos Monsiváis, que es un gay abierto y un escritor de gran trayectoria en México. Y dice que si él tuviera 18 años, estaría bailando �Puto� en una discoteca.
�Mencionó a Backstreet Boys y a N�Sync. ¿Qué visión tiene sobre ese pop adolescente?
�Me parece válido. Es más: creo que la música alternativa que se haga dentro de diez años va a estar mucho más influida por Britney Spears y Backstreet Boys que por Limp Bizkit y Kid Rock. Lo firmo ahora. Así como en algún momento la música alternativa estuvo influida por la música disco, por Gloria Gaynor, los Bee Gees o los Carpenters, dentro de diez años va a tener muchos más elementos de Britney Spears, Christina Aguilera, N�Sync y Backstreet Boys, que de Limp Bizkit y Kid Rock. Eso lo puedo asegurar.
Un concurso en la red
Lo que trae al ocupadísimo Santaolalla estos días a Buenos Aires es la presentación de un concurso bautizado La Resistencia, organizado por el portal de Internet El Foco. El concurso está dirigido a todos los países hispanoparlantes e incluye tres disciplinas: cine, literatura y música. Surco, el sello de Santaolalla, se encargará de la sección música. Cualquiera puede mandar su tema grabado en formato MP3. De todo el material recibido, se seleccionarán entre veinte y treinta finalistas, cuyos trabajos se pondrán en la página a disposición del público. Del voto de la gente saldrá un ganador, que podrá editar su álbum a través de Surco, participar de la banda de sonido de una película de la productora Altavista y cobrar 20 mil dólares, entre otras cosas. |
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