Por Fernando Cibeira
 Pese a la docena de denuncias acumuladas en la Justicia, la investigación iniciada por la Oficina Anticorrupción, la catarsis permanente en que se convirtió el Senado y la resbaladiza situación en que quedó el Gobierno, el vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez no dejó que el escándalo creado por los rumores de coimas a senadores cayera. Fue personalmente a Tribunales para ratificar su denuncia en la Justicia federal porque en el Senado �quedó demostrado que políticamente no se está dispuesto a avanzar� en la investigación. En cuanto a sus objetivos estratégicos, demostró que, si bien volvió a salvar la figura del presidente Fernando de la Rúa, elevó la presión sobre el jefe de la SIDE y amigo presidencial, Fernando de Santibañes, a quien �esta vez sin ambages� acusó de haber armado una operación en su contra. Y encolumnó al Frepaso, de nuevo, detrás de su liderazgo.
El escrito lo prepararon los abogados de la dirección de Asuntos Jurídicos de la Cámara alta y fue ratificado por Alvarez a las 11, en los Tribunales de Comodoro Py. La denuncia quedó radicada en la oficina del juez federal Jorge Urso. El escrito es breve y allí, básicamente, Alvarez marca que no resultaría apropiado que la investigación por los presuntos sobornos la lleve adelante la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado debido a que �podrían encontrarse involucrados miembros de este alto cuerpo�. Y destacó que, en su condición de vicepresidente y presidente del Senado, �debo arbitrar todas las medidas que permitan deslindar clara e indubitablemente la existencia o no de los hechos que muchos denuncian, pero ninguno sustenta en pruebas�.
No sólo en su actitud sino también en sus nuevas declaraciones, Alvarez dejó en claro que todo lo sucedido en la última semana alrededor del espinoso asunto no lo dejó conforme sino que fue por más. La pregunta �¿A dónde va Chacho?�, fue la más escuchada ayer en los pasillos del Congreso y de la Rosada. Un influyente diputado del Frepaso evaluaba: �El tema ético es irrenunciable; si abandonamos esto, ya no somos nada�. El legislador concedía que el protagonismo de Alvarez en el tema de los sobornos había encolumnado a su partido detrás del vice como hacía tiempo que no sucedía. Sobre todo si se tenían en cuenta las rebeldías provocadas por el ajuste. �En la política económica puede haber matices, podemos discutir y no ponernos de acuerdo, pero éste es un tema en el que no hay disidencias y estamos todos contentos con Chacho.�
Aunque cerca del presidente Fernando de la Rúa sostienen que están totalmente de acuerdo con la estrategia seguida por Alvarez, es evidente que sus gestos no tienen esa moderación a la que es tan afecto el Presidente. �Los estilos de Chacho no son esos�, justifican cerca del vice. Y obligan a evaluar lo lógico de los movimientos de Alvarez por la negativa. �¿Qué sería si no hace nada? Cómplice, está claro�, respondían.
Los voceros chachistas no se sentían nada incómodos por las situaciones vividas ayer en el Senado. Comentaban jocosos el pedido de renuncia que le hizo el radical santiagueño José Zavalía, cuñado del senador Javier Meneghini. O la acalorada intervención de Leopoldo Moreau que reivindicó la facultad de los senadores de investigarse a sí mismos, respondiendo a las declaraciones de Alvarez. Con el mismo tono risueño comentaban que había otro senador radical �delarruista� que aseguró en una reunión de bloque que detrás de la ofensiva se escondía la ambición de Chacho de desplazar a De la Rúa para quedarse como presidente.
�Están reaccionando corporativamente�, sostenían. Y recordaban que la lucha contra las corporaciones políticas era la marca de nacimiento del Frepaso. Alvarez hizo mención a la cuestión cuando, en una entrevista radial, dijo que si alguien hace denuncias en el Senado, �empieza la categoría de desleal, de buchón, de traidor, esas categorías que en la política son lapidarias cuando se trata de esclarecer un tema que enmugrece todo�. La otra lucha, cada vez más obvia, apunta a desbancar a De Santibañes, cuyo nivel de cercanía con el Presidente excede en mucho a su cargo. �A De Santibañes no lo conozco nada, he estado diez veces con él. No tengo un problema personal con De Santibañes�, aclaró ayer Alvarez. �Lo que creo es que hay que transformar son los Servicios de Inteligencia del Estado. No me gusta dar nombres del organismo, que en el diario digan al lado �responde al dirigente tal o tiene lealtad con el funcionario tal��, siguió. Para terminar con un mazazo: �Yo quiero servicios de inteligencia profesionalizados y no que hagan lo que vienen haciendo hace mucho tiempo, que es usar la plata de la que nunca dan cuenta, hacer operaciones políticas, meterse en la vida de la gente, armar operaciones como la que me armaron a mí, que tienen un daño personal muy grande�.
Hasta ayer, Alvarez siempre había dado a entender, pero nunca afirmó que hubiera sido De Santibañes quien, a su entender, montó una operación con rumores sobre su vida conyugal. Y, en una mención intencionada, habló de los famosos fondos reservados de la SIDE. Los que �de acuerdo con las versiones que circulan en el Senado� habrían servido para pagar los supuestos sobornos. Un dato que, si se comprueba, seguramente acabaría con los días del ex banquero como funcionario.
ANIBAL IBARRA PREPARA UN ENCUENTRO NACIONAL DE INTENDENTES
Una reunión de apoyo al jefe político
Por Sergio Moreno
El sábado pasado, Carlos �Chacho� Alvarez y Aníbal Ibarra mantuvieron una prolongada reunión a solas en un bar de Palermo donde evaluaron la situación creada en torno a las supuestas coimas en el Senado y pergeñaron una estrategia a seguir a partir de las consecuencias que está produciendo el affaire. De esa conversación, revelada por Página/12 en su edición del domingo, surgió que el jefe de Gobierno porteño tendría un rol más activo en la política nacional. Ayer, Ibarra fue muy duro en sus declaraciones sobre el escándalo y sus hombres comenzaron a preparar una serie de reuniones con intendentes, una en particular con alcaldes del Frepaso y �amigos�, en la cual la necesidad de modificar las conductas políticas será el eje central. En todas esa reuniones hablará Ibarra. En la última, el orador central será Chacho.
A partir de la escalada en el escándalo por las coimas que se habrían pagado a un grupo de senadores a cambio de aprobar la ley de Reforma Laboral, Alvarez decidió �luego de instalar el tema en la primera plana de los diarios� juntar a los suyos. Así, entre el jueves y el fin de semana pasado mantuvo conversaciones con varios de sus fieles, entre ellos Ibarra y el jefe de la bancada de diputados de la Alianza, Darío Alessandro.
Las consecuencias de la charla con el jefe de Gobierno porteño se comenzaron a apreciar anteayer. El tema de las dádivas senatoriales ocupó un sitio preferencial en la reunión que mantuvo con el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, y posteriormente, en la conferencia de prensa que ofrecieron conjuntamente. Ayer, Ibarra retomó el tema. En declaraciones a Radio Del Plata, con una dureza notoria, dijo: �Esta es una de las denuncias más graves de los últimos tiempos y no puede haber ningún tipo de especulación política sobre si le conviene o no a la Alianza, al Senado, o al Presidente, al vicepresidente o a algún ministro. En esto no debe haber ninguna actitud dubitativa, ni de tapar, ni de esperar que todo se caiga�.
Este diario había adelantado que el jefe de Gobierno saldría al ruedo con declaraciones de esta índole, así como también que convocaría a la reunión de intendentes. Gestos que tienen como finalidad respaldar al vicepresidente en su cruzada.
Los hombres de Ibarra preparan una serie de tribunas donde el ex fiscal juntará a diversos grupos de alcaldes. La tarea está en manos del secretario de Gobierno de la ciudad, Raúl Fernández, y del titular del bloque aliancista de la Legislatura, Ariel Schifrin. Mañana, Fernández se reunirá con el diputado Darío Alessandro para intercambiar información -el secretario hará un balance de la hasta ahora corta gestión de Ibarra al frente del ejecutivo porteño� y para ajustar detalles de las diversas reuniones que se avecinan.
Los encuentros responden a distintas necesidades. Por ejemplo, los hombres del gobernador porteño preparan un encuentro con los intendentes aliancistas del Conurbano que se realizará la semana que viene o, a más tardar, la otra en el viejo Palacio Municipal del gobierno porteño. En este encuentro se conversarán cuestiones de gestión de lo que Ibarra denomina el área metropolitana y la problemática a ambos lados de la General Paz.
Pero los motivos para convocar a todos los intendentes frepasistas del país, a algunos radicales y otros �amigos� (�no necesariamente de la Alianza�, aclaró a este diario un importante dirigente frentista) exceden largamente a los problemas de gestión. Los hombres de Ibarra preparan la reunión según lo conversado el sábado entre el jefe de Gobierno y el vicepresidente: en ese encuentro, el Frepaso cerrará filas en derredor de Alvarez, que clausurará la reunión con una arenga llamando a erradicar de cuajo cualquier tipo de conducta que se asemeje aunque más no sea mínimamente a lo que se sugiere ocurrió en el Senado nacional. �Si es necesario e inevitable, Chacho podría echar a los fariseos del templo�,ejemplificó con crudeza uno de los frepasistas consultados por este diario.
En ese foro, Alvarez bien podría estructurar un paralelismo entre los supuestos episodios del Senado y otras legislaturas provinciales. Como muestra bien valen las declaraciones que el vicepresidente ofreció en un reportaje que este diario publicó hace quince días en relación al Parlamento de la provincia de Buenos Aires: �Si la Legislatura bonaerense se financia espuriamente, ¿qué autoridad moral tiene para controlar a la policía?�.
La avanzada de Carlos Alvarez y su llamado a reagrupar fuerzas impulsó a Ibarra �por pedido del vicepresidente� a salir al ruedo nacional antes de lo que el jefe de Gobierno hubiese deseado. Pero Ibarra no sólo no se queja, sino que ya puso en movimiento a sus operadores, a pesar de una que otra reserva que ellos guardan en cuanto a los tiempos que más le convienen al ex fiscal. No obstante, �en ésta hay que ir a fondo�, dicen.
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