Por Irina Hauser
 �No va a ser fácil�, dijo ayer José Massoni, el titular de la Oficina Anticorrupción (OA), al reflexionar sobre la investigación destinada a dilucidar si funcionarios del Gobierno pagaron coimas a senadores del PJ para que votaran a favor de la reforma laboral. Hasta ahora los testimonios y el material recopilados por la OA no aportaron demasiado para esclarecer el caso. A los investigadores les llama la atención que, aunque la semana pasada les pidieron a los senadores toda la documentación sobre funcionarios de la administración nacional que pudiera contribuir con la pesquisa �nadie presentó nada�, señalaron a Página/12 allegados al expediente. Massoni, además, le pidió a la SIDE balances del período en que se trató la ley.
�Vamos a hacer todo lo posible�, prometió el fiscal de control administrativo ayer al formular declaraciones por radio. La pesquisa de oficio de la OA empezó la semana pasada y, en parte, se basó en un famoso anónimo que circuló por el Congreso titulado �Soborno: la trama secreta�, que daba nombres y apellidos de los posibles involucrados. Hacía referencia a reuniones donde se habrían pergeñado los detalles y los montos del pago de favores. En una de ellas se aludía a la participación del ministro de Trabajo, Alberto Flamarique y en otra, a la del jefe de los espías, Fernando de Santibañes. El titular de la cartera laboral ya declaró el martes ante Massoni que el encuentro aludido nunca existió y negó cualquier vinculación suya con el tema. El director de Inteligencia todavía no dio su testimonio, pero dijo por escrito que está dispuesto hacerlo si lo convocan.
Funcionarios de la OA explicaron a este diario que, por lo pronto, la meta central de la investigación es establecer si durante la etapa en que se discutió el proyecto de reforma laboral hubo alguna salida de dinero �extra� o fuera de programa de algún sector de la administración nacional. Por eso le pidieron a la SIDE que informara sobre todos los gastos que se realizaron en los tres meses correspondientes para compararlos con los habituales. De Santibañes contestaría ese pedido entre hoy y mañana.
Ayer a última hora el área que conduce Massoni no había recibido respuesta de los senadores, a quienes les había pedido que enviaran todo el material posible. Tampoco tenían la nómina completa que les permitirá citar a los choferes del Senado que, según describe puntillosamente el texto sin firma, habrían sido testigos del reparto de las supuestas coimas.
Por ahora un clima de duda reina en la OA, que funciona dentro del Ministerio de Justicia. Al parecer, a buena parte del equipo de Massoni el relato que aparece en el anónimo les resulta �bastante poco verosímil�, pero no descartan en absoluto que tal vez haya sido utilizado para �tapar alguna otra cosa, o algún otro escándalo menor�. A la vez, dicen, �no se puede desconocer la contundencia con que ha salido el vicepresidente Alvarez a pedir que se investigue�.
La intención de la OA, una vez que hayan acopiado pruebas, es sumarse como querellante a la causa que instruye el juez Carlos Liporaci.
| En busca de Alvarez
El fiscal Eduardo Freiler, que interviene en el expediente sobre coimas en el Senado que quedó radicado en la Justicia federal, le pidió al juez Carlos Liporaci �en cuyo juzgado quedaron unificadas todas las denuncias de abogados y diputados� que cite a dar declaración testimonial al vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez, a legisladores de la Alianza y del PJ, y a los dirigentes sindicales Hugo Moyano y Juan Palacios. Por otro lado, el fiscal Eduardo Taiano, que está haciendo una investigación preliminar pedida por el procurador general de la Nación, Nicolás Becerra, recibió un escrito de diez senadores en el que se ponen a disposición de la pesquisa. Probablemente las pruebas de Taiano sean giradas a Liporaci. |
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