Por Julio Nudler
�La única variable que parece exhibir un comportamiento verdaderamente dinámico es la que refleja los pronósticos de crecimiento elaborados por los principales consultores y analistas dedicados a monitorear y anticipar la marcha de la economía.� Con este sarcasmo, el último informe semanal del departamento económico del Banco Provincia denuncia la escasa credibilidad de los gurúes, que apoyan sus vaticinios sobre bases muy frágiles y terminan equivocándose en masa. Tomando una muestra de siete consultoras o departamentos de análisis económico, se observa que a fines de 1999 el pronóstico promedio de crecimiento para este año 2000 se situaba en 3,4 por ciento, pero ahora, y tras varias correcciones descendentes, hay resignación a esperar alrededor de un 2 por ciento.
Un caso extremo de corrección bajista es el de la consultora M&S, de Carlos Melconián y Rodolfo Santángelo, que en apenas ocho meses redujo su prognosis de 4,5 por ciento a sólo 2. Pero ellos, al menos, fueron sistemáticamente de mayor a menor. En cambio, su antiguo patrón, Miguel Angel Broda, fue muy errático en sus augurios, que modificó permanentemente, arriba y abajo. Aunque ahora descalifica a José Luis Machinea, en marzo creía en un crecimiento del 3,4 por ciento, con lo que se situaba por encima del promedio de sus colegas, mientras que ahora presagia 1,4 por ciento y desborda pesimismo.
Los analistas del Provincia conceden que es difícil acertar en las proyecciones cuando éstas conciernen a una economía como la argentina, tan expuesta a contingencias externas (shocks exógenos) y con variables macro fundamentales tan volátiles. Sin embargo, la mala puntería de los gurúes no se habría debido a esas dificultades sino a que �buena parte de los pronósticos iniciales �dice el informe� descansaban en presupuestos directamente no realistas�.
Para los economistas del Bapro, el gran pecado de las consultoras consistió en suscribir la misma tesis que adoptaron Machinea y su equipo: �Que, en las condiciones de funcionamiento de una economía emergente pequeña y muy integrada a los mercados financieros internacionales, la reducción del desequilibrio fiscal, al inducir una rápida reducción del riesgo soberano, es necesariamente expansiva�, superando el impacto contractivo de la suba de impuestos y el corte del gasto merced a la reducción del riesgo país y de las tasas de interés internas. El informe destaca que esa tesis �contradice las enseñanzas macroeconómicas más tradicionales� y �cuenta con pocos antecedentes en la literatura académica�.
Los consultores adhirieron a ese postulado y, con alguna sordina, al optimismo del staff aliancista, que anticipó un crecimiento del 4 por ciento para el 2000. El banco de inversión Goldman Sachs apostó incluso al 5 por ciento. En base a aquellas expectativas infladas se acordaron ambiciosas metas fiscales con el Fondo Monetario, �cuyo registro en materia de pronósticos está, cuanto menos, bastante debilitado en los últimos tiempos�, apunta el Provincia. Este no elude incluir entre los desaciertos a la Mediterránea (que fue descolgándose desde el 3,8 hasta el 1,8 por ciento), fundación de la que proviene el actual presidente del BPBA, Ricardo Gutiérrez. El Ministerio de Economía mismo no pudo evitar recalcular el futuro, disminuyéndolo del 4,0 al 2,5 por ciento.
Según el informe, el fracaso de los pronósticos no es un dato banal sino una de las causas de las dificultades actuales. La decepción deterioró las expectativas. Así, �la economía parece haber entrado en una suerte de lógica circular �dice el Bapro�: el nivel de actividad no termina de despegar porque el riesgo país no se reduce de manera decidida, pero éste no cae porque no hay una reactivación en línea con las expectativas generadas por las propias autoridades�.
MOVILIZACION EN DEFENSA DE LA INDUSTRIA AZUCARERA
La difícil reconversión del Norte
Por Claudio Scaletta
Obreros azucareros del Tucumán están en viaje hacia Buenos Aires para instalar una carpa frente al Congreso nacional. Exigirán a los legisladores la sanción de una ley en defensa de sus fuentes de trabajo. La razón de fondo es la potencial caída del arancel que protege el ingreso de azúcar desde Brasil, país que subsidia su producción. La medida, prenda de cambio en las negociaciones del Mercosur, tendría consecuencias sociales críticas sobre las ya castigadas economías del NOA. Desde el gobierno nacional se sostiene que la única salida es la reconversión productiva, aunque no se prevé que deba realizarse en un horizonte de corto plazo.
Brasil posee un régimen especial para la producción de alconaftas que garantiza un buen precio para el litro de alcohol. De aquí que el 60 por ciento de su producción cañera tenga ese destino. El 40 por ciento restante, destinado a la producción de azúcar, representa un ingreso marginal. No obstante, el régimen para las alconaftas consiguió que el país tenga una producción exuberante �cerca de 15 millones de toneladas� y se convierta en el primer productor mundial. Esto determinó un considerable excedente sobre la demanda interna y un precio bajísimo. Pero también consiguió que el 20 por ciento del combustible consumido internamente sea alconafta.
Argentina, cuya producción azucarera es equivalente a la décima parte de la brasileña �un millón y medio de toneladas anuales� tiene una demanda de un millón y un excedente de 500 mil. Esto determina que su precio en el mercado también sea muy bajo, alrededor de 25 centavos. Frente a estas asimetrías entre oferta y demanda y la falta de competitividad externa del producto �se exporta casi a precio de costo, cuando no a pérdida, principalmente a Estados Unidos�, la industria local fracasó reiteradamente en conseguir una autorregulación de la producción. Los siempre enfrentados productores e ingenios nunca cumplieron con las metas pautadas.
Las soluciones son, cuanto menos, complicadas. Aunque la producción local alcanza sólo 300 millones de dólares, tiene un gran peso en las tres provincias involucradas: Tucumán (entre 700 y 900 mil toneladas), Salta y Jujuy (algo más de 400 mil toneladas cada una).
�¿Cómo debería ser la reconversión productiva? �preguntó Página/12 a Roberto Martínez Zavalía, presidente de la Sociedad Rural de Tucumán.
�Es muy difícil porque hay 200 mil hectáreas sembradas, con muchos minifundios que representan el medio de vida de muchas familias.
�¿No es posible destinar esas tierras a otros cultivos?
�Con 30 mil hectáreas somos los primeros productores mundiales de limón. Esta producción no se puede ampliar porque no da la demanda. Algunos pequeños productores han comenzado con productos hortícolas, pero su precio es muy bajo, imagínese si encima se aumenta el área sembrada. El Gobierno debería saber que todos los países protegen sus economías regionales, pero como miran el problema desde la pampa húmeda, cuyos productos no compiten con los de Brasil, no parecen muy preocupados.
Según fuentes de Cancillería consultadas por este diario, el objetivo del Gobierno en el marco del Mercosur es ir a un régimen común para llegar, en el largo plazo, al libre comercio. El período de transición para la reconversión productiva no podrá ser menor de 10 años. Pero en este lapso, Brasil también deberá dejar de subsidiar su producción. �El decreto que establece el pago de derechos de hasta el 20 por ciento sobre el precio internacional del azúcar será prorrogado pero no eternamente�, sintetizó la fuente.
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