Por Miguel Bonasso
En declaraciones exclusivas a Página/12, el jefe de Interpol México, Juan Miguel Ponce Edmondson, reveló que él, personalmente, había ordenado la detención en el aeropuerto de Cancún del ex represor de la ESMA Ricardo Miguel Cavallo (alias �Sérpico�), convertido ahora en poderoso empresario y director del Registro Nacional de Vehículos de México (RENAVE), un negocio de 400 millones de dólares que es resistido por diversos sectores sociales y económicos de aquel país. El jefe de Interpol dispuso la detención del antiguo marino, a raíz de un explosivo artículo publicado ayer en el diario azteca Reforma, donde consta que cinco ex detenidosdesaparecidos reconocieron en el próspero director del RENAVE al torturador �Sérpico�, que figura en los registros de la Conadep como Miguel Angel Cavallo. Aunque en declaraciones a los periodistas mexicanos Cavallo negó haber participado en la represión clandestina, Página/12 está en condiciones de probar, a partir del prontuario de la Policía Federal Argentina, que el empresario y el represor son una misma persona. �Miguel Angel� Cavallo figura entre los marinos procesados e imputados por el juez español Baltasar Garzón, que en las próximas horas podría pedir su extradición a las autoridades mexicanas. Anoche, al cierre de este diario, ese pedido aún no había llegado al fax del jefe de Interpol-México, lo que hacía temer a los organismos de derechos humanos que pudiera ser deportado a la Argentina, donde quedaría libre como quedó antes, por la ley de Punto Final. El episodio es altamente significativo porque la empresa Talsud, que hace negocios con México, tiene oscuras raíces, donde se mezclan figuras del masserismo y el menemismo, en curiosa colusión con funcionarios mexicanos.
El licenciado Juan Miguel Ponce Edmondson, jefe de Interpol-México, no es un policía cualquiera, sino un abogado versado en historia argentina que fue testigo de la amistad de su padre (en Paraguay, Panamá y Venezuela) con un notorio exiliado bonaerense que se llamaba Juan Domingo Perón. El, dos décadas más tarde, conocería a otros exiliados de las pampas que buscaron refugio en México ante la ferocidad de la dictadura militar que asolaba su país. Por eso, ayer en la mañana, Ponce Edmondson leyó con sumo cuidado la nota que el periodista José Vales, corresponsal del matutino Reforma, había enviado desde Buenos Aires. Allí se revelaba, entre otras cosas, que Ricardo Miguel Cavallo, el argentino que dirigía el RENAVE de México, era en realidad el represor �Miguel Angel� Cavallo, (alias �Ricardo� o �Sérpico�), imputado por el juez español Baltasar Garzón, en su célebre juicio contra el genocidio perpetrado en la Argentina. Supo que, entre otros crímenes, �Sérpico� era culpable del asesinato de Mónica Jáuregui (que fuera esposa del periodista Juan Gasparini) y de su compañera de militancia Elba Delia Aldaya. Y aunque el �empresario� a cargo del RENAVE aparecía muy bien colocado frente a varios funcionarios del gobierno saliente de Ernesto Zedillo y del entrante de Vicente Fox, decidió actuar con presteza, abriendo una investigación y siguiendo los pasos de Cavallo.
El ex marino, por su parte, procedía a desmentir las acusaciones. Al periodista Armando Flores, también del Reforma, le dijo que �su única relación con el Ejército� fue cuando �hizo el servicio militar�, pero después llegó a admitir ante otros cronistas (ver aparte) que hace muchos años �había sido guardiamarina o algo así� (sic). También mostró su pasaporte argumentando que había visitado España en 1994 y nadie le había pedido la captura. Podía ser cierto, pero no importaba: Garzón inició su juicio más tarde. Además, la excelente nota de Vales en Reforma bastaba para desmentirlo. El corresponsal entrevistó a cinco ex detenidos desaparecidos que pasaron por la ESMA y les mostró una foto de Cavallo tomada en 1971 que todos reconocieron. El diario Reforma tomó además la precaución de consultar a un perito mexicano para que realizara un �comparativo� entre esa foto antigua y una contemporánea de Cavallo y las conclusiones fueron categóricas: eran de la misma persona. El número de cédula de identidad, por otra parte, era el mismo que figuraba en una foto tomada a �Miguel Angel� Cavallo por el ex detenido-desaparecido de la ESMA Víctor Basterra: el número 6.275.013, con el que el empresario Ricardo Miguel Cavallo tramitó su Formulario de Migraciones, (FM3), ante la Secretaría de Gobernación de México.
Alarmado por la publicación y temeroso de que Garzón pudiera �embocarlo� de manera similar a la que produjo la caída del represor Jorge Olivera en Roma, Cavallo le anunció a la prensa que marchaba a Buenos Aires �para aclarar su situación� y emprendió una veloz retirada. Sin perder tiempo decidió embarcarse en el vuelo de Mexicana que hacía la ruta a Buenos Aires con escala en el balneario caribeño de Cancún. En el aeropuerto tuvo la mala suerte de encontrarse con algunos periodistas, pero logró eludirlos y muchos pensaron que viajaba a Miami con American Airlines. El licenciado Ponce Edmondson sabía que no y ordenó que sus agentes lo detuvieran apenas el vuelo llegó a Cancún y lo trajeran detenido al Distrito Federal, adonde llegó ayer por la tarde.
Interpol lo demoraba usando el viejo recurso de la �averiguación de antecedentes�, pero sin ignorar que hacía falta un pedido de captura del juez Garzón para poder juzgarlo por algo más que por �violaciones a la ley de población�. En principio, para aclarar esas confusiones de identidad, entre el fantasmal �Miguel Angel Cavallo� de los registros obrantes en los organismos de derechos humanos y el Ricardo Miguel Cavallo, que distribuye un currículum que empieza en 1990, donde se presenta como �pionero en el desarrollo de aplicaciones de tarjetas inteligentes o �chips� con las cuales ha estado trabajando desde 1990�.
Cabizbajo, reacio ante las nuevas preguntas de los reporteros, el ejecutivo de la firma Talsud (vinculada con el célebre �Tigre� Jorge Eduardo Acosta y el conocido represor de la ESMA, Jorge Radice, alias Ruger), llegó ayer a la tarde al DF para pasar la noche en un calabozo de Interpol.
En México la detención del director del RENAVE causó un escándalo de proporciones en los medios y reanimó un intenso debate en la clase política. Es que los cuestionamientos parlamentarios a la privatización del registro automotor y el fabuloso negocio que esa concesión representa, vienen haciendo olas desde que Talsud y otras empresas ganaron la polémica licitación (ver recuadro).
En Buenos Aires, mientras tanto, Página/12 tuvo acceso al prontuario policial de Ricardo Miguel Cavallo y este documento prueba de manera irrefutable que el empresario y el torturador son una misma persona. Según surge de sus propias afirmaciones ante la Policía Federal, Ricardo Miguel Cavallo (cédula de identidad 6.275.013; DNI 10.225.159, nacido el 29 de setiembre de 1951) tuvo los siguientes grados y destinos en la Marina de Guerra y en la esfera supuestamente civil. En enero de 1972 era guardiamarina en el Comando en Jefe de la Armada; en 1976 era curiosamente civil (de pelo largo, de allí lo de �Sérpico�) y estudiaba Ciencias Exactas. En diciembre de 1978 volvía a ser marino, nada menos que en la Escuela de Mecánica de la Armada; en mayo de 1980 estuvo en el Comando en Jefe de la Armada pero en enero de 1981 retornó a la ESMA. Ya en democracia, en 1986, sacó pasaporte para viajar a Estados Unidos. Se desempeñaba entonces en el Estado Mayor General de la Armada y fue recomendado a la Federal por el almirante Juan carlos Anchezar, que en la era Menem sería segundo de Hugo Anzorreguy en la SIDE. En el �87 era capitán de corbeta y seguía en el Estado Mayor de la Armada. Y aunque ya era civil, en 1990, dio como domicilio y lugar de trabajo Comodoro Py 2055, la sede del Estado Mayor de la Marina.
Uno de los trámites para sacar pasaporte fue para viajar a Francia, justo en las fechas en que los organismos de derechos humanos sindicaban a �Miguel Angel� Cavallo como miembro del tétrico �Centro Piloto� de París, que le costó la vida a la diplomática Elena Holmberg.
¿Hacen falta más coincidencias? Las hay. Un negro hilo de Ariadna lo conduce a La Rioja y Mendoza, a sociedades con �Ruger� y el Tigre Acosta. Pero también con un empresario menemista asociado con Alberto Kohan: Miguel Egea.
Vínculos masseristas
Por M.B.
Talsud, la empresa a la cual pertenece el represor Ricardo Miguel Cavallo, está vinculada a prominentes figuras del masserismo y la represión clandestina, que en 1998 ganó una licitación para explotar el Registro Nacional de Vehículos de México, junto con la corporación HDS que conduce el empresario Henry Davis y la firma francesa Gemplus.
Talsud, con domicilio en Moreno 794, segundo piso, de la ciudad de Buenos Aires, tiene mínima experiencia en el tema de la informatización del registro automotor, pero podría ser la punta del iceberg de un conglomerado de negocios donde no cuesta encontrar el rastro de otros represores de la ESMA y, tal vez, del propio ex almirante Emilio Eduardo Massera. Hace dos años Talsud ganó una licitación en Mendoza junto con la empresa Seal Lock, que cuenta entre sus directivos a Jorge Carlos Radice, ex socio del Almirante Cero en la venta de armamentos y conocido negociador de los bienes robados a los secuestrados. En el prontuario de Cavallo figura el ex operativo de la ESMA �Ruger� Radice como persona que lo conoce y puede dar fe de su honorabilidad. Radice es otro de los ex marinos que eludió la cárcel gracias a las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.
Para la misma época en que ganó la licitación mexicana, Talsud logró en la provincia argentina de La Rioja la concesión para expedir las licencias de conducir y las tarjetas de circulación. Los vínculos entre menemismo y masserismo, denunciados por varios especialistas, resucitan en el affaire Cavallo-Talsud: en 1997, al revalidar su pasaporte, Ricardo Miguel Cavallo (el �Miguel Angel� Cavallo de la Conadep) fijó su domicilio laboral en la calle Sarmiento 1820 de la Capital Federal, donde casualmente tenía su sede la empresa Martiel S.A., creada en 1988 por Jorge Radice, Jorge �El Tigre� Acosta y Miguel Egea, un civil vinculado al brigadier Raúl Lacabanne, lopezreguista represor de Córdoba y al ex capitán del campo de concentración de La Perla, Héctor Vergez. Egea, según lo reveló Gabriela Cerutti en su libro El Jefe, fue socio de Alberto Kohan, la mano derecha de Carlos Saúl Menem. |
Los oscuros negocios de �Sérpico�
Por M. B.
El arresto del ex represor argentino Ricardo Miguel Cavallo, director del Registro Nacional de Vehículos de México (Renave), se produjo en medio de una intensa polémica pública por la privatización de ese organismo, que supone gruesos pagos adicionales para los propietarios de los 15 millones de rodados que integran el parque automotor.
Ya antes de que el diario Reforma destapara a Cavallo, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión (que integra el saliente oficialismo del PRI, junto con el próximo partido de gobierno que es el PAN y el centroizquierdista PRD) aprobó un punto de acuerdo para eliminar la concesión del Renave a empresas privadas, entre las que figura la argentina Talsud. Los parlamentarios proponen que sea el gobierno federal, los estados y los municipios los que elaboren la base de datos sin costo para los ciudadanos.
Cuando se adjudicó la concesión, en setiembre de 1998, el subsecretario de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, Raúl Ramos Tercero, detalló los costos a los usuarios, señalando vagamente que habría un cargo adicional �por costo de servicio� que aún no estaba cuantificado, pero que �no sería muy elevado. Dos años más tarde la realidad desmentía al funcionario: el cargo adicional multiplicó por cuatro el costo adicional para los vehículos usados y generó un escándalo de proporciones, obligando al propio secretario de Comercio a anunciar que el adicional se reduciría a la mitad. Ayer, mientras empresarios, periodistas y dirigentes políticos protestaban por los precios exorbitantes garantizados a la concesionaria y más de uno se preguntaba por qué la argentina Talsud participaba en un festín de 400 millones de dólares, estalló la revelación sobre el empresario que hace 20 años secuestraba, torturaba y asesinaba a prisioneros desarmados en los sótanos de la ESMA. |
�Daba cursos para torturar mejor,
con mayor eficacia, en la ESMA�
Víctor Basterra, Mario Villani y Osvaldo Barros, sobrevivientes del campo de
concentración reconocieron a Cavallo y contaron a Página/12 a qué se dedicaba el represor.
Basterra recibió la cédula de Cavallo
en la SIDE para imitar falsificaciones. |
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Por Victoria Ginzberg
Ricardo Miguel Cavallo era un personaje conocido en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). �Sérpico� o �Marcelo� o �Miguel Angel� -como figura en el carnet de la SIDE que llegó a las manos de Víctor Basterra� fue torturador, secuestrador y responsable del grupo de detenidos que era obligado a realizar tareas de archivo para los marinos. �Un día llevó unas notas de un curso que estaba dando, era para enseñar a �torturar mejor, con más eficiencia��, relató a Página/12 Basterra.
Basterra fue secuestrado el 10 de agosto de 1979. �El ya estaba ahí, era oficial de inteligencia. Por dichos de compañeros supimos que había torturado a Telma Jara de Cabezas (ver aparte) y dio un curso de torturador�, narró Basterra.
�¿Cómo se enteró de este �curso�?
�Un día llevó al sector 4, que era el subsuelo de la casa de oficiales, una especie de notas, allí había especificaciones del curso. Hablaba de la presión física y psíquica... cómo lograr mayor eficiencia. Era un tipo graduado en eso y daba clases. Por lo que supe, se fue del grupo de tareas a mediados del �80. Se fue a París. Y cuando volvió se incorporó a ENTel, en Maipú y Corrientes.
En la ESMA, Basterra �trabajaba� en el sector de documentación, donde se realizaban documentos falsos para los marinos. Al salir en libertad, aportó un valioso testimonio con fotos de desaparecidos y de represores. Entre los papeles que salvó y se convirtieron en documentos históricos está un carnet de la SIDE a nombre de Miguel Angel Cavallo. Era un documento que le alcanzaron para usar como modelo. Esa credencial tenía el mismo número de documento y foto que figuran en la cédula de identidad legal de Ricardo Miguel Cavallo.
�En mi testimonio del año �84 yo dudé si el nombre de esta persona era Miguel Angel o Ricardo, pero ahora no recuerdo por qué. Sí recuerdo que él llevó a Néstor Enrique Ardetti, que está desaparecido, de la ESMA a La Plata para ver a su familia. Lo mismo hizo con Josefina Villaflor. Estoy seguro de que participó en la decisión de los últimos �traslados� (es decir asesinatos), los del grupo que desapareció en marzo del �80 y en el que estaban Ardetti, Villaflor, José Hazan, Fernando Brodsky, Elsa Martínez y otros�, relató Basterra.
También Mario Villani y Osvaldo Barros, otros dos ex detenidos de la ESMA, reconocieron a Cavallo. Barros estuvo desaparecido desde el 21 de agosto de 1979 hasta febrero de 1980. Después de pasar cuatro meses en el área denominada �Capucha�, donde los detenidos estaban constantemente en el piso con su cabeza tapada y con grilletes, fue conducido a �Pecera�. �Era un sector de oficinas, en donde la separación entre escritorios estaba dada por paneles de plástico transparente. Ahí realizábamos tareas de archivo periodístico. Recibíamos los diarios a las tres de la mañana, hacíamos una síntesis y se imprimía un informe�, describió Barros. Cavallo era el responsable de ese grupo.
El ex detenido recordó que el periodista Juan Gasparini acusó a este represor de ser el autor del asesinato de su mujer, Mónica Jáuregui, perpetrado el 10 de enero de 1977 en la calle Sánchez de Bustamante al 700.
Mario Villani estuvo detenido en la ESMA entre marzo de 1979 y agosto de 1981. Antes había pasado por otros cuatro centros clandestinos de detención. Villani fue el primero en reconocer la foto de Cavallo que le mostró el periodista José Vales, corresponsal del diario mexicano Reforma. �Lo reconocí inmediatamente, de cualquier manera ahora las dudas las tiene que despejar la Justicia. De lo que no tengo dudas es de que era torturador porque era personal de inteligencia y participaba en los interrogatorios, y en la ESMA no había interrogatorios sin torturas�, afirmó Villani.
UNA RADIO MEXICANA REPORTEO AL REPRESOR
�Yo era guardiamarina o algo así�
A pesar de que negó haber estado en la ESMA, Ricardo Miguel Cavallo confesó en un diálogo con una radio mexicana que hace más de veinte años fue un �guardiamarina o algo así�. Después dijo que su número de pasaporte no es el mismo que el número de documento del represor que participaba de las torturas en �La Pecera� del centro clandestino de detención de la Armada. Sin embargo, las cifras �627503� �que aparecen en su registro� parecen contradecirlo.
�O sea, ¿usted nunca participó en la Escuela de Mecánica de la Armada Argentina, como dice Reforma que usted participó?
�No, en absoluto.
�¿Nunca estuvo usted en las Fuerzas Armadas Argentinas?
�Sí, estuve pero no en ese lugar.
�Porque incluso le imputan a usted, dentro de lo que dice Reforma, dos asesinatos a usted por tortura.
�Alguien con una historia así que tome una posición en la que yo me encuentro con un perfil tan alto dentro del mundo de la comunicación, suena un poco ridículo. No, suena como que está todo muy... sería muy tonto si hiciera algo por el estilo.
�Se informa según lo que dice el diario, que incluso su número de registro, señor Cavallo, 627503, es el mismo que usted utilizó en aquellos tiempos en la Argentina y que está en su pasaporte en México.
�No, y no es ése el número.
�Ahora, hace veintitantos años, ¿cuál era su actividad?
�Bueno, hace muchos años yo estaba en la Marina de mi país y además estudiaba en una Universidad.
�Si estuvo usted en la Marina, ¿cuál era su grado, su actividad?
�Hace veintitantos años debí haber sido un guardiamarina o algo así.
�¿Y no trabajó en ese lugar conocido como �La Pecera�, en la Escuela de Mecánica de la Armada?
�No sé de qué está hablando.
�El diario Reforma dice que es donde usted operaba y que ahí era donde torturaban y mataban.
�No, no lo conozco.
�Y después, ¿qué hizo cuando dejó la Marina?
�Me dediqué a la informática.
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