Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


KIOSCO12

UN EX COMISARIO APUNTO CONTRA SUS COLEGAS EN EL CASO BORDON
Primera fisura en el pacto policial

Carlos Escobar intentó despegarse y señaló culpas de otros policías en el crimen de Sebastián Bordón y su encubrimiento. Incluso apuntó al juez: dijo que estaba presente en la Unidad Regional cuando hubo sospechosos llamados y el cambio de una declaración.

La familia del estudiante asesinado al comienzo del juicio en el que ayer declaró un policía.


Por Cristian Alarcón 
Desde San Rafael, Mendoza

t.gif (862 bytes) Eran más de las 19 de ayer cuando la taquicardia que sufrió mientras declaraba uno de los comisarios acusados del homicidio de Sebastián Bordón mostró con evidencia física que comenzaba a fisurarse el pacto de silencio que ha rodeado el crimen del estudiante. Carlos Plácido Escobar, el primer hombre de la mendocina que declaró en el juicio oral que comenzó ayer, intentó salvar su propia ropa apuntando en ráfaga hacia sus colegas de la policía brava de Mendoza. �Mi obligación como garante de su seguridad fue cumplida�, dijo subrayando que fue él quien asistió al estudiante cuando pidió ayuda en la jurisdicción de su comisaría, la 24ª de Malargüe. �Mucho más grave �recalcó luego� es que se me quieran transferir las responsabilidades de terceras personas a mí.� Escobar no dudó en señalar la posible participación en una gigantesca operación de encubrimiento de uno de sus subordinados, del comisario Hugo Trentini, del jefe de la Unidad Regional II y del juez Waldo Yacante. 
La importancia de la declaración de Escobar reside en que se refirió a las irregularidades que demuestran una oscura trama para esconderlo, aún con vida mientras se lo dejaba morir sin atención médica por los golpes que le habían dado y luego para tapar el crimen. Escobar junto a Amanda Ledesma, ambos detenidos desde mayo del �98, están procesados como partícipes secundarios en un homicidio por abandono. La mujer �que ayer se negó a declarar� es una parapsicóloga que solía trabajar con sus artes para la policía y que noviaba con un comisario de la fuerza, íntimo de Escobar. Fue ella quien el 7 de octubre declaró que había visto a Sebastián con vida cuando lo levantó en una ruta cerca de Realicó, en La Pampa. Para el juez Yacante quedó probado que se trató de una de las mentiras para desviar la atención de la familia y del magistrado hacia fuera de la provincia. En el expediente figura una larguísima lista de llamados entre la casa de la mujer y la Comisaría 24ª de Malargüe, donde el jefe era Escobar, que coinciden a la perfección con el tramado y la concreción de la falsa pista. 
Escobar dijo ayer que se enteró de que Sebastián había desaparecido cuando se lo contó el comisario Trentini �a las 12.30 o 12.40� del 2 de octubre. �¡Ese pibe que quedó en El Nihuil hizo cagar al agente y se fue! me dijo corto�, sostuvo. Ese momento y las horas que le siguieron resultan los más significativos de la causa porque es cuando supuestamente con el chico inconsciente la policía comenzó a tapar el error inicial de la golpiza que derivó en la muerte del estudiante entre el 6 y el 9 de octubre. En ese lapso, según los peritos, Bordón murió por falta de atención médica, sin haber recibido comida ni agua durante días. 
La misma tarde del 2 se envió desde la comisaría de Malargue directamente a la 38ª de San Rafael el acta policial en el que se daba cuenta del incidente en el que el chico pidió ayuda a los uniformados, presa de un ataque de pánico y a pesar de que un fiscal había pedido que le remitieran las actuaciones. La hipótesis del fiscal es que el comisario Trentini, desesperado porque Luis Bordón ya estaba en San Rafael buscando a su hijo, se hizo de todo lo posible para sembrar dudas sobre el chico. Eso incluía el acta con el que se podría evitar la intervención de la Justicia y sembrar dudas sobre la víctima. 
Ayer Escobar dijo que el acta fue pedida por Trentini �alrededor de las 13� y que supo del extraño movimiento porque se lo informó un subordinado de su comisaría. Así, hacia abajo y hacia el costado, golpeó en sus pares. Pero le faltaba escupir hacia arriba. �Dicen que la policía es una organización de mando y de obediencia y es correcto, pero también es de mando y de comando y yo no tengo nivel jerárquico para disponer el desplazamiento de comisiones por la provincia�, largó para complicar a sus superiores. Lo hizo al señalar quiénes estuvieron al tanto de ladeclaración de Ledesma tomada por un policía de la seccional de Guaymallén. �Lamento mucho decirlo �dijo�, pero ese día hubo más de 14 llamados entre la 25ª y la Unidad Regional II. La más llamativa es la de las 17 horas, cuando veo que el acta de presentación de Amanda Ledesma tiene hora 17.� 
�No sabemos quién hablaba con quién, lo que sí sabemos es que había personal policial en el domicilio de Ledesma. Son llamados a la Unidad Regional II.� Escobar sabe que apuntó fino: esa declaración según el testimonio de un policía, también citado de memoria, tuvo dos versiones, o sea que la primera de ellas se tomó y luego fue destruida para plantar una segunda. 
�Como el acta tenía errores hacen una nueva y la primera desaparece, quiere decir que desaparece en Guaymallén pero también el fax en la Unidad Regional. Yo no estaba en la 25ª, ni en la Dirección de Tránsito donde se pasó el fax, ni en la Regional. No tengo dominio sobre eso. Y eso no es lo más grave, en el período en que se registraron la mayoría de las conversaciones y la recepción del fax el juez estaba en la UR.� Allí estaba también el jefe de la regional Juan de Dios Atencio, acusado por encubrimiento en este juicio, y el subjefe de la policía de la provincia, el famoso Ignacio �Nacho Medina�, heredero natural del Camps mendocino, el comisario Julio Santuccione. 
Cuando ya casi daban las 22, Escobar lanzó su frase más enigmática:
Me traicionaron �dijo.
Pero no quiso aclarar a quién, o a quiénes, se refería.

 


 

NUEVE RESPONSABLES DEL ABANDONO
De qué se los acusa

Por C.A.

La elevación a juicio oral del caso Bordón, leída ayer desde las 9.30 y hasta pasadas las dos de la tarde, acusa a 7 policías y 2 civiles como los responsables de una muerte por abandono. Según la investigación del juez Waldo Yacante durante su viaje de egresados Sebastián Bordón sufrió lo que los peritos llamaron �trastornos psicóticos transitorios� con delirios paranoicos que requerían de un �tratamiento urgente�. Por ese motivo es que el chico fue dejado al cuidado de la policía por sus docentes y se habría escapado al tener una pelea con el cabo que lo cuidaba en el destacamento de El Nihuil, donde había pasado la noche del 1 al 2 de octubre del �97. Según la investigación fue poco después de su fuga a las 12.30 que tres policías de la comisaría 38 de San Rafael, a cargo de Trentini, lo alcanzaron en un móvil cerca del barranco donde días más tarde sería colocado su cadáver. Pero ese dato, la golpiza bestial que sufrió el chico es, en la línea de investigación con que llegó al juicio oral, sólo el comienzo del crimen. 
Para el juez Yacante y para el fiscal Norberto Jamsech, acusador en este proceso, el crimen de Bordón sólo se explica como el resultado de una operación corporativa de la policía mendocina para ocultar uno de sus excesos. Así, los golpes que recibe el joven de parte de los agentes Roberto Gualpa, Abelardo Cubillos y Daniel Gómez, son el comienzo del delito que se extiende y agranda durante los diez días que el chico permaneció desaparecido. 
�Es evidente el compromiso orgánico de cierto sector de la policía tendiente a facilitar la impunidad�, sostuvo en sus conclusiones Yacante. Según la investigación del magistrado �hubo un operativo de destrucción para desviar la atención de la familia y la Justicia hacia fuera de la provincia�, mientras la policía se dedicaba a tapar las huellas de su accionar. Es por ello que los acusados son tantos y no sólo los tres �rasos� que se ensañaron con el chico. Ese es el motivo por el que la acusación está basada no en pruebas directas, sino en la concatenación de decenas y decenas de indicios que demuestran cómo se orquestó el ocultamiento del chico herido hasta dejarlo morir y cómo luego intentaron borrar el crimen sobre sus propios y torpes pasos.

 

PRINCIPAL