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UNA TECNICA QUE PERMITE CONGELAR EL TEJIDO OVARICO
Para las madres del futuro

Un centro médico presentó un sistema que permitirá a una mujer que debe someterse a una quimioterapia sacarse tejido ovárico, congelarlo y usar los óvulos una vez curada.

Pasqualini y los científicos de la Universidad de Bruselas Rita Corvrindt y Johan Smitz.


Por Pedro Lipcovich

t.gif (862 bytes) La noticia podría escribirse así: �la fertilización asistida contribuye a vencer al cáncer�. Y sería verdad en el siguiente sentido: dado que las quimioterapias capaces de curar ese mal pueden a su vez causar esterilidad, se avanza en técnicas que permitirán utilizar tejido del ovario, extraído antes del tratamiento contra el cáncer, para hacer factible el embarazo una vez que la mujer se haya curado. Hasta ahora, la única posibilidad era, para parejas, producir primero la fertilización asistida y conservar los embriones congelados. Faltan cinco o diez años para que la nueva técnica esté a punto: parece mucho tiempo pero brinda, en forma inmediata, la posibilidad de que las mujeres jóvenes o incluso las niñas que deban hacer quimioterapia preserven desde ya sus óvulos, a 196 grados bajo cero, para poder ser madres un día, cuando estén sanas.
Las quimioterapias que se usan contra distintos tipos de cáncer -linfomas, leucemias, tumores de mama, etcétera� pueden alterar de manera irrecuperable las células germinales, tanto en el hombre (ver recuadro) como en la mujer. �Para las mujeres, hasta hoy, la única posibilidad era, estimulando los ovarios mediante hormonas, obtener óvulos, juntarlos con espermatozoides y conservar, congelados, los embriones. Claro que esto vale sólo para parejas: si eventualmente la pareja se separa, ese embarazo puede no ser deseado, y en el caso de que la mujer falleciera se presenta el problema de la permanencia del embrión congelado. Además, la estimulación con hormonas necesaria para obtener los óvulos puede no ser conveniente para ciertos tipos de cáncer o haría demorar el inicio de la quimioterapia�, explicó a este diario Sergio Pasqualini, director del Instituto Halitus, que organizó para hoy una jornada sobre el tema en el Hotel Sheraton.
La mejor solución consistiría en obtener y preservar suficiente cantidad de óvulos como para, llegado el caso, fecundarlos con los espermatozoides del hombre que, junto a esa mujer, haya elegido ser padre. Pero para esto es necesario conservar, no óvulos aislados, sino el ovario entero, con su potencial de 300 a 400 mil óvulos, o un trozo suficientemente grande. La operación en sí es muy sencilla; se hace por laparoscopía con una pequeña incisión. �El tejido se conserva en nitrógeno líquido, a 196 grados bajo cero: a esa temperatura la actividad molecular es mínima y las células duran indefinidamente, diez, veinte años �señaló Pasqualini�: ya está probado que el tejido, al ser descongelado, se conserva en perfectas condiciones�. 
Pero esto todavía no resuelve el problema: sigue en pie lo que Pasqualini llama �el desafío mundial�. En condiciones naturales, en el cuerpo de la mujer, los óvulos deben pasar por un complejo proceso de maduración, condicionado por hormonas, antes de salir del ovario para ser eventualmente fecundados. Lo que todavía no se logró es reproducir in vitro esa evolución previa. 
Uno de los equipos que trabaja para conseguirlo es el que, en la Universidad de Bruselas, Bélgica, integran Rita Corvrindt y Johan Smitz, quienes visitan Buenos Aires para participar en la jornada sobre el tema. �Ya conseguimos hacer madurar los óvulos en ovejas y en ratones�, anunció Smitz. En ovejas, ya se obtuvieron dos nacimientos, pero por un método que no es el más adecuado para seres humanos, ya que requiere volver a implantar el tejido ovárico en el cuerpo materno, lo cual es complejo y da pocas chances de fertilidad. En ratones, en cambio, se logró éxito con el método que sí sería aplicable a seres humanos, la fertilización in vitro. �Los ensayos con ratones avanzaron rápido porque el lapso que requiere el óvulo para madurar es de 17 días: en el ser humano hacen falta 200 días�, explicó la doctora Corvrindt.
Los investigadores belgas admiten que �el tiempo necesario para que el método esté disponible en la clínica puede llegar a cinco o diez años�.Pero, desde ya, �una chica de 10 o 20 años de edad que necesite hoy quimioterapia puede preservar su tejido ovárico, contando con que la solución va a existir para cuando ella quiera ser madre�, señaló Corvrindt. El recurso es también aplicable a niñas prepúberes que deban recibir quimioterapia. La conservación de tejido ovárico �es una técnica bastante fácil, que se puede hacer en cualquier centro que cuente con aparato de criopreservación�, observó Smitz.

 

 

Varones y fertilidad

Por P.L.
�No todos los oncólogos les advierten a sus pacientes varones sobre la posibilidad de que una quimioterapia afecte su fertilidad�, señala el especialista en fertilidad Sergio Pasqualini. Para el caso del varón, la solución es mucho más fácil que para la mujer y ya está probada: obtener, previo a la quimioterapia, una muestra de semen, y conservarla indefinidamente por congelación a 196 grados bajo cero. 
�Una sola muestra alcanza para 15 a 17 ensayos de fecundación in vitro -explica Pasqualini�. En el caso de chicos prepúberes que deban hacer quimioterapia, es posible obtener y preservar trocitos de tejido del testículo para, llegado el caso, hacer madurar los espermatozoides en el laboratorio.�
Claro que estas posibilidades deben ser discutidas entre médico y paciente antes de la quimioterapia. Y suele suceder que, �si el médico no plantea el tema, el paciente no lo sepa o ni se le ocurra, porque lógicamente sólo piensa en curarse del cáncer�, comenta Pasqualini. Al fin y al cabo, estas cuestiones son correlativas al hecho de que cada vez más cánceres son curables y entonces, cada vez más, vale preocuparse por cómo será la calidad de vida el día después. 

 

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