Por Pedro Lipcovich
Parece mucho, pero es todavía mucho peor: 86 de cada cien abusos sexuales contra niños son cometidos por familiares directos, según un reciente cómputo en una de las defensorías de menores de la Capital Federal. Es mucho peor porque esa proporción se estableció sobre la base de las denuncias efectuadas, y las violaciones intrafamiliares casi nunca se denuncian. El abusador sexual típico es un padre �o, con menos frecuencia, madre� de familia de clase media. Las denuncias suelen provenir de la escuela, el hospital o algún familiar no conviviente. En los últimos tiempos estas denuncias crecieron en todo el país, porque hay más conciencia del problema pero también porque este delito se habría incrementado, como lo indican �la aparición de abusos a edades más tempranas y la mayor frecuencia de la prostitución infantil�, según un defensor oficial.
La Defensoría de Menores e Incapaces Nº 6, de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Silvia Dascal, preparó un informe sobre la base de 108 denuncias recibidas. Sólo en el 14 por ciento de los casos los abusadores eran �vecinos o desconocidos�, ya que en el 86 por ciento se trataba de familiares directos: padre, madre, padrastro, abuelo o hermano. El 70 por ciento de los abusos no fue denunciado por los padres o familiares de las víctimas, sino por médicos o maestros.
El 69 por ciento de los abusos se registró en casas o departamentos de clase media de la ciudad de Buenos Aires; sólo el 31 por ciento corresponde al estereotipo de familias de bajo nivel económico y cultural. El 79 por ciento de las víctimas eran argentinas. El 91 por ciento de las víctimas registradas eran niñas. En el 57 por ciento de los casos las víctimas no habían llegado a la pubertad, eran menores de 12 años.
El defensor de menores Atilio Alvarez observó que �es propio del abuso intrafamiliar generar complicidades entre los miembros de la familia que toleran, permiten, encubren�. Hay casos extremos, como el de �una mujer cuyo esposo había violado a sus hijos y embarazado a una hija; por eso estaba preso, pero la mujer les llevaba a los chicos, desde la cárcel, casetes donde él les pedía que no declararan�.
En cuanto a la víctima, �es más fácil que comuniquen un abuso cometido por alguien que no conoce que el de alguien con quien convive, por el sometimiento psíquico propio de la convivencia y, lo más duro, porque el chico quiere a la misma persona que abusa de él�, señala Alvarez.
La contrapartida de los abusos no denunciados es lo que los defensores de menores llaman �la hiperdenuncia�. Tiene lugar especialmente en casos de separación, �cuando no hay ni convivencia ni armonía y �el nene fue manoseado en el régimen de visitas��. Alvarez señala que �el chico siempre dice la verdad: la cuestión es cómo el adulto se ubica frente al tema. Hace poco recibimos una denuncia contra un padre porque �lleva a la nena a upa con la mano debajo de la cola�, cuando todo el que ha tenido hijos sabe que así se los lleva en brazos�.
En casos de abusos efectivamente realizados, �a veces miembros de la familia no convivientes, por ejemplo abuelos, se atreven a denunciar, pero lo más común es que los denunciantes sean médicos y sobre todo maestros�.
¿Cómo llega a enterarse el maestro? �En conductas, actitudes, en la producción de los tests que se hacen habitualmente en las escuelas -contesta Alvarez�. A menudo, como consecuencia del abuso, la criatura se vuelve ensimismada, pierde la capacidad de relacionarse.�
�Los abusadores pueden ser tanto hombres como mujeres�, observa Alvarez. En cuanto a los abusados, �luego de la pubertad es mucho más frecuente que sean chicas pero, tratándose de chicos más pequeños, son tanto nenas como nenes porque la actitud pedófila no discrimina entre sexos: el objeto de placer es la criatura, no en tanto que varón o mujer; de hecho, la mayoría de los casos de penetración de nenas no son vaginales�. Los defensores de menores concuerdan en que, en todo el país, han crecido las denuncias por abuso sexual infantil: �Hay mayor conciencia del problema pero, también, la edad mínima de las víctimas ha bajado, como bajó la edad de iniciación en la prostitución infantil�, destaca Alvarez.
OPERARAN A DOS SIAMESAS AUN CON OPOSICION PATERNA
Una separación por orden judicial
Por Marcelo Justo
Los padres encomiendan la suerte de sus bebas siamesas a Dios. Más terrenales, los médicos del Hospital Saint Mary de Manchester insisten en que la única chance de que al menos una de las dos sobreviva es efectuar una intervención quirúrgica que las separe. Ayer, la justicia británica dictaminó que se debe realizar la operación aun contra los expresos deseos de los padres, porque, como en el juramento médico hipocrático, la ley estipula que la salud del paciente es lo más importante y, en este caso particular, la inacción significaría la muerte de las dos bebas.
Las siamesas, que nacieron el 18 de agosto en un país del este europeo, están ligadas por el bajo abdomen y la separación significará la muerte segura de una de ellas, que no tiene pulmones y cuyas funciones respiratoria y cardíaca dependen enteramente de su hermana. El dictamen del juez de la Alta Corte de Londres, que sienta un nuevo precedente al oponerse a la manifiesta voluntad de los padres, reconoció la dramática elección que la situación exigía de dos padres �consagrados a la felicidad de sus hijas�, que aman a ambas por igual y que por eso mismo �no pueden elegir la vida para una, sabiendo que eso significa la muerte de la otra�.
El juez, que eligió dos nombres ficticios, Jodie y Marie, para describir a las siamesas salvaguardando su anonimato, indicó que Jodie era �una beba despierta, activa, que se chupa el dedo y mueve los brazos como hacen los bebés� y que en caso de que la separen de su hermana, podría tener una vida relativamente normal, �quizás caminando sin ayuda, quizás yendo a la escuela, quizás teniendo hijos�. En cambio, Marie �no tiene función cardíaca o respiratoria y el oxígeno y la sangre que necesita los extrae de su hermana�. Los meses adicionales de vida que obtendría si no las separasen, no tendrían �ningún sentido y serían básicamente dolorosos�, además de que impedirían la vida de su hermana.
La madre llegó a Gran Bretaña después de que se estableciera durante el embarazo que tendría siamesas y que la estructura sanitaria de su país no era la adecuada. La batalla legal comenzó después del nacimiento, cuando los médicos llegaron a la conclusión de que había que separar a las siamesas y dejar que una muriese. Los padres, de profunda fe religiosa, se oponen a algo que va en contra del designio divino, como quedó claro en la intervención escrita que hicieron ante la Alta Corte. �Todos tiene el derecho a vivir. De modo que no sé por qué tendríamos que matar a una de nuestras hijas para que la otra sobreviva. No es la voluntad de Dios�, decía el texto leído por el abogado de oficio que los representaba. Después del veredicto, el letrado indicó que sus clientes estaban devastados y que considerarían la posibilidad de apelar el fallo.
Una portavoz del hospital Saint Mary de Manchester indicó que no anticipaban que hubiera una intervención quirúrgica en el futuro próximo. La primera operación de esta naturaleza tomó lugar en Tailandia en 1953, pero recién en los 70 hubo una intervención quirúrgica exitosa.
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