Por Patricia Chaina
El blooper de videos hogareños, utilizado como condimento de los programas de humor, hizo escuela en la televisión argentina. Llegó como material de relleno y se convirtió en sensación con �El show de Videomatch�. Marcelo Tinelli les debe a los bloopers �pequeños o grandes accidentes filmados� buena parte del comienzo de su carrera. Hoy, a una década de aquello, conduciendo �El show del blooper� (de lunes a viernes a las 17.30, por Telefé), Mariano Fraomeni, un actor antes desconocido por el gran público, parece estar buscando ingresar en la nómina de los conductores televisivos de peso. Actor formado en los talleres de comicidad de Mariana Briski, Fraomeni llegó a la TV luego de transitar como monologuista en espectáculos de café concert. Y aunque reconoce que en lo que a TV se refiere se ha formado �en la cultura de Tinelli�, no se considera un desprendimiento de �Videomatch�, donde trabajó una temporada con Pachu y Pablo. �Duro de acostar�, �Gemelos�, y una docena de publicidades para la agencia Agulla & Bacetti en 1999 se anotan entre las apariciones televisivas anteriores a su llegada a Telefé. Pero antes de ser actor, fue vendedor �de AFJP, de seguros...�, recuerda.
Hoy, provisto de un smoking rojo que lo emparienta (en imagen) al mítico Tato Bores, pero por contemporaneidad y pantalla, al inefable Larry de Clay, Fraomeni despliega en su programa una propuesta ágil y entretenida que encuentra sostén en su comicidad. Su capacidad para oficiar con gracia el arte de la conducción, fue determinante cuando el Departamento de Promociones de Telefé �dirigido por Adrián Ciliberto� decidió utilizarlo como presentador de los programas del canal. Desde ahí saltó al programa propio, �El show del blooper�, para las dos semanas de vacaciones de invierno. Pero el programa se apropió de un promedio de rating de 13 puntos y logró ganarle a �Hablemos con Lía�, �Telepasillo� y �Movete�. Y Ese fue el salvoconducto de la continuidad hasta fin del año.
�Hay momentos para la reflexión y momentos para la distracción�, sugiere Fraomeni en la entrevista con Página/12. �El programa está en esa segunda línea�, agrega, convencido de la utilidad de su propuesta. �Y si una mujer me para por la calle, como me pasó ayer, y me dice: �La media hora que lo veo es el único momento del día en el que me divierto�, es suficiente para alguien que, como yo, sólo quiere hacer algo divertido para que la gente lo pase bien�. Se acomoda los anteojos, vuelve a cruzar sus brazos sobre la mesa y mira al piso. Su parecido físico a Jerry Lewis, en versión rubia, se intensifica.
�¿Cuál es su posición respecto de las críticas del blooper, que provoca la risa a partir de desgracias ajenas, aunque sean mínimas?
�Si hay situaciones dolorosas buscamos suavizarlas con el relato en off, que no es improvisado sino guionado, pero no vamos a poner algo que haga que alguien se sienta ofendido (por ahora los videos son extranjeros pero está la idea de incluir tapes argentinos). La intención es divertirnos con la gente, no burlarnos de ella. Porque el humor es un bálsamo en medio de las tormentas de cada día. Y el tiempo hace que lo que ayer fue dolor, se pueda convertir en risa.
�¿Cómo definiría la veta del humor que a usted le interesa?
�El humor es identificación. Cuando ves a alguien pasando un mal trago, te produce risa imaginarte en esa situación. Si hay que pensar mucho no es humor. Por eso �Todo X 2$� no me gusta, lo prefiero a Olmedo, eso es humor argentino. Y ni hablar de Pinti, un maestro. Pepe Arias, un gran monologuista, con poco manejo del cuerpo. Fidel Pintos, Biondi, no es larga la lista.
�¿Y qué le gusta de la televisión actual?
�El fútbol. No soy un culturoso del cable. Pero me gustan los actores dramáticos como Inés Estévez, le creo todo lo que hace. También Damián De Santo y Marrale. Y Alfredo Casero en versión seria. Lo importante es poder darle valor de verdad a lo que uno hace, sea en la actuación o en otrosámbitos de la vida. En el programa, somos un grupo de amigos que se divierte con lo que hace y, para mí, ésa es la magia, la fórmula que lo convirtió en un pequeño éxito.
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