Por
Patrice Burchkalter
Desde Spa-Francorchamps
Mika Hakkinen (McLaren-Mercedes) se impuso en una titánica
batalla a Michael Schumacher (Ferrari) en el Grand Prix de Bélgica.
Con 18 victorias en su haber, el bicampeón mundial recordará
ésta como la más brillante, seguramente, por la lucha sin
cuartel ante su rival alemán, al que superó de manera admirable
y con determinación en la vuelta 41ª, a tres del final. Inclusive,
el propio Schumacher se mostró asombrado. El ataque de Mika
por adentro me sorprendió. Fue inesperado, dijo el piloto
de Ferrari. ¡Increíble! Fue una carrera fabulosa,
exclamó Hakkinen.
El McLaren-Mercedes estaba al acecho detrás del Ferrari, y, al
llegar a uno de los rezagados, el brasileño Ricardo Zonta (BAR-Honda),
justo antes de Les Combes, una curva hacia la derecha, Schumacher decidió
superarlo por la mano exterior, lo que fue decisivo. Al separarse
de Zonta, Michael perdió la chupada del coche, que yo pude conservar.
Tomé por adentro a último momento y fui más rápido,
dijo Hakkinen.
Tan simple como esto. Pero, a 320 km/h la maniobra fue muy osada, demasiado
arriesgada. Felizmente, Zonta no perdió la sangre fría y
se mantuvo en su carril, entre los dos punteros. Entonces, el McLaren
se coló entre el BAR y el pasto, para salir al frente después
de la curva. De esta manera, Hakkinen ganó su duelo con Schumacher.
Si no me hubiera pasado allí, lo hubiera hecho poco más
tarde. Mika fue más rápido, reconoció el alemán.
Fue realmente increíble. Fue... muy difícil, con situaciones
inhabituales, incluido un trompo de 180 grados, que no estaba previsto.
Pero en este circuito las curvas y los pianos son muy resbaladizos
explicó Hakkinen. Tuve mucha suerte de permanecer en la pista
y poder continuar. Con lo cual volví a la carrera con una sola
idea: alcanzar a Schumacher. Fue un desafío fabuloso, agradable,
y el coche cada vez rendía mejor, añadió.
Hakkinen había intentado unas vueltas antes ganarle la cuerda al
Ferrari, pero Schumacher lo encerró, por lo que después
de finalizar la prueba ambos pilotos discutieron largo rato. ¿Acaso
el finlandés le pidió cuentas a su adversario por este gesto
antideportivo?
Es normal que hayamos conversado después de una carrera así,
¿no?, preguntó irónicamente Schumacher, y agregó:
hay que ver el video para saber si hice realmente algo mal. ¡Ustedes
lo saben, los espejos retrovisores son muy pequeños y andamos tan
rápido...!
Hakkinen trazó sus planes futuros. Ahora vamos a concentrarnos
en los ensayos de esta semana en el circuito de Monza, sumamente importantes
puesto que el trazado fue modificado. Seguramente habrá nuevas
cosas para aprender concluyó el piloto finlandés.
Schumacher, que no ocultaba su desilusión, agregó: No
obstante esto, pensamos que aún tenemos posibilidades de ganar
el campeonato. Todo el equipo trabaja duro. Gané seis puntos en
esta carrera y aún todo es posible, comentó el alemán.
Los dos grandes rivales estuvieron solos en la pista. El resto de sus
adversarios, Ralf Schumacher (Williams-BMW), David Coulthard (McLaren-Mercedes),
Jenson Button (Williams-BMW) y Heinz Harald Frentzen (Jordan-Mugen Honda),
quedaron muy atrás. Demasiado, en una carrera que se disputó
en parte con la pista mojada, después de las persistentes lluvias
matinales, y con una primera vuelta detrás de un auto de seguridad
para evitar los peligros de la curva de La Source.
Esta vez, el embrague
Aquejado por un problema en el embrague que lo obligó a detenerse
en los boxes, el argentino Gastón Mazzacane concluyó en
la 17ª posición. El platense quedó a dos giros del
vencedor Hakkinen, luego de haber hecho un mejor tiempo de vuelta que
fue apenas dos milésimas más lento que el de su coequiper
Marc Gené, que terminó 14º. Estoy desilusionado
porque el auto era competitivo y podía obtener un mejor resultado
si no hubiese tenido problemas con el embrague. En el giro 27, cuando
tenía que entrar para la segunda parada en boxes, se rompió
el potenciómetro del embrague, así que mientras cambiaban
las gomas yo puso la estrategia de emergencia del control de embrague,
pero se apagó el motor porque el régimen no era lo bastante
alto, comentó Mazzacane.
El argentino agregó en su análisis que era la primera
vez que utilizaba este dispositivo, con el empujón de los mecánicos
pude salir pero la selección de los cambios era lenta y a seis
giros del final me quedé solo con la quinta y sexta marchas. Fue
una pena porque este problema me impidió disputar una buena carrera,
porque mis tiempos de giro eran tan veloces como los otros autos que llegaron
delante de mí.
En efecto, Mazzacane marcó 1m57s263 en el giro 34º, mientras
que Jos Verstappen (Arrows), que terminó 15º, hizo su giro
más rápido en 1m57s432, y Ricardo Zonta, que definió
la carrera y acabó 12º, marcó 1m57s269.
Del 29 al 31 de agosto, Mazzacane y Marc Gené realizarán
ensayos sobre el Minardi en Monza.
|