Por Juan Castro
--Se lo ve bastante feliz, contento y mucha gente podría preguntarle:
¿qué le falta?
--Estoy en la batalla diaria como todo el mundo, el hecho de que junte
cuatro pesos y salga en las revistas te da cero de ventaja con respecto
al sodero, lo que a tener felicidad se refiere. Reconozco que por ahí
tengo más chance de tener el auto que me gusta. Lo que no sé
es si yo disfruto más de mi auto que el sodero del suyo. Me falta
conservar los afectos que tengo, regar la plantita para no perderlos,
no equivocarme en mis relaciones, vencer mis cosas chotas para no espantar
a la gente que tengo a mi alrededor.
--¿Cómo trabaja? ¿Cuanta gente tiene a cargo en la
productora?
--Soy obsesivo laburando y se necesita estar así todos los días.
En el plantel de producción (con editores y cámaras) somos
unos 60 más o menos, pero si después sumás las bailarinas
se termina haciendo un plantel de 80 y pico de personas.
--¿En el momento de pegar gritos en la productora, los pega usted
o tiene gente que pega gritos?
--Ehhh... lo ideal es que no haya muchos gritos, ¿no? Pablo Codevilla
es mi mano derecha y distribuye mucho el juego. Algunas cosas voy directamente
a los productores ejecutivos y demás, y normalmente estamos todos
juntos. Se labura en equipo. Cualquiera tiene acceso a esta oficina. No
es que para hablar conmigo un productor tiene que preguntarle a la secretaria:
viene y se mete.
--Si un sábado a las 4 de la tarde ve una sección del programa
que no le gusta, ¿qué pasa?
--Se levanta o se arregla. De todos modos voy viendo material todos los
días. Es más: si yo te prendo ahora ese monitor que tengo
en mi oficina veo lo que están editando. Hay veces que durante
el programa me hacen que estire porque nosotros estamos a 5 cuadras de
donde salimos al aire y, muchas veces, hay material que se está
terminado de editar cuando lo estoy anunciando.
--¿Hay momentos en los que le gusta trabajar mucho y momentos en
los que no le gusta trabajar nada?
--Sí, es verdad.
--¿Y se lo respeta?
--Yo ya soy medio grande, entonces ya no cuento con cambiar demasiado.
Lo que trato es de adaptarme a mí mismo.
--¿Los 6 meses sí y 6 meses no de Tato le parecen ideales?
--No en la televisión de hoy. Yo creo que es más fácil
hacer 2 años sí, uno no, que hacer 6 meses sí y 6
meses no. Lo que sí me parece ideal es no tener que estar expuesto.
La urgencia de estar en la televisión y sobre todo en la televisión
diaria (mucho más que la semanal) no te permite saber cuál
es el panorama alrededor. La única manera de saber dónde
estás parado y ponerte un poco a filosofar es sacar la cara de
la televisión.
--Me dijo 2 años sí y uno no. ¿El año que
viene es sabático?
--No. El año que viene voy a trabajar. Este programa la verdad
me encanta hacerlo, disfruto mucho de hacerlo; la experiencia de tener
la productora como la pudimos armar. Me es grato venir acá, vivo
cerca, la hice como me gustaba a mí, lo estoy disfrutando.
--¿Qué programas mira?
--Miro todo. Lo que no soy es ferviente televidente de prácticamente
nada. Vivo "zapiniando", mirando lo que hay. Me interesa todo,
tenga el rating que tenga. No hay un programa en el aire que no haya visto
por lo menos una vez.
--¿Y qué programas le gustan de los que ve?
--De actores... tengo miedo de caer en lugares comunes así que
voy a decir de todo un poco. La típica de Página/12 del
domingo, en la parte de televisión, es que todos ven Canal á,
"Vulnerables" y "Todo x dos pesos". Qué raro,
¿no? Porque los programas de rating, ¿quiénes los
miran? Los martes es un día bárbaro para zapinear; miro
todos los programas que hay en la franja. La trasnoche todos los días
la zapineo de punta a punta, ahora inclusive zapineo Canal 7 porque hay
cosas que me interesan ver...
--¿Cuáles?
--Y me gusta ver qué están haciendo los muchachos de la
trasnoche, viste, eso es una cosa que es media de mi palo, me gusta ver
en qué andan (se refiere a "Medios locos" que conduce
Adolfo Castelo). Me gusta ver qué sucede en "Tierra de periodistas"
porque tienen gente distinta todos los días y veo cómo tratan
los temas. Veía un poco lo que estaba haciendo Fena en "Plan
B", porque me parece que él hace bien las cosas que hace.
--Lo levantaron.
--Sí, lo sé. El último lo estaba viendo cuando se
despidió, sé que lo levantaron, y bueno... las reglas del
juego exigen algunos estándares que hay que conseguir y eso es
lo más difícil. Hacer lo que uno quiere y que le guste a
la gente es muy difícil.
--¿Está pendiente de la planilla de ratings?
--Sí. Recibo el rating todos los días y sé cómo
le va a todo el mundo.
--Vamos a hablar del "bolillero"...
--Dale.
--¿Qué le pasa cuando en un programa como "PAF"
hablan de imanes, hablan de pelotitas de ping pong? Piensa que lo hacen
porque no tienen de qué hablar, porque se quieren subir al rating
de "Sábado Bus", porque es noticia hablar de eso?
--Por las
3 cosas. No me gusta, pero tampoco me termina de indignar. Un programa
de esas características todos los días... digo "bueno
me tocó en la repartija que un día hablaran de mí
y que digan que mi bolillero...". Rial también vino al programa
y también vio el bolillero y también le di una bolilla y
no le di una llena de agua. Cuando él hace su teoría de
la bolilla llena de agua, al primero que traiciona es a él mismo
porque estuvo invitado mucho antes de esos programas. Pero también
tengo que reconocer que tantas figuras hayan llegado a la final es curioso.
Y en un país que esta tan acostumbrado a las cosas non sanctas
lo lógico es que se genere una desconfianza. Tengo que admitir
que es notable: si Borenzstein se llega a ganar el auto, ¡Bingo!
Cartón lleno, porque vino una de las mellizas y se ganó
el auto.
--¡Y su mujer!
--Sí, mi mujer...
--¿Sintió durante el programa, con tantos invitados, que
una situación se le iba de las manos?
--El programa va sobre rieles y van sucediendo las cosas. Tiene como estaciones.
--¿Qué le pasó cuando Menem bajó de la escalera
y enfiló para su silla?
--Me encantó. Porque cualquiera disfruta de esos signos. El tipo
salió a buscar el centro que es donde estaba acostumbrado a sentarse.
Es más: yo le ofrecí que si quería podía quedarse
ahí sentado en mi lugar.
--¿Cómo hace para que le hablen de cosas que no quieren?
Menem hacía años que no hablaba de la muerte de su hijo
por tele y en ese programa habló.
--Yo creo que hay que preguntar pensando en el otro. Pensando si uno estuviera
en su lugar. De cualquier manera te aclaro que en "Sábado
Bus" no me siento un reporteador incisivo, soy un anfitrión.
--Cuando trabajaba en Telefé con Gustavo Yankelevich en la época
de "Nico", ¿era a capa y espada, se tiraban ideas, peleaban,
discutían?
--Yo siempre fui muy independiente y Gustavo siempre me dejó hacer
lo que quería. La vez que más tuve contacto con él
fue con el "Nico de los domingos" cuando estábamos medio
que no nos iba bien y que ahí lógicamente dije "mirá,
no estoy logrando ganar el horario" y acepté sugerencias e
ideas de él. Pero sino "Nico" del mediodía era
un producto cerradito en el que Gustavo no tuvo más injerencia
que en darme el horario, que inclusive se lo peleé un poco porque
me quería dar de 14 a 15 y yo decía que quería arrancar
de 13 a 15 y lo logré convencer. Y éste de los sábados
también es una locura mía.
--Y en el momento en que "Nico" no andaba bien y se fue con
las botas y los inundados, ¿de quién fue esa idea?
--Esa idea en realidad fue del canal y Gustavo sugería que fuera
yo el que lo hiciera. Reconozco que era una idea rara para mí.
Estoy muy contento de haberlo hecho. No me arrepiento para nada. Me pasaron
cosas impresionantes. Pero mas allá de eso creo que la pregunta
apunta a otro lado: "si yo lo hacía por los inundados o por
el programa", te facilito la pregunta.
--Es que una cosa lleva a la otra.
--Entonces yo te voy a decir es lo mismo que ocurre con los "teletones"
lo mismo que ocurre con los llamados del 0600, lo mismo que ocurre con
todo. Yo lo que hago es televisión; mi misión en la vida
pasa por el programa de televisión. Ahora si de paso cañazo
y hago algo que sirve, encantado. Fue una experiencia muy buena para mí
y tengo la conciencia mucho más que tranquila. Me pasaron cosas
muy curiosas de las que sí te puedo hablar: gente que no tenía
nada, en patas, con el agua hasta la cintura viniendo a buscar un paquete
de arroz que le bajaba yo de un camión y cuando le daba el paquete
de arroz a la persona y pensaba "pobre, en la situación en
la que está", me miraba con cara de ternura y ellos me decían
a mí "Nico, no te preocupes por el rating". Imaginate
lo que es. Te cambia la cabeza y más a mí que, sobre todo
para esa época, vivía muy encerrado en un microclima que
me había generado. Eso fue como que se abrió una ventana
y empezaron a entrar olores y sabores que tenía completamente olvidados.
Fue una experiencia muy buena. Por supuesto que tenía que ver con
la televisión. No hay ninguna campaña de beneficencia que
no tenga que ver con el producto televisivo. No existe. Donde hay un necesitado
en cámara, en televisión, en un canal abierto, está
hecho primero para el programa y de paso cañazo para el necesitado.
--¿Forma parte de la cámara de productores independientes
de televisión?
--Sí, sí claro.
--¿Están armando una entrega de premios paralela a la de
APTRA?
--Se está conversando la posibilidad de que algún año
se haga. Pero no es una cosa para ya mismo.
--Y después de dos Martín Fierro de Oro, ¿no te sentís
como un espía de APTRA?
--No, todo lo contrario. La verdad es que no hay que mezclar una cosa
con la otra. No creo que si aparecen los premios de CAPIT (Cámara
Argentina de Productores Independientes de Televisión) sean para
competir. Cuando se habla de los premios de CAPIT, la idea es que la misma
industria, no los críticos o los periodistas, estimule con un premio
a los que realizan televisión. Es más, para redondear, siento
que si hiciéramos el premio de las productoras independientes tendríamos
que no dejar de ir a los Martín Fierro, para que justamente no
se lea que es cambio uno por otro.
--Ahora ¿quién conduce esta entrega? ¿Vos, Tinelli,
Mario (Pergolini) o Adrián (Suar)?
--Estaría bueno que lo hiciéramos los cuatro.
--¿Por qué cree que "Fugitivos" pudo con "Sorpresa
y media" y "Nico" no pudo?
--Seguramente estuvieron oportunos ellos. Habrán hecho un producto
mejor que el mío, pero mejor en el término de captar gente,
¿no? Porque de lo que estamos hablando es de captar más
gente. Te diría eso en un trazo grueso. Hay una explicación
mucho más finita, pero no sé si es el momento ni si vale
la pena.
--"Sorpresa..." tiene 5 años.
--Está desgastado el formato. La verdadera batalla contra "Sorpresa..."
fue aquélla, no ésta.
--Habló de que en un momento de su vida se recluyó y armó
su mundo, ¿tuvo que ver el palazo que le dieron a la salida de
Telefé?
--Sí. Tuvo que ver el palazo. A veces te dicen "bueno, pero
la guita que vos ganás"... sí, bueno, pero uno dice
"cuánto más quiero tener o preciso tener o a lo mejor
lo estoy haciendo para mantener lo que tengo". Entonces te preguntás
si vale la pena tener todo lo que tengo si no puedo parar de tal cosa
o tal otra. Uno empieza a reflexionar mucho qué cosa vale la pena
cuando abrís una revista o un diario y te comés una que
no te gusta. Si viene un loco que anda suelto y te pega un palo, si una
pobre señora que anda confundida por la vida porque le robaron
el hijo decidió que el hijo sos vos y la pasean por todos los canales...
y a mí me da un poquito de vergüenza ajena, de tristeza, ni
siquiera me gusta verme a mí involucrado en esas cosas. Entonces
esas cosas te piantan de la profesión, te alejan, pero también
más allá de lo económico tiene tantas cosas buenas
la profesión, te podes dar tantos gustos. A veces me hinchaba y
me iba, pero siempre volvía y acá estoy. Cada vez estoy
más comprometido. Antes era independiente, en cambio ahora tengo
mi secretaria, ahora como te dije tengo como 80 personas.
--Está cada vez más agarrado.
--Estoy cada vez más jodido (risitas).
--Pero le permite también tomarse los sabáticos.
--No. Es al revés. Los sabáticos me los podía tomar
cuando no tenía esta estructura. Ahora cómo hago para tomarme
un sabático: les digo a todos "váyanse a su casa y
dentro de dos años los vuelvo a llamar".
--No, pero puede salir de pantalla y producir programas.
--Es verdad, también puedo hacer eso. Pero con los programas no
es que los producís y estás seguro que ganás. Podés
producirlos y perder. Además también es más fácil
cuando sos vos solo y le decís al canal: "bueno chau che",
ves cuánto tenés en el chanchito y decís "puedo
gastar tanto y cuando se me acabe vuelvo a trabajar" y ése
es tu único compromiso.
--¿En algún momento dijo "no vuelvo más, no
va más"?
--No, siempre sabía que iba a volver, porque ya a esta altura me
empiezo a conocer y a perdonarme ser como soy y entonces digo: ya soy
un bicho de la televisión. Viví 10 años de la televisión
sintiendo que la televisión era algo circunstancial. Hubo un momento
en que pensé: esto de circunstancial no tiene nada, es lo que más
he hecho en mi vida. Ahora ya llevo 20 años, yo soy esto y no voy
a renegar. Por ahí, de vez en cuando, me hincharé y me dedicaré
a hacer casas que me gustan, armar chacras, o lo que fuera, pero la realidad
mía es que, con lo que me he ganado en la vida, con lo que he ido
para adelante, con lo que he crecido y en lo que me he especializado es
en la televisión.
--Una pregunta personal. ¿Qué les pasa a sus chicos cuando
lo ven en un cartel por la calle o en televisión? ¿Qué
le dicen?
--Mis hijos ya están grandes. Vas a ver a uno que te lleva una
cabeza a vos (el mayor de sus cuatro hijos, Nicolás) y es el que
está trabajando acá (en la productora Bus TV). La otra está
por terminar el bachillerato. Juanita ya tiene 12 años y está
acostumbrada. Juanita es como de circo. Y Renata, nada, para ella es lo
más normal prender la televisión y ver a sus parientes.
Ve a la abuela que trabaja en televisión, ve a la madre que trabaja
en televisión, el padre trabaja en televisión, la mayoría
de la gente que viene a casa la ve que sale en televisión. Renata
piensa que la tele es un medio público, así como que es
normal. Hasta ella misma a veces se ve en televisión.
POR
QUE NICOLAS REPETTO
Por
accidente y por trabajo
Por Juan Castro
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La
primera imagen que recuerdo de Nicolás Repetto pertenece
a "Semanario Insólito", un magazine semanal de
principios de los 80 en la pantalla del viejo y glorioso Canal 7
conducido por Raúl Portal, Virginia Hanglin, Nicolás
Becerra y Adolfo Castelo. En plenas vacaciones de verano, los capos
se fueron a Mar del Plata y dejaron a un movilero a cargo de la
sucursal B.A., ciudad en la que no pasaba absolutamente nada y en
la que este personaje inventó la sección Deportes
Para Ejecutivos Con Poco Tiempo. Con paraguas (llovía a cántaros)
y micrófono en mano, el muchacho se tiró desde el
trampolín más alto de Parque Chacabuco, después
puso la imagen en reversa (volvía desde el agua a estar arriba
del trampolín) y terminaba dándoles consejos a los
yuppies sin tiempo. Desde el living de casa, con mis hermanos nos
doblábamos de risa y le pregunté al mayor ¿quién
es ese tipo? Era Nicolás Repetto. La última pregunta
de este reportaje recordó ese momento y le agregué
si en esa época pensaba que ésa iba a ser su vida.
Me contestó: "Yo me subí a ese trampolín,
yo planteé la idea, yo me tiré con el paraguas, sacrifiqué
el traje cuando sólo tenía dos, yo puse para delante
y para atrás. No sé si pensé, pero empecé
a construir que ésa iba a ser mi vida, por eso creo que siempre
tengo la sensación rara de que por un lado siento que todo
lo que me pasó en mi carrera fue accidental y, al mismo tiempo,
no hice otra cosa que trabajar para perseverar y para triunfar y
para llegar lo más lejos posible".
¿Por qué Nicolás Repetto? Porque desde ese
"Semanario Insólito", y a través de ciclos
inolvidables como "La Noticia Rebelde", "Festilindo"
(bueno che, yo era chico), "Fax", "Nico" y el
actual "Sábado Bus", en los últimos 20 años
me he convertido en repettista y todos sabemos que no soy el único.
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