Los senadores justicialistas decidieron ratificar a Augusto Alasino
como presidente de bloque. La medida es provisoria y, sobre todo, estratégica:
los legisladores evaluaron la posibilidad de un recambio de conducción
pero consideraron conveniente hacerlo en otro momento ya que si no se
estaría dando crédito a las versiones de Antonio Cafiero
sobre supuestos pagos de sobornos. El legislador, por su parte, dio un
paso más hacia el alejamiento del bloque al anunciar públicamente
que desconocerá a su mesa directiva.
Alasino fue ratificado en una tensa reunión de bloque de una hora,
que pasó a cuarto intermedio para hoy. No estuvieron allí
los dos denunciantes, los bonaerenses Cafiero y Jorge Villaverde, y uno
de los que habría sido tentado con dinero para aprobar la reforma
laboral, el tucumano Ramón Ortega. Palito siguió recluido
ayer en su campo de Luján y tiene previsto viajar hoy a Córdoba,
ya que es uno de los organizadores del festival folklórico de Cosquín.
En el encuentro los senadores hicieron una módica catarsis y hubo
críticas sobre la manera en que se manejó la crisis del
Senado, un claro tiro por elevación a la actual conducción.
No faltó quien recordó el encuentro que, sin avisar a la
totalidad del cuerpo, mantuvieron integrantes de la mesa directiva del
bloque con el presidente Fernando de la Rúa.
De todos modos, la mayoría coincidió en que no es momento
de producir cambios ya que el solo gesto daría crédito a
las denuncias sobre supuestas compras de votos para aprobar la flexibilización
laboral. Pero también hubo quienes reclamaron evitar una "sangría"
en el bloque, y que luego del alejamiento de Héctor Maya, Eduardo
Varizat y Alberto Rodríguez Saá, se concreten los de Cafiero
y Villaverde.
"Yo ya no respeto ni acato al presidente de mi bloque porque me ha
defraudado", dijo ayer Cafiero luego de leer las declaraciones de
Alasino al diario La Nación, en las que devalúa las versiones
de soborno diciendo que "Cafiero ha recibido información falsa".
El senador bonaerense, de todos modos aclaró anoche que por ahora
no formará otro bloque y que aguardará la evolución
de las investigaciones antes de fijar una posición definitiva.
Quien dijo que ya no dará marcha atrás es Villaverde. "Yo
ya dejé el bloque. En realidad, lo hice desde que presenté
la cuestión de privilegio. No tengo más nada que ver con
ese bloque."
En los últimos días también circularon versiones
sobre otros senadores que abandonarían el bloque: el puntano Carlos
Sergnese, encolumnado detrás del gobernador Adolfo Rodríguez
Saá, y Ortega, quien le habría dejado una nota a su coprovinciano
José Carbonell, en la cual expresa su determinación.
Desentendiéndose de estas versiones, Alasino aseguró que
"hay un gran consenso para que la investigación (por presuntos
sobornos) llegue hasta el final. Pero tenemos la percepción de
que más que una división del bloque es algo de Antonio Cafiero
con la conducción".
Efectivamente, el bloque del justicialismo no ha salido a respaldar abiertamente
a Cafiero y mucho menos lo ha hecho Alasino, cuyo nombre el senador bonaerense
habría mencionado como uno de los supuestos sospechosos de recibir
dinero.
Branda
en la cuerda floja
El senador
justicialista Ricardo Branda fue denunciado ayer por presunto
encubrimiento, en virtud de declaraciones públicas en las
que habría afirmado que "hay corrupción"
porque "los controles del Estado no funcionan y el sistema
político empuja a la corrupción".
La denuncia, radicada por Ricardo Monner Sans, recayó en
el tribunal federal a cargo del juez Adolfo Bagnasco. El abogado
pidió al juez "que reclame el desafuero del legislador"
si es que "de la investigación del caso" surgen
evidencias firmes sobre la comisión del delito de encubrimiento.
Al texto de la denuncia fue adjuntada una copia de la entrevista
con el senador Branda, publicada el viernes por la revista Noticias
y que sustenta la acción de Monner Sans.
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CONMOCION
EN LA BANCADA DE LA ALIANZA
Fue un lunes de miércoles
Por
Felipe Yapur
En la Cámara
alta, los lunes suele ser un día muerto. La mayoría de los
senadores recién llegan a Buenos Aires los martes. Es por ello
que las comisiones no se reúnen y por sus pasillos suelen verse
sólo a empleados y uno que otro asesor de algún legislador.
Pero ayer no fue un día cualquiera, fue una jornada intensa, inusual.
En los tribunales de Comodoro Py, Antonio Cafiero declaraba sobre el supuesto
pago de coimas y entregaba al juez Carlos Liporaci un sobre con el nombre
de los implicados. Los radicales decidieron sorpresivamente convocar a
una reunión. Un diezmado bloque resolvió pedir que la comisión
de Asuntos Constitucionales se transforme en una "comisión
investigadora" de los sobornos, y al mismo tiempo pedirle al vicepresidente
Carlos "Chacho" Alvarez que dé a conocer las declaraciones
juradas y las cuentas bancarias de sus integrantes.
La convocatoria radical tomó de sorpresa a más de un senador.
Sólo concurrieron diez de los 23 que conforman el bloque. Pero
más allá de lo poco habitual del encuentro --por lo general
se realizan los martes--, el dato que llamó la atención
fue la decisión de ordenarle a todos los colaboradores desalojar
la sala y conversar en la mayor intimidad. Tras una hora de deliberaciones,
de las que los senadores se encargaron de que trascienda como "un
encuentro formal, sin sobresaltos", dejaron entrar a los colaboradores
y, poco después, convocaron a una también inusual conferencia
de prensa donde comunicaron su decisión.
Durante el encuentro con los periodistas, los senadores lucieron preocupados,
reconcentrados y delegaron en el titular de la bancada, Raúl Galván,
y del bonaerense Leopoldo Moreau la responsabilidad de informar. Según
Galván, la comisión que preside el justicialista Jorge Yoma
se convertirá en una comisión investigadora a la que la
dotarán de todas las facultades necesarias para investigar a fondo
los supuestos sobornos. El senador riojano reconoció que los justicialistas
no estaban enterados de la decisión adoptada. Eran las 18 y todavía
faltaba más de una hora para que el bloque del PJ se reuniera en
un día también desacostumbrado.
Los radicales indicaron que la comisión investigadora tendrá
atribuciones como la de llamar a comparecer a cualquier miembro de la
Cámara o a cualquier otra persona, incluso compulsivamente. "Nosotros
creemos que la comisión de Asuntos Constitucionales tiene esas
facultades especiales, pero queremos que la asuma plenamente", dijo
un vehemente Leopoldo Moreau.
La decisión del bloque, que llegó a ella con menos de la
mitad de sus integrantes, demostró el grado de enfrentamiento que
hay con el vicepresidente, quien dijo la semana pasada que el Senado carecía
de la legitimidad necesaria para investigarse.
Pero también hay un detalle importante a tener en cuenta. Durante
la reunión del oficialismo, una de las ausencias más importantes
fue la del presidente provisional del Senado, José Genoud. El mendocino,
quien no había concurrido a la cita con el juez Liporaci, estaba
en su provincia cumpliendo con una requisitoria de la Legislatura provincial.
Frente a los diputados dijo, a diferencia de Cafiero, que "tengo
certezas de que no hubo sobornos, a pesar de que la sociedad crea todo
lo contrario". Hoy, Genoud declarará ante Liporaci; el senador
es uno de los nombrados en el anónimo que desató el escándalo.
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