Por
Romina Calderaro
Desde Puerto Bermejo, Chaco
"Pensé que me gritaban a mí", bromeó
Darío Lopérfido. Un segundo antes, los más de cuatrocientos
alumnos de la Escuela Nº 18 Puerto Bermejo festejaban con virtuales
alaridos, empujones y corridas la llegada de Marcelo Tinelli al Chaco.
Tinelli es "padrino" de la flamante Radio Timbó, la primera
emisora argentina que el gobierno inauguró en el pueblo, al que
hasta ayer sólo llegaban radios paraguayas. Ni el gobernador de
la provincia, Angel Rozas, ni el secretario de Cultura y Comunicación,
ni el viceministro de Educación, Andrés Delich, que viajaron
especialmente fueron acosados con pedidos de autógrafos, fotos
y besos. Tan bienvenido fue el conductor de "Videomatch" entre
los niños chaqueños, que un funcionario se animó
a festejar la ausencia del presidente Fernando de la Rúa, prevista
en un principio. "Hubiera sido un papelón que quedara opacado",
resumió el hombre. Para las radios que faltan --el gobierno piensa
inaugurar nueve más-- habrá que buscar padrinos menos populares.
Puerto Bermejo es un pueblo de frontera en el que el ochenta por ciento
de los habitantes, que son cuatro mil doscientos, tiene las necesidades
básicas insatisfechas. La mayoría vive de la pesca y de
la agricultura y todos recuerdan tristemente el año 1983, cuando
una gran inundación tapó lo que ahora llaman el pueblo viejo
y obligó a todos a mudarse a lo que hoy denominan el "asentamiento".
"Los chicos viven pendientes de la crecida del río y eso los
afecta psicológicamente", rezongó ante Página/12
Elsa Aguilera, alias "La Cuca", directora de la escuela.
El proyecto del gobierno, que trabajó junto al Comité Federal
de Radiodifusión (Comfer) y a la Secretaría de Educación
Básica de la Nación, prevé instalar otras nueve emisoras
en escuelas rurales y de frontera. En la de Puerto Bermejo, Tinelli aportó
unos siete mil quinientos pesos para la antena y el transmisor. Gustavo
López, titular del Comfer, comentó a este diario que ya
hablaron con otros futuros padrinos, entre ellos Mirtha Legrand, Mario
Pergolini, Adrián Suar, Fernando Niembro y Carlos Rottemberg.
"Queremos hacer programas de ecología", se entusiasmó
Gabriela Acuña, de doce años. Su mamá es ama de casa,
su papá se murió hace años y la familia subsiste
con el sueldo de su hermano mayor "que trabaja en la muni".
Gabriela no sabe qué quiere ser cuando sea grande, pero tampoco
le preocupaba mucho ayer al mediodía. Se entretenía mostrando
el colegio a "los que vinieron de Buenos Aires". Y había,
en el colegio, una exposición de retratos de famosos. "Los
pinta Elio Rivas, uno de nuestros próceres", relató
la nena. Había también mujeres que vendían artesanías
en paja, chipá, dulce de zapallo y miel.
En Puerto Bermejo no se puede tomar agua de la canilla. Alguien advirtió
que tiene restos de cianuro. Más tarde, la "Cuca" contó
que "de cada diez muertos, nueve fallecen de cáncer".
Pero aunque la situación no es fácil, hay cosas que todavía
entusiasman a los chicos. "De Puerto Bermejo me gusta el playón,
donde se puede jugar al handball, al volley y hacer camping. Ahora me
gusta la radio", dijo Sheila Hardy, que tiene diez años y
usa anteojos. Su mamá es odontóloga y su papá "trabaja
en un tinglado".
Cuando llegó Tinelli, todo fueron gritos. Y en el acto de inauguración
de la radio hablaron todos, desde la "Cuca" hasta Lopérfido,
pero él se llevó todas las miradas y los flashes. Los que
pudieron, se acercaron a darle un beso o una carta. Muchos se pasaron
la mañana buscando que sonría para una foto. "Estoy
muy emocionado", dijo él cuando le tocó hablar. "Dos
computadoras", le gritaron. "Vamos a ver si también tenemos
dos computadoras", respondió desde el improvisado escenario.
Después, fue homenajeado por las autoridades de la escuela en un
lunch que compartió con funcionarios nacionales. Había vino,
gaseosa, milanesas de pescado, empanadas de pescado y una especie de tortilla
de maíz llamada "sopa paraguaya".
La próxima inauguración será en el pueblo El Soberbio,
de Misiones. Mirtha Legrand ya comprometió su presencia en alguno
de los eventos. Eso sí: pidió ser la madrina de una radio
de la Puna, "porque es un lugar que le gustaba mucho a mi hijo Daniel".
Una
hora y media de sueño
Que viene, que no viene. Ayer al mediodía
se levantaban apuestas entre algunos periodistas. El gran interrogante
--Marcelo Tinelli estaba confirmado-- era la presencia del secretario
de Cultura y Comunicación, Darío Lopérfido.
Es que todos suponían que el "sushi boy" se había
acostado tarde el domingo a la noche, y que era improbable que
tomara un avión a las seis de la mañana para recalar
en un pueblito de frontera. Finalmente ganaron los que apostaban
por su presencia. "No sé nada. Me levanté a
las cuatro y media de la mañana", se justificaría
él mismo más tarde, ante los periodistas que le
preguntaban si tenía novedades sobre el supuesto pago de
coimas en el Senado. "No soy amigo de Cafiero y no tengo
información directa del Poder Judicial", argumentaría
luego, consultado sobre la declaración del senador.
Al mediodía, el vocero presidencial volvió a Buenos
Aires. Como suponían muchos, el domingo había estado
despierto hasta tarde, pero no en reuniones oficiales sino cenando
con su mujer en un conocido restaurant.
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