Por
David Cufré
El Gobierno cosechó el unánime respaldo de los empresarios
del sector productivo a los cambios en el equipo económico. Fue
para sacudir las expectativas, en un país que lo necesita de vez
en cuando, explicó José Luis Machinea, al justificar
la incorporación de Javier Tizado al elenco del Palacio de Hacienda.
El ministro está totalmente firme en su cargo, dijo,
por su parte, Fernando de la Rúa, y anticipó que reclamará
al sector financiero la baja de las tasas de interés para favorecer
la reactivación. Los banqueros se mostraron inquietos con la movida
en el equipo económico, aunque la mayoría prefirió
no formular declaraciones públicas. Su lectura, al igual que la
de los hombres de la Unión Industrial, es que el Gobierno sacudió
el tablero y abrió el juego a nuevas posibilidades, más
allá de la faceta fiscalista que había mostrado hasta el
momento. El establishment financiero recela de la jugada, mientras el
sector productivo se esperanza. Ese es el escenario tras el anuncio de
Machinea.
El ministro y sus hombres de confianza estaban satisfechos ayer con el
resultado de la incorporación de Tizado, un empresario del riñón
del grupo Techint, el holding más poderoso de la Argentina. Interpretan
que por fin lograron impactar con una de sus acciones. Hasta ahora, las
medidas que habían tomado para torcer las expectativas desfavorables
de la población y de los agentes económicos fueron calificadas
de tímidas o insuficientes. Los Machi boys están
convencidos de que el motivo central que explica la lentitud de la reactivación
es, justamente, las pobres expectativas generales. De allí que
Machinea hiciera hincapié ayer en la necesidad de sacudir
las expectativas y darle nuevo aire a su gestión
con la designación de Tizado.
Pero también dijo otras cosas que, además de la señal
hacia la industria con el nombramiento de Tizado, permiten vislumbrar
una nueva estrategia de la conducción de Economía. Sostuvo
que el próximo 5 de septiembre, en el acto del Día de la
Industria, anunciará un paquete de medidas reactivantes. En rigor,
se trata de iniciativas que se vienen barajando desde hace más
de un mes y que fueron sugeridas por el Grupo Productivo (UIA, ruralistas
y constructores). Pero el nuevo escenario político les da mayor
trascendencia. Las medidas buscarán mejorar la competitividad,
la productividad y la reducción de costos, puntualizó.
Al hablar de reducción de costos, los industriales confían
en que la finalidad última del ingreso del ejecutivo de Techint
al Gobierno es preparar una nueva ronda de negociaciones con las privatizadas
y los bancos. En ese sentido, indicaron que deben leerse del mismo modo
las declaraciones de De la Rúa sobre el pedido de baja de tasas
de interés. Estamos en el piso de la recesión. La
economía empezará a reaccionar y habrá espacio para
una pelea que el Gobierno no pudo dar con fuerza en sus primeros meses
de gestión: la reducción de tarifas de los servicios públicos
y de las tasas de interés, consideró un alto dirigente
de la UIA.
Si esa fuera la estrategia, la incorporación de Tizado actúa
como un gesto de respaldo de Techint hacia el equipo económico.
Con Débora Giorgi, todos sus éxitos o fracasos eran
atribuibles a Machinea. Tizado tiene peso propio y puede bancarse situaciones
por sí solo, sin que Machinea tenga que desgastar su propio capital
político, evaluó el informante de la Unión.
Al establishment financiero y a las privatizadas les inquieta que el Gobierno
pueda cambiar su actitud hacia ellos. Los márgenes dentro
de los que podrá moverse este proyecto de dinamización del
mercado interno y de la industria del que se habla son muy estrechos y
están contenidos por la Convertibilidad, dijo ayer una alta
fuente de la banca. Y agregó que no está claro cuál
es exactamente el programa de reactivación que encarará
el nuevo equipo de Machinea. El banquero, al igual que otros miembros
de la city, fue de los pocos que puso reparos a los cambios en el equipo
económico. En cambio, todo el arco de dirigentes del sector productivo
y de las pequeñas y medianas empresas salieron a respaldarlo. Curiosamente,
el más entusiasta en su respaldo fue el presidente del bloque de
diputados del PJ, Humberto Roggero. El legislador enfatizó que
el ingreso de Tizado es una buena señal para la economía
argentina porque, por primera vez desde 1976, se rompe con la hegemonía
de los tecnócratas en la política industrial.
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