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�BLONDE�, LA NOVELA MAS POLEMICA SOBRE LA VIDA Y MUERTE DE MARILYN
El lado oscuro de aquella chica que brillaba

La biografía de la estadounidense Joyce Carol Oates explora los episodios más sórdidos de la vida de la rubia que hizo soñar a millones: su relación con John Kennedy y su entorno y las razones por las que habría sido asesinada.


Por Rosa Mora

t.gif (862 bytes) La mujer estaba desnuda, cubierta por una sábana blanca como si ya estuviese en la camilla del forense. El Francotirador �sacó una jeringuilla del maletín. El médico contratado por la Agencia la había preparado con Nembutal líquido. (...) Sin prisa alguna, el hombre dio vueltas alrededor de la cama, calculando el mejor ángulo de ataque. Debía ser un ataque rápido y certero, tal como le habían ordenado. Lo ideal habría sido sentarse a horcajadas sobre su objetivo, pero no podía arriesgarse a despertarla. Finalmente, se inclinó sobre el lado izquierdo de la mujer inconsciente y mientras ella respiraba hondo, levantando la caja torácica, le hundió la aguja de quince centímetros en el corazón�. 
Las leyendas sobre Marilyn Monroe surgieron el mismo 5 de agosto de 1962, cuando la encontraron muerta en extrañas circunstancias. Han corrido desde entonces ríos de tinta a los que se ha sumado este año la escritora estadounidense Joyce Carol Oates con Blonde. Una novela sobre Marilyn Monroe, que publicará en setiembre Plaza & Janés. Oates, autora de prestigio de libros como Del boxeo (Tusquets), armó un considerable revuelo en Estados Unidos, donde apareció en abril. La novela �ella insiste hasta la saciedad en que se trata de una ficción� obtuvo críticas muy dispares. En The Nation, se la comparó con Faulkner por su intento de dar una visión de América e incluso se ha pedido el Nobel para ella. En cambio, en The New York Times, Michiko Kakutani la destrozó acusándola de sensacionalismo y de explotar la tragedia y la fama de Marilyn. 
Blonde es el libro hasta la fecha más ambicioso y también el más conflictivo de Joyce Carol Oates (Nueva York, 1938). Su objetivo es analizar la gloria y la decadencia del sueño americano en boca de uno de sus grandes iconos. Explicar al mismo tiempo la vida íntima, poética y espiritual de la actriz y el Hollywood de las estrellas, las repercusiones de la II Guerra Mundial o el macarthismo. En las más de 900 páginas va entrelazando hechos verídicos con otros de ficción, dando voz a la propia Marilyn, cuya vida explora morosamente: la niña, la adolescente, la mujer, la estrella. Desde los primeros recuerdos, cuando Norma Jeane Baker, (nombre que inscribió su madre por error, aunque es conocida como Norma Jean) nacida en 1926, ve por primera vez la fotografía de quien su madre dice que es su padre, hasta su muerte, cuando tenía 36 años. 
Oates recorre sus películas para explicar cómo inspiró sus personajes en su vida real y cómo utilizó a éstos para enfrentarse a la vida. Desde la Angela de La jungla de asfalto a la Sugar Kane de Una Eva y dos Adanes o la Roslyn Talbor de Vidas rebeldes. Muestra a una Norma Jean luchando por el apellido Taylor, de su abuelo, cuando la bautizaron como Marilyn, obsesionada por su padre hasta el punto de que Oates cuenta que reproducía la figura del padre en los hombres con que se casó, a los que llamaba papá; o por su madre, ingresada en un sanatorio mental después de haber metido a su hija en una bañera de agua hirviendo y de prender fuego a la casa en que vivían. La actriz que describe Oates es una mujer ansiosa por que la quieran, insegura, solitaria, dependiente de los tranquilizantes y de los estimulantes, desesperada por hacer bien su trabajo, porque la reconozcan como actriz. 
Oates utiliza diversos géneros e introduce un diario de Marilyn, poemas, cartas e incluso textos y poemas de autores como Emily Dickinson, de La máquina del tiempo de H. G. Wells, de El mundo como voluntad y representación de Schopenhauer, o �El malestar de la cultura� de Freud. �El lector que desee conocer datos biográficos fidedignos de Marilyn Monroe no debería buscarlos en Blonde, que no pretende ser un documento histórico�, advierte la autora en una nota introductoria. Pero es un libropolémico, muy polémico, en el que vuelve la idea de que o la asesinaron por orden del presidente o de la CIA. �El Francotirador no sabía si la Agencia lo había enviado en esta misión para proteger al Presidente de la zorra rubia que era una amenaza para él y para la �seguridad nacional�, o si esa noche ejecutaría una acción que, una vez hecha pública, dañaría la imagen del Presidente por alternar con la zorra rubia. Porque el Presidente y la Agencia no siempre eran aliados; la Presidencia era un poder efímero y la Agencia, un poder permanente�, escribe. Claro que Oates hurga mucho más profundo en la relación entre la estrella y el mandatario (ver aparte).
Oates describe los últimos tiempos de la actriz como terroríficos, tiempos en los que su maquillador tardaba horas en reconstruirle el rostro, tomando hidrato de cloral, entre el sueño y la vigilia, creyendo y no creyendo que la habían obligado a abortar un hijo del presidente. La noticia de la muerte de Charlie Chaplin Jr., Cass, acabó de hundirla.
Esta visión contrasta notablemente con la de Donald Spoto, autor de Marilyn Monroe (Anagrama, 1993), considerada como una de las biografías más serias y mejor contrastadas de la actriz. Spoto sostiene que, a los 36 años, vivía un momento de madurez. Había prescindido de su psiconalista y del ama de llaves, que la aislaban y manejaban, y proyectaba casarse de nuevo con Joe DiMaggio. Según Spoto, Marilyn murió a causa de una combinación letal de sedantes y barbitúricos. En Marilyn Monroe, investigación asesinato, publicado por Emecé en 1999, Don Wolfe vuelve no obstante a la teoría de la conspiración política y el asesinato por sus relaciones con John y Bob Kennedy.

 

 

El ménage à trois

En la segunda parte del libro abunda el sexo, como en la detallada escena en la que Norma Jeane es prácticamente violada por el productor que le dio su primer papel. Pero a lo que más páginas dedica Oates es al ménage à trois de Marilyn, Charles Chaplin Jr. y Edward G. Robinson Jr., que aparece con el nombre de Eddy G.. �Un robusto joven con los mismos rasgos agresivos de Edward G. Robinson, pero más afeminado, prominentes labios carnosos y ojos llenos de pasión�, según la definición. �Tres jóvenes de jarana: Charlie Chaplin hijo, Edward G. Robinson hijo y la atractiva rubia Marilyn Monroe: ¿Un ménage à trois?�, decían algunas páginas de chismes de la época. La historia, según Oates, es la siguiente: Norma Jeane conoció a Cass Chaplin cuando le hicieron la primera fotografía desnuda y fue el gran amor de su vida. �Eran almas gemelas, hermanos y amantes. Eran mellizos nacidos en el mismo año, 1926, y bajo el mismo signo, Géminis�. Quiso morir cuando lo encontró en la cama con un hombre a quien presentó como Eddy G., pero luego iniciaron un relación en trío, se llamaban a sí mismos los Dióscuros. Marilyn quedó embarazada y no sabía cuál de los dos era el padre. Prefería a Cass, pero optó por llamarlos padres a los dos. Pero el niño no nació; Marilyn interrumpió el embarazo para rodar Los caballeros las prefieren rubias y el supuesto trío se deshizo.

�¿Ya salí con esa rubia?�

Muchos de los nombres que aparecen en el libro son ficticios: el primer marido de Marilyn, James Dougherty, se convirtió en Bucky Glacer; su segundo marido, Joe DiMaggio, en el Ex Atleta; y el tercero, Arthur Miller, en el Dramaturgo. Lee Strasberg es Max Pearlman; el Francotirador es un agente de la CIA y ésta aparece como la Agencia. John Kennedy es el Presidente y su cuñado, el actor Peter Lawford, es el Chupamedias del Presidente. La autora da pistas más que suficientes para que el lector sepa de quién está hablando, pero con los nombres ficticios, evita posibles querellas por difamación. Son muchos los hombres de Marilyn que salen mal parados. Oates cuenta cómo el Presidente pidió al Chupamedias del Presidente que le concertara una cita con la Actriz Rubia:
�En marzo de 1962, en Rancho Mirage, Palm Springs, el Presidente le dio un codazo en las costillas y silbó.
�¿Esa rubia es Marilyn Monroe?
Le respondió que sí, era la Monroe, una conocida suya. Despampanante, ¿eh? Aunque algo loca.
Con aire pensativo, el Presidente preguntó:
�¿Ya salí con ella? Si no lo hice, conciértame una cita. Pronto. 
Pronto significaba en menos de una hora.
Hubo otra cita, sórdida, según el relato de la escritora. Fue en la suite presidencial de un hotel neoyorquino: el Presidente hablaba por teléfono, al parecer sobre Cuba. �Con suavidad, pero también con la firmeza de un hombre acostumbrado a salirse con la suya, el Presidente cogió a la Actriz Rubia por la nuca y le puso la cabeza en la entrepierna. �No lo haré. No soy una prostituta, soy...� De hecho, era Norma Jeane, confundida y asustada�. Oates cuenta que lo hizo, que perdió el conocimiento y despertó después de un rato al notar que otro hombre, un desconocido, �la estaba montando�. Los hombres de seguridad la devolvieron a Los Angeles, después de golpearla. �Por lo menos no me dispararon. Por lo menos�, dice la Marilyn de Oates.

 

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