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ALLANAN UNA COMISARIA Y OBLIGAN A TRASLADAR A NIÑOS
�Pagan con cuerpos y almas�

Por el �palmario incumplimiento del estado provincial� la Cámara de San Isidro clausuró ayer el sector de calabozos de la comisaría de Victoria donde los niños eran �recluidos en jaulas�. Las celdas no tenían luz ni ventilación y las cloacas estaban tapadas.

Fernando Maroto, miembro de la Cámara de Apelación y Garantías de San Isidro. Junto con el asesor de menores, allanó la comisaría y obligó a clausurar los calabozos.

Por Horacio Verbitsky

t.gif (862 bytes) La única comisaría del departamento judicial de San Isidro donde aún había niños alojados fue clausurada ayer por la Sala Primera de la Cámara de Apelación y Garantías. El tribunal dispuso que los chicos que residían en la comisaría de Victoria en condiciones infrahumanas deberán ser reubicados por los jueces de menores en �lugares acordes con la problemática de los mismos�. Ayer a las 11 el presidente en ejercicio de la Sala, Fernando Maroto, con el asesor de menores Carlos Eduardo Bigalli, quien había denunciado la situación ante la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires, allanó la comisaría. La resolución que ordena la clausura del sector calabozos de la comisaría y el traslado de los niños fue firmada por Maroto y por el camarista Roberto Borserini. El tercer integrante de la Cámara, Juan Carlos Fugaretta, fue el fiscal en la causa por torturas a un detenido en la que hace dos décadas fue sobreseído el actual jefe de la policía provincial, comisario mayor Eduardo Raúl Martínez. La de Victoria es la única dependencia policial del departamento en que no se registraban denuncias de apremios o torturas a los chicos.
El acta labrada luego del allanamiento describe la situación de los chicos alojados en el sector calabozos. �Ingresados en el sector, en primer lugar se advierte un irrespirable olor a humedad y falta de iluminación natural, siendo la existente artificial y la ventilación escasa. Se observa que el lugar consta de cuatro celdas, en las que se encuentran alojados en dos de ellas cuatro personas, uno acostado en un símil camastro de cemento y el restante en el piso, ambos sobre colchones. Las dos restantes permanecen vacías. El lugar posee un baño con letrina y ducha sin ventilación y sin luz, artificial o natural. Están tapados los desagües y la cloaca, de donde emanan fuertes olores a excremento. El piso del baño y del pasillo central de las celdas está mojado por el agua de la letrina. Los calabozos no cuentan con ventilación y poseen escasa luz natural, siendo complementada precariamente con luz artificial, lo que demuestra la inhabitabilidad del lugar�.
Los funcionarios judiciales hablaron con los chicos detenidos allí. El principal problema que mencionaron fue la falta de comida. El martes por la noche, dijeron, había ocho detenidos �y la cena consistió en tres sandwiches de milanesa para todos ellos�. Además �no desayunan y les alcanzan el almuerzo cuando la guardia dispone, pero no antes de las 14�. A veces esa es �la única comida del día�. Si alguien cae detenido a la tarde, recién le dan de comer al día siguiente. Los chicos dijeron que no sufrieron malos tratos del personal policial, pero además de la comida se quejaron por el baño tapado y la restricción a las visitas. El libro de visitas de la comisaría revela que la última visita que se les permitió a los chicos detenidos fue el 9 de agosto y la anterior el 2 de julio. Según el libro de visitas de funcionarios las dos últimas visitas de control, el 14 y el 22 de agosto fueron realizadas por el asesor Bigalli y su secretario Carlos Palmieri. En cambio, no se registran visitas de funcionarios del Consejo Provincial del Menor ni de los jueces que ordenaron la detención de esos niños.
Después de la visita de Bigalli del 14 de agosto, el asesor de menores se dirigió a la jueza María Cristina Piva de Argüelles y a la Suprema Corte de Justicia de la provincia a quienes describió lo que había encontrado: �cuatro celdas de 1,60 por 2 metros, sin luz natural, con un camastro de cemento cada una. Tres celdas poseen dos aberturas en el techo de 15 cm de diámetro. Hay un baño sin puerta, con una abertura en la pared que da al pasillo central. No tiene inodoro. Posee una cisterna externa que, al accionarla, inunda el piso del baño. En todo el sector no hay mobiliario alguno. No hay colchones, ni sábanas, ni almohadas. Pude constatar la falta de higiene y la oclusión de los sistemas de desagüe del baño�. El informe de Bigalli concluía: �Debo reiterar una vez más que resulta inconstitucional, ilegal e ilegítimo que los menores, es decir los niños vulnerables, paguen con sus cuerpos y almas el palmario incumplimiento del estado provincial, recluidos en jaulas�. La Suprema Corte de Justicia luego de recibir el informe de Bigalli, �del cual surgen condiciones de hacinamiento, falta de higiene y oclusión de desagües, que se suman el impropio alojamiento de menores� ordenó al ministro de seguridad, comisario general Ramón Oreste Verón que �con la urgencia que el caso requiere imprima las medidas necesarias tendientes a revertir la situación descripta�. Ante la falta de acción y el agravamiento de las condiciones, la Cámara dispuso la clausura de los calabozos.

 


 

PUEDEN HABERLO MATADO LOS DISPAROS POLICIALES
¿Qué bala mató al sargento?

Por Carlos Rodríguez

El tiroteo de Los Polvorines sigue dando que hablar: ahora hay serias dudas sobre quién mató al sargento primero de la Policía Bonaerense Julio Sánchez, ya que el proyectil que le fue extraído del pecho no se corresponde con ninguna de las armas que estaban en poder de los tres delincuentes acribillados a balazos durante el gigantesco operativo. La duda se suma a la certeza de que uno de los policías heridos fue alcanzado en una pierna por un proyectil calibre 12,70, igual al de las escopetas tipo Itaka que ese día fueron utilizadas, únicamente, por muchos de los 250 efectivos de la Bonaerense que se movilizaron para atrapar a sólo tres ladrones. Por esa razón, desde ayer, todos los policías que estuvieron en el �megaoperativo� fueron citados a prestar declaración testimonial, para que expliquen desde dónde y hacia dónde dispararon ese día. Algunos de los efectivos, por las dudas, fueron acompañados por un abogado, precaución excesiva cuando alguien es todavía testigo y no acusado. 
Las dudas sobre quién mató a Sánchez motivaron la realización de la reautopsia sobre el cuerpo del sargento. El médico policial Héctor Di Salvo, en presencia de personal de la fiscalía del doctor Mario Marini, realizó la nueva pericia para buscar elementos que permitan establecer desde qué arma �que podría ser de la misma policía� se hizo el disparo mortal. Lo que tampoco concluye es el conteo de los balazos que recibieron los delincuentes Eduardo Leguizamón, Sergio Torres y Fabio Bricela. Uno tiene 75 impactos, otro 60 y el restante cerca de 50 impactos. 
El mismo día del hecho, fuentes de la policía dijeron a Página/12 que había �algo raro� en el procedimiento. Por un lado, la inusual cantidad de efectivos movilizados, y por el otro, rumores internos sobre la existencia de una operación preparada para mejorar la imagen de la repartición y contrarrestar el cuestionamiento a su jefe, Eduardo Martínez, quien fue a Los Polvorines acompañado por el ministro de Seguridad, Ramón Verón. Ambos reivindicaron el procedimiento y Verón llegó a decir que habían evitado �un desastre� porque los delincuentes disparaban �a ciegas y a locas�.
Sin embargo, la hipótesis que maneja la fiscalía parece señalar que ésa fue la característica que tuvo el accionar policial y no el de los ladrones. Como ya informó este diario, la primera muestra es el balazo calibre 12,70, propio de las escopetas policiales, que tenía en una pierna el sargento Claudio Medina, uno de los diez policías heridos. Ahora se suman las dudas sobre quién mató al sargento primero Sánchez. 
La investigación tiene también en cuenta otros aspectos dudosos. Por ejemplo, la forma en que fueron acribillados tres hombres rodeados a los que era fácil detener. Los balazos que tenían en el cuerpo, 75, 60 y más de 50, hace pensar que fueron rematados cuando estaban fuera de combate. Fuentes judiciales dijeron que es práctica normal en los enfrentamientos. Y que eso dificulta la atribución de responsabilidades individuales porque son muchos los que tiran. Por ahora se sabe que hubo disparos desde �50 centímetros o más�, pero habrá pericias complementarias. 
Otra duda es la gran movilización de efectivos. Hubo móviles de Quilmes y La Matanza, partidos ubicados a no menos de 45 y 30 kilómetros, del lugar de los hechos. ¿Cómo pudieron llegar tan rápido a Los Polvorines si no sabían de antemano que iba a haber un procedimiento? 

 


 

DECLARARON LAS DOCENTES EN EL JUICIO POR BORDON
�No entendíamos qué le pasaba�

Las docentes a cargo del grupo de egresados en el que viajaba Sebastián Bordón no admitieron ninguna responsabilidad en la muerte del estudiante. Ayer declararon en el juicio oral María Ana Bava y Patricia Landalde, las profesoras que acompañaron el viaje y dispusieron la vuelta de Mendoza sin Sebastián. En sus testimonios ambas dijeron que lo dejaron solo con la policía �porque el ex comisario de Malargüe, Carlos Escobar se ofreció a brindarle custodia�. Para defender la decisión, aseguraron que �fue aprobada por el padre de Sebastián cuando se lo consultó telefónicamente�.
Escobar, según las docentes, recomendó dejarlo en El Nihuil, donde pasaría a buscarlo su papá. Fue el abogado de la familia, Carlos Varela, quien ayer definió como �muy noble� la actitud inicial de Escobar aunque dijo �después el chico se escapó y apareció un cabo golpeado: otra policía y otro Escobar aparecen en escena�. En el caso hay siete policías imputados y dos civiles. En su declaración, Bava recordó que Sebastián �hablaba de que lo querían matar y estaba asustado, pero ni nosotras, ni los chicos entendíamos qué le pasaba�. Al recordar el comportamiento del joven durante el primer trayecto del viaje por el sur mendocino, dijo que el joven �estaba preocupado porque su novia podría estar embarazada y porque él tenía problemas con el ex novio de la chica�.
En tono pausado y tranquilo, la mujer dijo que Sebastián �siempre fue un chico respetuoso, sin diferencias con los demás alumnos�. En el relato también dijo que nunca �vio o escuchó hablar de drogas�, tema agitado por la defensa de los imputados.
Para la familia, las docentes son responsables. �No sólo no le hicieron caso al diagnóstico médico que sugería volver a Buenos Aires, sino que se quedaron una noche disfrutando tranquilamente�, dijo el abogado.

 

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