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HOY SE CUMPLE UN AÑO DE LA TRAGEDIA DE LAPA
La hora de repartir culpas

En 20 días más, el juez Gustavo Literas decidirá a cuáles de los 34 imputados �de Fuerza Aérea y la empresa� procesa. Se espera que aplique la figura de �estrago culposo�.

Literas un año atrás, cuando estudiaba los restos del accidente que costó la vida a 67 personas.


Por Eduardo Videla

t.gif (862 bytes) Los pilotos no serán los únicos responsables de la tragedia de LAPA, de la que hoy se cumple un año. En unos 20 días, el juez federal Gustavo Literas habrá terminado de evaluar la situación procesal de los 34 imputados por el accidente, que provocó la muerte de 67 personas, y decidirá a quiénes de ellos procesa y envía a juicio oral. Según fuentes judiciales, todo indica que el magistrado se volcará por la figura del �estrago culposo�, un delito con penas de 1 a 4 años de prisión. Sobrevivientes y familiares de las víctimas recordarán a los muertos en actos que se realizarán en el Aeroparque porteño y en Córdoba. 
Literas tomó la última declaración indagatoria el 24 de agosto último. Los candidatos al procesamiento son los miembros del directorio de LAPA, con su presidente, Andrés Deutsch a la cabeza y los responsables de la instrucción de los pilotos, y oficiales de la Fuerza Aérea, entre ellos, los ex jefes del Comando de Regiones Aéreas, de la Dirección Nacional de Aeronavegabilidad y la Dirección de Habilitaciones Aeronáuticas.
Si bien la cinta de la caja negra de la nave dejó en claro que la causa inmediata del accidente se originó en un error del comandante, que desobedeció una señal de alarma, el juez habría llegado a la conclusión de que para que se cometa un error tan grueso, antes debieron fallar las barreras destinadas a evitarlo: la adecuada capacitación del piloto por parte de la empresa, su habilitación y los controles de aptitud que corresponden a la Fuerza Aérea.
Después de un año de investigación, el expediente ya suma 80 cuerpos, con un total de 17.000 fojas. En la causa queda claro que el comandante Gustavo Weigel, fallecido en el accidente, no estaba en condiciones de estar al frente de la nave: su carácter era �irascible y depresivo�, había presentado algunos problemas en los cursos de capacitación que se llevan a cabo cada seis meses; y en los últimos años no había tomado vacaciones según el régimen de descanso previsto para los pilotos. Además, atravesaba por serios problemas en su vida familiar.
La alarma de configuración que Weigel y el copiloto, Luis Etcheverry, desatendieron indica tan solo tres posibles falencias: el speakbreak (sistema de frenos) activado, problemas en el balanceo de la carga o la falta de activación de los flaps. Según se pudo constatar, los pilotos chequearon los dos primeros pero omitieron el último. Los flaps desactivados impidieron que el avión levante vuelo. La aeronave rompió las rejas, cruzó la Avenida Costanera y se incendió a metros de la entrada de Punta Carrasco. Esta falla grave estaría revelando deficiencias en el gerenciamiento de recursos humanos por parte de LAPA. 
El juez, en cambio, no logró establecer falencias en el mantenimiento de la nave, pero tampoco las pudo descartar: los exhortos que envió a Brasil e Israel para constatar si se realizó el mantenimiento del fuselaje y los motores nunca fueron respondidos. Días atrás, la empresa Varig �encargada de la revisión del fuselaje� hizo saber al juez que próximamente comenzaría a tomar declaraciones testimoniales a sus 150 empleados. En cambio, la Bedek Aviation Group Israel Aircraft Ind Ltd., donde se habría realizado el mantenimiento de los motores, ni siquiera contestó. El embajador argentino en Israel, Gregorio Dupont, sólo pudo recoger un comentario informal en fuentes diplomáticas israelíes: �Aquí los exhortos se resuelven en dos años�.
Por estos días, Literas está enfrascado en un minucioso análisis de la prueba, para determinar qué nivel de responsabilidad les cabe a cada uno de los imputados. Por lo pronto, ratificó el embargo contra la empresa por 60 millones de dólares, para �resguardar los derechos de los familiares de las víctimas� ante los reclamos de indemnizaciones. Todo indica que el juez no los procesará por estrago doloso (intencional) sino por la figura culposa: el que por negligencia, impericia o imprudencia provoca un siniestro con resultado de varias muertes.

 


 

EL TOPE DE LAS INDEMNIZACIONES ES DE 60 MIL PESOS
Cuando la vida vale muy poco

Por H.C.

�Para las empresas aéreas en Argentina resulta más barato pagar la muerte de sus pasajeros que invertir en seguridad. El Código Aeronáutico en este país es retrógrado�, denunció Rita Romanino, cuyo marido �Oscar Eduardo Romanino�, murió dentro de su auto, aplastado por el Boeing 737 de LAPA, mientras circulaba por la avenida Costanera. Romanino se refería al tope de 60 mil pesos que establece el artículo 144 de ese Código, en casos de muerte. Como su marido no era pasajero del avión, el tope no debería afectarla. Pero sí comprenderá al resto de los sobrevivientes y familiares de las víctimas del accidente. Por ese motivo, alrededor de medio centenar de familias que ya iniciaron la demanda civil, plantearán la inconstitucionalidad de ese artículo de la norma. En algunos casos, LAPA logró llegar a acuerdos extrajudiciales por montos que oscilan en los 12 mil pesos por lesiones, y alcanzan los 120 mil en casos de muerte.
Según el artículo 144, que rige los casos de accidentes aéreos, el tope indemnizatorio es de 60 mil pesos. �Vamos a pedir la inconstitucionalidad de dicho artículo�, dijo a Página/12, Marcelo Trimarchi, quien junto a Miguel Arce Aggeo representan a 12 familiares o sobrevivientes de la tragedia. Según el abogado Julio Cueto Rúa, representante de 23 familias y 9 sobrevivientes, �cualquiera que sufra un accidente de transporte no tiene tope indemnizatorio, pero en el caso aéreo no es así. La idea originaria del código, que es antiguo, era la de proteger una industria aeronáutica incipiente. Pero hoy, con los adelantos técnicos, no se justifica. La compañías aéreas hacen lobby para pagar un seguro más barato, porque prefieren pagar ese seguro y no realizar inversiones en seguridad�.
El artículo resulta tan desigual que la familia de una de las víctimas del accidente, Oscar Ramonino, que viajaba en su auto cuando el avión le pasó por encima, no tendrá tope en su reclamo. El resto sí. �La empresa reaseguradora intenta dilatar todo�, sostuvo su viuda. Marité Hereñú es una de las sobrevivientes. Tuvo el 64 por ciento de su cuerpo con quemaduras. Perdió una de sus manos y durante cuatro meses fue intervenida quirúrgicamente todos los días. �La legislación es obsoleta, no defiende el derecho a la vida�, sostuvo. �Tienen un tope de 60 mil pesos cuando ellos aseguraron el avión por 4 millones de dólares. A mi hermana, la empresa le ofreció un psicólogo y pasajes aéreos como una gran atención, y en diciembre, un médico de LAPA se acercó para solidarizarse y preguntar si necesitaba algún tipo de estudio. Es una burla que ofrezcan radiografías y curitas.�
Alrededor de un 30 por ciento de las familias acordaron con la empresa. Los montos: 12 mil dólares para los casos de lesiones graves y 120 mil en casos de muerte. El doble de lo que fija el tope. �Es evidente que consideran muy probable que el pedido de inconstitucionalidad prospere, y deban enfrentar indemnizaciones millonarias�, dijo uno de los familiares.

 

 

La memoria en un monolito

La tragedia de LAPA será recordada hoy por partida doble. En Buenos Aires, a las 20, sobrevivientes del accidente y familiares de las víctimas inaugurarán un monolito de mármol y una placa de bronce en recuerdo de los muertos, en la entrada de Punta Carrasco. Estará el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y habrá una oración ecuménica. Media hora antes, se iniciará una marcha de antorchas, desde la plaza Puerto Argentino hasta Punta Carrasco. 
El otro acto será en Córdoba, frente a la Catedral, también a las 20. Allí estarán el gobernador José Manuel de la Sota, miembros de la Cámara Federal y de la Corte Suprema provincial. Hablará uno de los sobrevivientes y, después de hacer un minuto de silencio, sonarán las campanas de la Catedral.

 

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