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LOS LIDERES DE AMERICA DEL SUR SE DESMARCAN DE BOGOTA
Casi nadie quiere al Plan Colombia

El plan militar norteamericano para la erradicación de narcocultivos en Colombia se convirtió en el eje de la Primera Cumbre de Presidentes de América del Sur en Brasilia, que culmina hoy y que el país anfitrión diseñó como rampa de lanzamiento de su liderazgo regional. Fernando de la Rúa llegó ayer y trató de bajar los decibeles de la polémica.

Fernando Henrique Cardoso, un crítico del plan norteamericano, recibe a Andrés Pastrana. Abajo, el colombiano baila con Bill Clinton durante la visita del norteamericano, anteayer. 

t.gif (862 bytes) Bill Clinton pisó suelo colombiano por primera vez el miércoles bajo la atenta mirada y los justificados temores de los países vecinos. Ayer, apenas unas horas después, el presidente Andrés Pastrana llegó a Brasilia para rendir cuentas sobre el Plan Colombia �que hasta ahora sólo es el paquete de 1300 millones de dólares norteamericanos� en la Reunión de Presidentes de Sudamérica, inevitablemente acaparada por el conflicto colombiano y sus efectos más temidos: el �derrame� de desplazados, guerrilla, narcos y paramilitares hacia los países vecinos y la militarización de la región. Si bien el tema no figura en la agenda oficial, ningún otro parece ahora en condiciones de opacarlo. A su llegada a la capital brasileña, los principales presidentes de la región estrenaron sus declaraciones haciendo referencia a la presencia cada vez más inocultable de Estados Unidos en Colombia, y la coincidencia fue total: el Plan Colombia �es una gran preocupación�. 
El país anfitrión fue uno de los más terminantes. El conflicto colombiano �es una fuente de gran preocupación� y �la más seria amenaza a la seguridad nacional brasileña en este momento�, según declaró a El País días atrás el ministro de Relaciones Exteriores Luiz Felipe Lampreia, quien ya había clasificado a las fronteras colombianas como las �más frágiles y permeables�. �Somos contrarios a la existencia de una fuerza militar extranjera en Colombia. No queremos involucrarnos en ese conflicto. Ni siquiera queremos que se usen las infraestructuras de Brasil, como las pistas aéreas, ni directa ni indirectamente.� De todos modos, consciente de que ya no se trata de una cuestión de voluntad, la Policía Federal brasileña emitió un comunicado destacando �la necesidad de aumentar la capacidad de vigilancia y los operativos militares y policiales� en los 1644 kilómetros de frontera con Colombia. Y el ejército confirmó que está realizando dos tipos de operaciones en las zonas fronterizas: actividades de reconocimiento y de identificación de pistas clandestinas de aterrizaje. 
Como de costumbre, otro de los más elocuentes fue el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien viene alertando desde hace meses sobre los riesgos de una �vietnamización de la zona� ahora que los �instrumentos de guerra� con que Estados Unidos provee a Colombia son mayores que �la suma de todos los países latinoamericanos�. Chávez también adelantó que la frontera de unos 2200 kilómetros que comparte con Colombia ya está �preparada� para los eventuales desplazamientos, que �pueden echar abajo el proyecto de paz y generar un conflicto de mediana intensidad en toda esta parte norte de Sudamérica�. Ecuador y Panamá, los otros dos países vecinos de Colombia, no se quedaron atrás a la hora de atacar la cooperación entre Bogotá y Washington. El ministro panameño de Gobierno y Justicia, Winston Spadafora, advirtió que �no sería conveniente� la aplicación del Plan Colombia. Por su parte, el presidente ecuatoriano, Gustavo Noboa, aclaró que �no vamos a militarizar la frontera�, e intentó una explicación obvia: �Erradicar los cultivos es fundamental. Usted no siembra si no hay consumo; y hay que erradicar donde está el consumo. Estados Unidos debe preocuparse de su problema interno�. 
A lo largo del día, los encuentros bilaterales adquirieron casi la misma importancia que la Reunión de Presidentes, que quedó reservada para los temas comerciales y de integración regional. El presidente Pastrana mantuvo encuentros a solas con la mayoría de sus colegas para intentar calmar los ánimos y rasguñar algún apoyo �aunque sea tibio� a su última jugada por contener a la guerrilla: �En América tenemos que trabajar todos de la mano para solucionar los problemas que nos afectan a todos. Más que criticarnos, más que señalarnos, si unimos los esfuerzos vamos a derrotar a este enemigo común que es el narcotráfico�.
Uno de los encuentros más esperados fue el que mantuvo con el presidente peruano Alberto Fujimori, con quien las relaciones siguen tensas por el escándalo del tráfico de armas jordanas hacia las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). A la salida de la reunión, Pastranaaseguró que Fujimori le transmitió toda la información sobre �cómo se sucedieron los hechos. El gobierno jordano ha reiterado que ésta es una venta realizada de gobierno a gobierno y que se hizo de manera legal, por lo tanto creo que es el interés tanto del presidente Fujimori como de todos que haya claridad sobre este tema�.
El tema, sin embargo, sigue enturbiándose. La semana pasada, Fujimori reveló el tráfico de 10.000 fusiles Kalashnikov provenientes de Amman, que llegaron a manos de las FARC en 1999 a través de militares peruanos que no representaban a Lima. Ayer, el canciller peruano Fernando de Trazegnies explicó que las autoridades jordanas �actuaron de buena fe y los engañaron�. Pero el ex jefe del Estado Mayor jordano, Abdel Hafez Kaabneh, reiteró que se trató �de una venta de armas legal entre Jordania y las autoridades de Perú, como lo prueban los documentos. El hecho de que las autoridades peruanas hayan perdido todo control sobre esa venta de armas no es problema de Jordania�. 

 

 

Claves

Ayer comenzó la primera Reunión de Presidentes de América del Sur en Brasilia. La agenda planificada sobre los ejes de fortalecimiento de las democracias e impulso a la integración regional quedó opacada de hecho por el conflicto en Colombia.
En una serie de encuentros bilaterales, el presidente Andrés Pastrana intentó reunir algún tipo de apoyo al Plan Colombia que lleva adelante bajo la égida de Estados Unidos, pero los países limítrofes salieron a advertir que la situación generada por el plan es �preocupante�.
Brasil y Venezuela adelantaron que sus fronteras están �preparadas� para enfrentar el principal peligro de una mayor participación militar norteamericana en suelo colombiano: el derrame del conflicto y el desplazamiento de campesinos, guerrillas, narcos y paramilitares.
Oficialmente aún no hubo declaraciones conjuntas sobre una estrategia regional a seguir en relación a Colombia, y por ahora parece difícil cualquier tipo de resolución que avance más allá de la protección limítrofe.

 

 

REACCIONES DENTRO Y FUERA DE COLOMBIA
Lo que sostienen los críticos

  �Las palabras de Clinton sólo convencen a incautos. Dice que no va a intervenir y manda a 300 asesores militares, dice que no cree en la solución militar y destina el 75 por ciento de su ayuda a la guerra, dice que implementará programas de derechos humanos y certifica a un gobierno que hace muy poco para superar la crisis humanitaria.� Jorge Rojas, director de una ONG colombiana dedicada a estudiar el fenómeno del desplazamiento forzado.
�La visita de Clinton fue simbólica y fue un éxito en términos de imagen, pero ahora tiene que dar resultados. Por un lado supone la transformación de Colombia en sus relaciones con Estados Unidos y por otro lado habla de lo importante que Colombia y el narcotráfico se ha convertido en Estados Unidos.� Eduardo Gamarra, profesor de la Universidad Internacional de la Florida.
�La guerra contra las drogas y la lucha antisubversiva se han vuelto virtualmente inseparables. La visita de Clinton plantea una serie de interrogantes sobre los cuales no ha existido un debate serio y responsable.� Arlene Tickner, profesora de la Universidad colombiana de Los Andes, al diario El Espectador.
�La visita de Clinton fue una verdadera cursilería. No parecía Clinton el visitante. Parecía el mismísimo Papa. O Santa Teresa de Calcuta. Y su objetivo fue convencer del humanismo de las bombas y de la ternura de los batallones de mercenarios.� Comunicado del Partido Comunista Colombiano.
�Es poco realista imaginar que 1300 millones de dólares, muchos de los cuales pertenecen a 60 helicópteros militares y al entrenamiento de una nueva brigada antinarcóticos, serán usados sólo contra traficantes de droga, sin incluir a la guerrilla que les da protección armada. No tiene nada de malo que Washington ayude a un gobierno electo democráticamente a combatir una insurgencia armada brutal. Pero este conflicto en particular ya alcanzó una escala militar y necesita ser resuelto en una mesa de negociaciones�. Editorial del New York Times.

 


 

De la Rúa llegó, tuvo una reunión y 
habló con cautela de la intervención

Por S.K.

Tal vez aliviado de alejarse de Buenos Aires y de la crisis en el Senado, el presidente Fernando de la Rúa llegó ayer a la tarde a Brasilia para participar de la Primera Cumbre de Presidentes de América del Sur. Si bien el encuentro tiene su agenda monopolizada por la situación colombiana y por las primeras tratativas para integrar el Mercosur a los países andinos, la formación de la delegación argentina incluyó otras preocupaciones. Acompañaron al presidente el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini, el ministro de Infraestructura y Vivienda, Nicolás Gallo, y el titular del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Alimentaria, SENASA, Oscar Bruni.
De la Rúa habló brevemente al llegar a Brasilia y se refirió a dos temas. Primero, aseguró que los problemas comerciales con Brasil �se van a ir resolviendo en un clima de buena voluntad. No afectan la solidez y la importancia estratégica del Mercosur. Argentina y Brasil seguirán impulsando el Mercosur. La relación es muy buena y cooperativa y es desde ella que deben negociarse otras posibilidades�.
�Argentina sostiene el principio de no intervención,� dijo a continuación De la Rúa, entrando en el tema colombiano, especialmente agudo en este escenario por la oposición brasileña al Plan Colombia impulsado por Estados Unidos. �Yo ratifico lo que dijo el Grupo Río en cuanto a darle al gobierno de Colombia todo el respaldo en la lucha contra el narcotráfico y por la paz. Vamos a respetar las decisiones del gobierno y diremos �apoyo pleno al ejecutivo constitucional�.�
De la Rúa, sin embargo, bajó el tono de la polémica y dijo que no consideraba que pudiera �hablarse de una presencia de Estados Unidos� en Colombia. Para el Presidente, �se trata de una ayuda económica, como la que brindan otras naciones. No vamos a intervenir en eso�.
Mientras partía apurado rumbo al hotel Naoum, el presidente argentino adelantó que la Cumbre no tratará explícitamente la asociación de los países miembros de la Comunidad Andina de Naciones �Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia� al Mercosur, aunque �es posible un acuerdo en el futuro�. Y explicó la presencia del titular del Senasa como una manera de impulsar que �toda la región contribuya a un programa sanitario común� para evitar un rebrote de aftosa en Argentina.
Llegado al hotel, De la Rúa se reunió a solas con el presidente de Ecuador, Gustavo Noboa, con quien habló de la recuperación de la economía de ese país �que aspira a asociarse al Mercosur� y de las medidas que tomó su gobierno para evitar que las plantaciones de coca proliferen en su región selvática. �Tenemos una relación de mucha confianza y por eso pudimos conversar, antes de la apertura, sobre algunos aspectos de la reunión�, señalo De la Rúa al terminar el encuentro en su suite. El argentino remarcó �la recuperación� de la economía ecuatoriana: �Hay un programa en marcha, va bien y lograron bajar la inflación a un punto�. 
Fue el único encuentro bilateral de De la Rúa en el primer día de la Cumbre que termina hoy. Pese a su �afecto y ganas de darle un abrazo�, no se reunió con el presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso. Tampoco hubo tiempo, por la tardía hora de llegada de los argentinos, de reunirse con el paraguayo Luis González Macchi y el venezolano Hugo Chávez, como se aspiraba.

 

 
LA BUSQUEDA DEL LIDERAZGO
Por qué Brasil invitó a todos

Por Darío Pignotti
Desde Brasilia

�Con la Reunión de Presidentes de América del Sur, Itamaraty corona su estrategia de oposición al ALCA�, resumió el profesor José Guilhon de Albuquerque, de la Universidad de San Pablo. El encuentro que se inició ayer marca un hito en la diplomacia regional: es el primero estrictamente sudamericano y acaso sirva de lanzamiento a un nuevo ámbito multilateral. �Es un dato histórico�, definió Albuquerque que, sin embargo, advierte que �esto no les quita el sueño a los norteamericanos, que ven mucha retórica en todo esto y saben que, probablemente, acabarán imponiendo el ALCA en el 2005, como se lo hizo saber Madeleine Albright al canciller brasileño en estos días�. Albuquerque coordina el Núcleo de Investigaciones en Relaciones Internacionales de la USP, un think tank de referencia en Brasil. 
�¿Con qué argumento Brasil seducirá una región tan diversa?
�Es cierto que no hay una Sudamérica, sino varias. Está la andina y su explosivo cuadro, que empieza por Colombia, un tema que estará en todos los encuentros informales. Luego el Cono Sur con sus regímenes más estabilizados. El argumento de Brasil es bastante convincente, ofrecer la apertura de su gran mercado consumidor a los países de la región a cambio de un reconocimiento a su peso natural y su liderazgo.
�¿Desde cuándo Itamaraty impulsa la integración sudamericana?
�La estrategia comenzó con el presidente Itamar Franco, a principios de la década, cuando se quiso poner límites a la Iniciativa para las Américas del presidente norteamericano George Bush y al modelo de Mercosur Menem-Collor que estaba ideado para acoplarse a aquélla. A Itamar no le gustaba el Alca ni el Mercosur Menem-Collor. El era hincha del modelo Sarney-Alfonsín de integración gradual industrializadora y sustitutiva de importaciones. Para eso lanzan una estrategia regional sudamericana y, por ejemplo, en poco tiempo Venezuela pasa a ser de los principales proveedores de petróleo.
�El canciller Luiz Felipe Lampreia jura que la cumbre no tiene nada contra EE.UU. ¿Con eso quiere decir todo lo contrario?
�Por supuesto, la posición brasileña siempre ha sido, y esta reunión lo prueba, alentar regímenes multilaterales y regionales para ganar unidad y consistencia antes de negociar las condiciones de ingreso al ALCA.
�Algo que disgusta a Estados Unidos.
�Tengo mis dudas. Para Estados Unidos hasta sería más conveniente la existencia de un bloque regional con el que negociar, aunque siempre elijan la vía bilateral. Un diplomático me transmitió que EE.UU. no ve con preocupación esto. Estados Unidos no cree que se llegue a la confrontación.
�Dicen que Lampreia fue frontal con su par norteamericana, Madeleine Albright, hace 2 semanas.
�Brasil tiene contenciosos con EE.UU. por leyes de propiedad intelectual y por el acero. La reunión de Albright y Lampreia del 15 agosto no estuvo centrada en esta reunión regional.
�¿Surgirá un plan conjunto frente al ALCA?
�Esto no se logra apenas con reunir a doce presidentes.
�¿Puede fracasar la reunión?
�Por supuesto, pero los fracasos diplomáticos suelen descubrirse al tiempo. En este caso sería si no se consiguen logros.
�¿Cómo cuáles?
�De aquí deben surgir mecanismos que garanticen continuidad, como un secretariado técnico o reuniones periódicas de consulta, pero debe garantizarse el incremento del comercio regional, implementar políticas macroeconómicas, políticas energéticas y de transporte.
�¿Cuál es su pronóstico? 
�Me temo que todo acabe en retórica.
�¿Quiénes lideran la oposición al ALCA?
�El mayor opositor al ALCA está en EE.UU. Son varios grupos con gran capacidad de lobby que pesan más que toda Latinoamérica. En Brasil la oposición al ALCA está encabezada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, pero entre el empresariado la opinión esta dividida.
�Volviendo a la cumbre: ¿hubo receptividad a la invitación brasileña?
�Aparentemente la reacción de los países sudamericanos ha sido muy receptiva, por primera vez la región quiere volverse sobre sí misma. Hay gran expectativa en el Pacto Andino por asociarse a la marca Mercosur que es bien vista en todo el mundo.
�Una reunión así tiene muchos costos y pocas ventajas porque crea la expectativa de tener a un Brasil líder, vocero de la región, opositor a EE.UU. Y eso se paga. Por otro lado, Brasil no cumple ese liderazgo fuera de estos eventos. Mejor sería si lo ejerciera, por ejemplo, reformando institucionalmente al Mercosur.
�Pero Brasil obviamente no quiere instituciones fuertes.
�¿Por qué obviamente? Cuando EE.UU. tomó el liderazgo mundial creó instituciones como el Gatt o la ONU.
�Esa no es la opinión de Itamaraty. Eso es porque el Ministerio de Relaciones Exteriores no quiere pagar el liderazgo. Es un equívoco porque Brasil podría proponer instituciones donde tenga un poder de veto, o un voto ponderado y los demás lo aceptarían, con lo cual Brasil cedería un poco y legitimaría su liderazgo.
�Comparada con la apatía de la cumbre Mercosur o europea, esta vez Argentina parece más entusiasmada.
�Sin duda Argentina ha tomado esta cumbre con más entusiasmo y no apenas por cuestión de doctrina sino porque para la Argentina es vital la relación bilateral con Brasil en su difícil situación económica debida a su modelo cambiario. Es temprano para saber cuál será la política exterior argentina que, por lo que pude ver, ya no comparte las premisas desideoligizantes de Carlos Escudé y Guido Di Tella.
�Menos �realismo periférico�...
�Creo que Argentina continuará algunas líneas que vienen del anterior gobierno como una política exterior más realista, menos agresiva con EE.UU., menos principista, con juego entre EE.UU. y Brasil, sin �relaciones carnales�.
�Cuando Argentina confrontaba con EE.UU., Brasil era el aliado preferencial.
�Sí, eso fue en la posguerra, cuando hubo una cierta continuidad de alineamiento brasileño con EE.UU. que venía desde el Baron de Río Branco (padre de la diplomacia brasileña moderna). Pero fue pragmático más que ideológico, tanto que Brasil dudó en alinearse durante la II Guerra. En la segunda mitad de los anos 70 se fortalece, también gradualmente, un giro que toma distancia de EE.UU. y se inclina por el universalismo.
�En los 90 Argentina se aproxima a EE.UU. y Brasil se distancia.
�Creo que Fernando Henrique Cardoso, cuando fue canciller de Itamar Franco, consolidó el giro hacia una política exterior independiente conciliada con la apertura de la economía y sin llegar a ninguna ruptura. 
�Junto con la convocatoria presidencial en Brasil se respira un debate ideológico disidente con el Consenso de Washington.
�Creo que hay algo así. Sucede que en Brasil nunca murió del todo la ideología desarrollista. Mientras en Argentina las reformas neoliberales ganaron la lucha ideológica con Cavallo en lo económico y las relaciones carnales en lo diplomático, aquí eso no sucedió. Aquí ni el empresariado es neoliberal ortodoxo, sino fundamentalmente antiamericano.
�La embajada de México convocó a sus empresarios en señal de disgusto o �celos�, como dice la prensa paulista.
�México es el gran no-convidado a Brasilia. Su ausencia lo está dejando casi afuera de la comunidad latinoamericana donde varios países, comoColombia y Venezuela, no disimulan su resentimiento hacia la opción mexicana de distanciarse para ingresar al NAFTA.

 

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