Por Luciano Monteagudo Cuando en 1994 Bernardo Bertolucci filmó El pequeño Buda tuvo entre sus principales asesores al monje Khyentse Norbu, un auténtico líder espiritual en la comunidad budista, por ser considerado la reencarnación de un lama del siglo XIX, de gran jerarquía espiritual. Resulta que este monje de santo linaje no pudo sustraerse a la fascinación del cine, al que abrazó como si fuera su segunda religión. En los pocos meses al año que le dejaban sus retiros espirituales, se inscribió en un curso intensivo de cine en la New York Filmmaking Academy e hizo del National Film Theater de Londres (la cinemateca británica) su nuevo santuario, donde quedó deslumbrado por la obra de Tarkovski, Ozu y Satyajit Ray, que se convirtieron en objetos de su reflexión. El paso siguiente del Rinpoche Norbu fue concretar una película como guionista y director, que el año pasado no hubo festival �desde Cannes hasta Toronto, pasando por Sundance� que no quisiera tener en su programación. Se trata de La copa, un film ciertamente atípico, no sólo por las características de su producción (es la primera y hasta ahora la única película producida en el pequeño reino de Bután, en la frontera con Nepal; sus actores son auténticos monjes tibetanos) sino también por la mirada alegre y desprejuiciada con que narra un momento en la vida de un monasterio budista en el exilio.
COMENZO LA COMPETENCIA EN VENECIA La presencia de dos grandes maestros como el estadounidense Robert Altman, con Doctor T and the Woman, y el portugués Manoel de Oliveira, con Palavra e utopia, animaron la sección competitiva en los primeros compases de la 57° edición de la Mostra Internacional de Cine de Venecia. A pesar de que en estos momentos iniciales Venecia se ha teñido de gris por la lluvia y las primeras ausencias �han confirmado que no estarán en Venecia dos de los actores más esperados de la Mostra, Hugh Grant y Johnny Deep, ambos por motivos laborales�, el festival cuenta con estos dos veteranos para salvarse. Robert Altman, que ya ganó un León de Oro en 1993 con una de sus mejores películas, Ciudad de ángeles, presentó ayer Doctor T and the Woman, la historia de un ginecólogo en crisis y de sus problemas con las mujeres. �Bienvenidos a Dallas�, advierte Altman al comienzo del film, protagonizado por un nutrido elenco de figuras, encabezadas por Richard Gere, Helen Hunt, Farrah Fawcett y Laura Dern. El otro gran acontecimiento de ayer fue la proyección de Palavra e utopia, del nonagenario realizador lusitano Manoel de Oliveira, que reconstruye los sueños utópicos de un misionero portugués que a finales del siglo XVII se enfrentó a la Inquisición para luchar por los indios brasileños.
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