Por F.Y. y F.A.
Primero fueron los senadores riojanos que anunciaron la renuncia a sus bancas: Jorge Yoma y Eduardo Menem del PJ, y el radical Raúl Galván. Los tres riojanos. Luego se sumó un cuarto, el santacruceño y justicialista Eduardo Arnold. Cuando fue anunciado, el gesto pareció heroico. Pero tiene su trampa: las dimisiones no son indeclinables. Se trata de una movida política que busca la ratificación de la Legislatura de sus provincias y una legitimación frente el escándalo suscitado por el caso de soborno en la Cámara alta. Los riojanos sostienen que es la única alternativa. Antonio Cafiero, el denunciante del escándalo, advirtió �desnudando la jugada� que no correspondían porque �las renuncias deben presentarse al Senado� nacional. Los pedidos de desafuero a ocho senadores y las renuncias de otros cuatro fueron el condimento que profundizó aún más la crisis que vive la Cámara alta.
El jueves, Eduardo Menem y Jorge Yoma conversaron telefónicamente. Estaban preocupados por el curso que tomaba la investigación de los sobornos en el Senado y, por ende, la forma en que crecía el escándalo involucrando a cada vez más integrantes del cuerpo. Ambos dirigentes, enfrentados políticamente en su provincia, acordaron dejar de lado las diferencias. Menem asegura que venía pensándolo desde hace unos días. Yoma, en tanto, dice que él también lo había meditado: �Transmisión de pensamiento�, dijo este último con una sonrisa. Lo que faltaba para que la maniobra cierre por completo era convencer a Galván de sumarse.
Al radical no le disgustó la idea, pero no podía realizar una jugada de esta magnitud sin consultar: es el presidente del bloque oficialista. Además, hacia afuera podría parecer una movida personal al mejor estilo �sálvese quien pueda�. Cuando el radical consiguió el visto bueno �dicen que habló con un alto funcionario de Gobierno�, llamó a sus comprovincianos. Los tres acordaron �un verdadero pacto de caballeros� que dice que esta situación no será utilizada para obtener ventajas o perjudicar a cualquiera de los participantes del acuerdo. En pocas palabras: la Legislatura de La Rioja rechazará las renuncias de los tres, sean amigos o adversarios, y les renovará la confianza.
�No podemos quedar pegados con los malos. Esta es la mejor forma de diferenciarnos�, se sinceró con Página/12 un hombre cercano al hermano del ex presidente. Este se preocupó también en aclarar que �entre los malos no está Bauzá�. El senador es más formal a la hora de explicar su decisión: �La crisis que pone en estado de sospecha a todo el Senado me llevó a poner mi renuncia a disposición de quienes me eligieron. Sólo ellos pueden legitimarme.� Menem habla desde su casa en la capital riojana, hasta donde llegó para conversar con el titular de la Cámara de Diputados provincial, Luis Beder Herrera, un hombre de su entorno.
La seguridad de que los riojanos serán legitimados por la Legislatura motivó que Cafiero rechazara la maniobra porque dice que sólo es posible concretarla en las provincias que mantienen la misma integración de la Legislatura que los designó senadores. Por caso, Cafiero no podría hacer lo mismo, ya que ambas Cámaras bonaerenses están en manos de la Alianza.
Pero la movida de los justicialistas riojanos también tiene otro objetivo. Nadie duda que cuando el escándalo concluya, el bloque deberá revisar su conducción y el nombre de Menem es el que más fuerte suena como recambio del devaluado Augusto Alasino. El hermano del ex presidente desmiente la especie, dice que todavía es prematuro hablar de ello.
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