Por Hilda Cabrera
No es la primera vez que se habla de reestructuración administrativa en los teatros de la ciudad. Pero el secretario de Cultura Jorge Telerman apuntó a más en los anuncios realizados ayer en el Teatro Presidente Alvear, ante un auditorio compuesto por artistas, amigos, funcionarios y unos pocos periodistas para los que no se programó un tiempo para las preguntas. Por el contrario, Telerman se mostró evasivo cuando Página/12 le preguntó sobre el presupuesto que se destinaría al flamante Complejo Teatral de Buenos Aires (nuevo nombre de la Organización Teatral Presidente Alvear), cuyo director general y artístico es desde ayer el actual titular del Teatro San Martín. El organismo que engloba a los teatros oficiales de la ciudad (excluido el Cervantes, que tiene nivel nacional) recibió en este anuncio la promesa de apoyo político del secretario, e incluso colaboración en asuntos de dinero.
�Necesito descansar�, se le escuchó decir a Telerman, después de un discurso en el que alabó al designado Kive Staiff y fijó como objetivos del Gobierno llevar la cultura de la ciudad a sus máximos niveles. Pero no habló de cifras. Tampoco lo hizo cuando Página/12 le preguntó con qué presupuesto cuenta el Complejo: �Todavía no lo sabemos. Entramos en discusión, y lo sabremos aproximadamente a fines de setiembre�. Igualmente impreciso fue respecto de la reglamentación de la Ley de Teatro para la ciudad y la puesta en marcha de Proteatro, a cuyo frente se encuentra el actor Onofre Lovero. �Seguimos trabajando arduamente�, contestó en un aparte con este diario. �Hay un compromiso con la Legislatura de que se trate la ley. No podemos dar un plazo, pero por el lado de la Secretaría hay un compromiso de continuar con estos esfuerzos.� En cuanto a Proteatro, ahí mismo le recordó a Lovero que tenía una entrevista el próximo miércoles.
Bastante más conciso fue el director Staiff, quien en esta centralización se afirma aún más en su puesto de director general y artístico del San Martín. Sin barroquismos, presentó rápidamente a algunos de sus colaboradores: Carlos Elía (administrador) y Carlos Pastrán (director técnico), a los directores ejecutivos de los diferentes teatros (Pablo Torrado para el Alvear, Claudio Gallardou en el Sarmiento y Alfredo Iglesias en el Regio, quedando en suspenso la designación para el Teatro de la Ribera, ofrecido a Hugo Midón). Dio a conocer también a los integrantes del Comité Asesor: Alejandra Boero, Claudio Gallardou, Alfredo Iglesias, Adelaida Mangani, Gabriel Senanes, Rubén Szuchmacher, Alejandro Tantanián, Pablo Torrado y Mauricio Wainrot. Una seguidilla de aplausos expresó la complacencia de la platea ante los nombrados, quienes tendrán poder suficiente para decidir a nivel artístico en todos los teatros, incluyendo las programaciones.
El anuncio no se limitó a lo administrativo: Staiff se refirió a los futuros �perfiles artísticos e ideológicos� de las diferentes salas. Así es que el Presidente Alvear se destinará al teatro musical y a la danza, el Regio servirá para dinamizar el contacto con las escuelas de nivel secundario. El De la Ribera tendrá como primer objetivo �conquistar el barrio de la Boca�, y el Sarmiento se abrirá preferentemente a los niños. Para esa sala se proyecta una rara mezcla. Por un lado, obras de teatro infantil y, por otro, piezas de vanguardia. Y ahí no termina todo: �Vamos a adaptar espacios no convencionales donde plantear nuevas formas y liberar la mucha inventiva que hay entre nosotros�, sintetizó Staiff, regocijándose de antemano con la idea de levantar una carpa, que además sea itinerante. �El criterio es ofrecer una fiesta antes que un espectáculo, crear un espacio festivo.� Pero como aclaró el mismo director, ése es todavía un proyecto a largo plazo.
�EL ALMACEN�, UN SITIO A CONOCER
Música en el estaño
Es uno de los pocos reductos que conservan la magia de un Buenos Aires que ya fue. En San Cristóbal se lo conoce como �el bar de los hermanos Cao�, aunque desde marzo, fecha de su reapertura, se llama �El Almacén�. Es que la historia de esa esquina de Matheu e Independencia está ligada a cuatro hermanos españoles que la alquilaron en 1927 y luego se convirtieron en propietarios. Hasta setiembre de 1999 funcionaban un almacén y un �despacho de bebidas�, como consigna el cartel que aún se conserva. Pero sólo uno de los Cao, José, quedaba para atender ambos locales. Con sus 80 y pico se le hacía arduo, por lo que decidió alquilarlo. Ahora hay buena iluminación, se volteó la pared que dividía los locales y se pintó el lugar, pero siguen las viejas estanterías con botellas añosas, la balanza y los ganchos para jamones. El estaño vapuleado de los Cao y la antigua cafetera esperan el tiempo de su restauración. Aún así, entrar en �El Almacén� es como hacer un viaje al pasado. Con las mejoras, primero volvieron los vecinos del barrio y luego el boca en boca hizo lo suyo, así que llegan turistas de varias latitudes. En los últimos tiempos también hay música: de jueves a domingo, cada noche se presentan bandas de jazz, folklore y tango. Los viernes es el turno del pianista Juanjo Hermida (ex La Mississippi), quien invita a zapar a sus amigos músicos. Y todas las noches se baja la persiana cuando se va el último cliente. Como en los viejos tiempos.
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