Por Horacio Bernades
Unos años atrás, la cadena HBO produjo un especial en episodios que contaba con un cast encabezado por un lote de estrellas femeninas y giraba sobre el tema del aborto. Si estas paredes hablaran era el título, y Cher, Demi Moore y Sissi Spacek, algunas de las actrices involucradas. Le fue muy bien, al punto de convertirse en el especial más visto en la historia de esa cadena. Era lógico, entonces, que tarde o temprano llegara Si estas paredes hablaran II. Llegó, con una fórmula semejante a la anterior: tres episodios sobre un tema urticante de la feminidad, y un elenco superpoblado de grandes nombres. Anotar: Vanessa Redgrave, Sharon Stone, Ellen DeGeneres (estrella de la serie �Ellen�), Elizabeth Perkins, Natasha Lyonne (Suburbios de Beverly Hills), Michelle Williams (de otra serie, �Dawson Creek�) y Chloe Sevigny, la rubiecita delicadísima de Kids y Los muchachos no lloran, entre otras. El tema es, esta vez, el lesbianismo.
En Estados Unidos, If These Walls Could Talk II logró varias nominaciones para los Emmy 2000, que se entregarán a mediados de este mes. En la Argentina, con el título de Mujeres enamoradas, va directo a video a través del sello Best-Seller. Mujeres enamoradas revisa la inscripción social del lesbianismo en la historia reciente y en el presente cultural de Estados Unidos, al elegir tres momentos históricos como marco para los relatos. El primero transcurre en 1961, el siguiente en 1972 y el de cierre tiene lugar hoy mismo. Como es de imaginar, la primera parte hace pie en la negación social del amor entre mujeres, mientras que la última celebra �de modo excesivamente complaciente, tal vez� los avances en el tema. El episodio central, que plantea distintas formas de discriminación dentro del propio grupo discriminado es, sin duda, el más interesante.
Escrito y dirigido por Jane Anderson, lesbiana asumida que tiene en su haber el polémico telefilm The Baby Dance, �1961� es, seguramente, el que tiene un enfoque más íntimo, sensible y sin duda melancólico de los tres: a partir de la relación de dos mujeres mayores, encarnadas por una siempre excelente Vanessa Redgrave y la menos conocida, pero igualmente magnífica, Marian Seldes. Ambas viven juntas como un matrimonio bien avenido, aunque secreto. Cuando Abby muere, su �viuda� (Redgrave) deberá sumar, a la infinita tristeza del duelo, la negación social. Esto sucede cuando los deudos intenten despojarla de bienes, pertenencias compartidas y hasta de la casa en la que pasó media vida con su amada. Si el matrimonio no puede consumarse por causa de la discriminación hecha ley, hasta el amor de una pareja resulta objeto de la represión social. Si esa tesis logra hacerse carne es por el aire de profunda pérdida que la realizadora logra insuflarle a la puesta en escena. Con la invalorable ayuda, claro, de una Redgrave avejentada, tan honda y sutil como de costumbre.
También �1972� fue escrito por una mujer lesbiana asumida, Alex Sichel, autora de All Over Me, que ya incursionaba en el tema. Con la experimentada Martha Coolidge en la dirección, el episodio plantea una serie de paradojas, haciendo foco sobre un grupo de adolescentes lesbianas que, en medio de las luchas estudiantiles de la época, resultan discriminadas por sus compañeras feministas, que arguyen que �nuestra reivindicación es la igualdad de derechos entre hombres y mujeres�. Pero todo se complicará más cuando una de las protagonistas (Michelle Williams) sufra un violento flechazo por parte de una motoquera �machona� (Sevigny, en atípico papel), que parece James Dean revisto por la Julie Andrews de Víctor Victoria. El grupo de amigas lesbianas reaccionará frente a esta chica que luce como hombre, cerrando el círculo de incomprensiones.
En cuanto a �2000�, es el único episodio de Mujeres enamoradas decididamente jugado en el terreno de la comedia disparatada, a partir de la decisión de una pareja lesbiana (integrada por Sharon Stone y Ellen DeGeneres, quien produjo una conmoción cuando �salió del closet�, hace un par de años) de tener un hijo. Para ello se contactarán con un banco de semen, revisarán antecedentes de los candidatos y, finalmente, serán felices el día que a Sharon el examen le dé positivo. Se incluyen un par de escenas de cama entre DeGeneres y una desvestida Stone. Pero lo verdaderamente curioso es que detrás de cámara, en la dirección, está Anne Heche. En el momento de filmar, Heche era la pareja oficial de DeGeneres. Hace unos días se conoció la noticia de su separación... Por sus diferencias a la hora de tener o no un hijo.
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