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Lo que dice la calle

Algunos dudan de que hubo coimas y quieren creer que �allí� también hay gente buena. Muchos más tienen certeza y hablan de �nidos de coimeros�. Hay asombro y hasta alguna paranoia de que todo no pase de �una maniobra�.


Por Luis Bruschtein

t.gif (862 bytes) �¡Ojo que allí también hay gente buena!�, advierten algunos de los entrevistados en la calle por Página/12 por las coimas en el Senado. No es que hay algunos deshonestos, sino al revés, que hay algunos buenos. Pero lo importante es que la gente lo destaca a pesar de que todos, sin excepción, dan por descontado �y como algo común� que las coimas existieron. �Así somos los argentinos�, alegan otros y la mayoría reconoce que los políticos son expresión de la sociedad en general.
En los medios más cercanos a la actividad política, como las redacciones o los militantes de los partidos, las explicaciones que se tejen sobre la crisis en el Senado pueden ser sumamente intrincadas, desde un complot entre Chacho Alvarez, Fernando de la Rúa y Antonio Cafiero, hasta una alianza entre Chacho Alvarez y Antonio Cafiero contra Fernando de la Rúa y una contraalianza entre radicales y justicialistas contra el vicepresidente y toda la gama de conspiraciones que se pueda pensar.
En la calle, la gente tiene cierta aprensión para responder sobre el tema porque está acostumbrada a que la política suceda en la televisión o en los diarios. No se siente protagonista, es algo que sucede en la pantalla y que es materia sólo para conocedores. �Yo sé nada más que lo que sale en los tele y en los diarios�, se disculpan casi todos, como si pudiera ser de otra manera. Y casi todas las mujeres se negaron a responder porque prácticamente no tenían conocimiento sobre el tema.
De todos modos, en la calle las explicaciones no son tan elaboradas como en los locales partidarios o en las redacciones. �Yo no tengo pruebas de que hubo coimas �afirma Domingo, de 78 años, jubilado de la actividad agropecuaria� y hasta que no se compruebe, tengo mis dudas�, aunque reconoce que �el lío se armó porque hay muchos coimeros, pero también puede ser una maniobra política�. Entrevistado en la calle Florida, Domingo fue el más cauteloso y se mostró convencido de que el Presidente no está relacionado con las coimas, una respuesta que dieron varios de los interrogados.
�Lo que pensamos todos�, responde Sergio, un motoquero de 42 años. �Esto viene sucediendo desde siempre �agrega�, como pasó con el viejo Concejo Deliberante, se pueden pelear por muchas cosas, pero para robar se ponen todos de acuerdo.� Está con otros compañeros de trabajo en una plazoleta de Avenida de Mayo. �Vienen a destaparlo ahora porque seguramente alguno quedó fuera o le dieron de menos�, afirma. 
Critica a Chacho Alvarez porque dice que �antes lo veía cuando llegaba al Congreso en bondi y desde que es vicepresidente, nunca más�. Pero matiza su reflexión hablando con sus compañeros: �Suponete que vamos nosotros al Congreso, ¿nos vamos a hacer los Tres Mosqueteros?, ¿no vamos a robar...? Los argentinos somos así, qué le vamos a hacer�.
En el hall de la estación Constitución hay un grupo de trabajadores haciendo tiempo a la espera del tren. �¿Y qué vamos a decir nosotros, que apenas tenemos trabajo, de esa gente?, que son todos ladrones�, dice Carlos, un yesero de 48 años. Los demás bromean: �No, qué van a ser...� Sergio insiste en que �el problema es que en la coima no hay recibos y entonces no va a ir nadie preso, es como si la metieran presa a María Julia, nunca lo van a hacer�. Otro del grupo agrega que �es obvio que tuvieron que comprar a los peronistas para poder sacar esas leyes contra los trabajadores�. Sergio rescata a Ramón Ortega: �Le hicieron una cama, de envidia, porque no es de la política�, y otro le retruca: �¿No es de la política..?, es de la mafia de Frank Sinatra�.
Daniel, de 38 años, trabajador del puerto, pero desocupado en la actualidad, se resiste en principio a responder porque �estoy más preocupado por mi situación personal�, pero finalmente comenta que sí cree que hubo coimas �porque el poder se maneja de esa manera, y la plata es poder� y aclara, con alguna esperanza, que �deberían llegar a fondo en la investigación para ganar un poco de credibilidad�. Con cierto enojo, recuerda que �nosotros los votamos para que estén allí, y ahora nosotros no tenemos trabajo y tenemos que ver cómo ellos se llenan de plata�.
Para Ernesto, de 48 años, encargado de mantenimiento, el escándalo se generó por la alianza que hicieron la UCR y el Frepaso. �El vicepresidente quiere tener más cartel que De la Rúa�, afirma, tras expresar su desconfianza por las denuncias de los gremialistas: �Seguro que les tocó menos que a otros�. �Como en todos lados, ahí hay gente buena -reflexiona� pero una vez que están adentro, es tentador.�
En Avenida de Mayo y 9 de Julio, Víctor, docente de 33 años, espera el colectivo. �En diez años de menemismo se han deteriorado las instituciones políticas y no sólo el Senado �afirma� y este escándalo se produce por la fragmentación del justicialismo, entonces salta algo que es tomado como normal siempre que esté oculto; no puede haber instituciones puras en un contexto tan deteriorado�. 
�Es lamentable, pero no nos tiene que sorprender �afirma Roberto, de 40 años, empleado�, en este país parece que somos todos honrados hasta que nos dan la posibilidad de demostrar lo contrario.� Pero Roberto arriesga una teoría: �El problema es cultural porque por un lado están los cultos, los puros, por decirles de alguna manera, y por el otro los prácticos y materialistas, entonces los puros no pueden hacer política y los que hacen política no son puros, la cultura de los argentinos tendría que ser algo más integral, que incorpore también lo práctico y lo material�.
Resulta claro al hablar con la gente en la calle que mientras no se resuelva la crisis en el Senado, es un tema que ensucia a todos, donde casi todos los que tienen alguna relación con él terminan bajo sospecha. Pero también es llamativo que el problema genera reflexiones sobre la propia condición de los argentinos en general, como si, pese a todo, no se hubiera perdido la capacidad de pensar en términos de comunidad, de sociedad y de responsabilidades compartidas. 

 

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