HORST MAHLER, DE LA FRACCION EJERCITO ROJO A LA EXTREMA DERECHA ALEMANA
Las aventuras de un ultraizquierdista nazi

¿Los extremos se tocan? La historia que sigue parece sugerirlo. Horst Mahler pasó de la ultraizquierda a la ultraderecha y se sorprende de que eso llame la atención. Enemigo: �Antes nuestro enemigo principal era el imperialismo nortea-mericano, el mismo que hoy sostiene la invasión de los extranjeros�. Jóvenes neonazis, nueva plaga europea. �La juventud ignora las energías liberadas por el régimen nazi y cómo el pueblo alemán se movilizó frente al mundo�, dice Mahler.

 �Hitler supo controlar y unir las fuerzas nacionales y revolucionarias de esta nación.� El hombre que pronuncia esta frase en un lujoso gabinete de abogados del oeste de Berlín lo hace de forma serena, con una simpatía que en nada deja entrever que a sus casi 65 años Horst Mahler, uno de los abogados más célebres del Mayo del �68 alemán y ex miembro fundador de la RAF, Fracción del Ejército Rojo, acaba de dar un paso inédito al adherir al Partido Neonazi Alemán, el NPD. Horst el rojo y Horst el negro están ahí, observando a su interlocutor con mirada de acero. Entre ambos median las palabras y los gestos de una �evolución� que va de la extrema izquierda de la RAF y la banda de Baader a una extrema derecha contemporánea que no duda en asesinar a los extranjeros o colocar bombas en los lugares de Alemania donde se concentran. El Horst Mahler neonazi asegura hoy que �los alemanes que quieren seguir siendo alemanes muy pronto van a estar en minoría. Con la escasa natalidad y los 7 u 8 millones de extranjeros que viven aquí, sobre todo los musulmanes que hacen venir a sus familias, no vamos a tardar en ser una minoría�. 
Horst Mahler no se siente culpable, ni siquiera ve nada anormal en esa transformación que lo lleva a defender las tesis de la llamada �resistencia nacional�. En 1998 su discurso y la interpretación de las revueltas del �68 habían llamado la atención entre los antiguos camaradas. Pero no hay error posible: el abogado que en 1968 defendió a Beate Klarsfeld cuando la militante de extrema izquierda le propinó un cachetazo al canciller Alemán Kurt Kissinger para denunciar su pasado nazi es el mismo que ahora explica así su deriva: �¿Cuál es el problema? Antes, nuestro enemigo principal era el imperialismo norteamericano, el mismo que en la actualidad sostiene la política de la invasión de los extranjeros�. Aunque mide las palabras, Mahler no se molesta siquiera en maquillar su antijudaísmo: �No existe ninguna religión que celebre tanto el odio como el judaísmo. El genocidio es un estereotipo de su propio culto y no cesa de propagarse�. Pareciera como si el ex militante de la extrema izquierda estuviese empeñado en dar vuelta las cartas de una historia que conmovió a su país. Al cambiar de bando Mahler también cambia a los culpables. Ya no es Alemania la culpable de un crimen sino al revés, los judíos quienes son culpables del drama alemán. 
El célebre doctor Mahler tiene un itinerario político poco común.
Oriundo de una familia nacionalsocialista, Mahler empezó militando en la Turingia, uno de los grupos de derecha que pululaban en Berlín cuando era estudiante. Luego se �mudó� al Partido Socialdemócrata y de allí saltó al SDS, la Federación alemana de las juventudes socialistas que animó las revueltas de la ultraizquierda alemana. La fuerza de sus conceptos y su poderosa militancia lo convirtieron en seguida en una suerte de diablo rojo para la derecha conservadora. Su compromiso como abogado junto a los terroristas de la extrema izquierda de la Banda de Baader llegó a tal magnitud que Mahler fue condenado a 14 años de cárcel por �pertenencia a una organización terrorista y asalto a mano armada�. Andreas Baader y Gudrun Ensslin, los fundadores de la Fracción del Ejército Rojo, fueron sus �iniciadores� en la lucha armada: asaltos, bombas Molotov y hasta entrenamiento en un campo palestino en Jordania. En total 10 años de detención durante los cuales, confiesa, vio los límites de la RAF. Liberado y reintegrado a su profesión gracias, entre otros, al apoyo del actual canciller Gerhard Schroeder, Mahler dejó la hoz y el martillo por el lado oscuro. Todo lo que lo rodea es negro: en su estudio, la mesa, las sillas, el escritorio, algunos muros y la ropa son negros. Negro como su discurso, muy similar al que puede escucharse de la boca del líder de la extrema derecha francesa, Jean Marie Le Pen. Para Mahler, la revuelta del �68 fue �una segunda revolución alemana contra la dominación mundial del capitalismo�. ¿Cuál es el punto común entre las dos visiones del mundo, donde está la pasarela entre �el rojo� y �el negro�? El doctor Mahler la explica apoyándose en la culpabilidad suscitada por los crímenes cometidos por la Alemania nazi. En los años 60, esa culpa era tal que, confiesa, �me refugié en la teoría marxista porque me permitía escapar de esa culpabilidad y ponerme del lado del proletariado�. Pero 40 años después la culpa se esfumó y Mahler argumenta que �los alemanes deberían tener la posibilidad de examinar la historia por sí mismos y saber así exactamente lo que pasó�. 
Mahler piensa que el �capitalismo es el enemigo de la especie humana� y que la única forma de combatirlo es mediante �los Estados nacionales�. El idealismo nacionalista es su nuevo culto y el revisionismo histórico, la nueva norma para la lucha. Se trata, dice, de �formar, de impregnar a las elites alemanas en la filosofía del idealismo nacional�. Horst Mahler anhela recuperar los espíritus perdidos en las falaces interpretaciones de la historia. Por eso afirma: �La juventud, a la que se le llenó la cabeza con ideas como esa de que el nazismo sólo fueron tinieblas, ignora las energías liberadas por el régimen nazi y cómo el pueblo alemán se movilizó hasta hacerle frente al mundo entero... y casi ganar la guerra�. 
De sus antiguos �compañeros de lucha�, Mahler no conserva gran recuerdo. Por el contrario, casi perdiendo la calma sostiene que muchos ex izquierdistas del �68 tomaron la misma dirección que él. En cuanto a los otros, sobre todo los que llegaron al poder como el ministro de Relaciones Exteriores Joshka Fischer, el actual canciller Gerhard Schroeder, que fue su abogado u Otto Schili, el ministro de Interior, ésos, dice, �son unos renegados, unos traidores�.

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