Por Gustavo Veiga
 Aunque no lo veamos, Sorín siempre está. Podría parafrasearse a esa canción que habla del sol para decir que, aunque otros hayan jugado en su lugar �Kili González o Arruabarrena�, el lateral del Nápoli nunca se alejó demasiado de la Selección. Por eso, ahora que vuelve, ahora que recuperó un lugar entre los titulares y jugará hoy en Perú, no cabría hablar de regresos. Al fin de cuentas, Juan Pablo Sorín nunca se fue del plantel. Y, acaso desde que en 1995 se consagró campeón mundial juvenil en Qatar, hayan sido escasas las oportunidades en que no integró un plantel. Ni bajo la conducción de Daniel Passarella, ni en la actual etapa.
�¿Cómo tomaste esta nueva oportunidad que te da Marcelo Bielsa?
�Yo vengo trabajando y sumando después de aquella lesión que me dejó un poco afuera de esta eliminatoria, pero afuera del equipo titular, porque siempre me tocó estar en el plantel, por suerte. Ojalá pueda seguir aportando cosas, ése es mi objetivo.
�¿Haber quedado afuera tras una lesión mitiga en parte la bronca de no haber sido titular en partidos clave?
�Yo no tengo bronca. Sí formo parte de una competencia sana y soy consciente de lo que pasó durante el tiempo en que estuve lesionado y el rendimiento que alcanzó el Kili. Siendo amigo de él, no puedo estar enojado. Y aunque siempre quiera jugar, mi intención es contribuir al grupo en diez, quince o noventa minutos.
�¿Qué debe revisarse de los últimos y flojos rendimientos que tuvo la Selección?
�Hay que rever cosas siempre y saber que se bajó un poco el nivel, eso está claro. Fundamentalmente en el primer tiempo contra Paraguay. Ojalá podamos resolver los problemas que tuvimos, conseguir un poco más de claridad y lograr volver al nivel de nuestros primeros partidos.
�¿Qué tipo de problemas futbolísticos tiene que superar la Selección?
�Quizás la falta de claridad, de explosión. Pero la mayoría de las cosas las resolvemos acá, en el grupo, y no hace falta declararlas. Además, ya todo el mundo las sabe.
�¿Puede ser que al equipo le hayan tomado la mano los rivales, que ya no sorprenda como durante las primeras fechas de la eliminatoria?
�Sí, se sabe que vamos a tener dificultades jugando de local con los equipos que se metan muy atrás, como fue en los casos de Paraguay o de Bolivia, que nos costaron mucho resolver. Pero no creo que se deba mejorar mucho más que eso. Nosotros estamos convencidos de lo que hacemos, de que este equipo es ofensivo jugando con línea de tres y, además, de que ha sido protagonista en todos los partidos. Tanto en los que jugamos bien como en los que no rendimos igual.
�¿Cómo habría que jugarle al seleccionado peruano? ¿Defendiéndose a partir de la posesión de la pelota o con un esquema más cauteloso donde se apele al contraataque?
�A Perú hay que sacarle la pelota porque es un rival que tradicionalmente tiene buen fútbol. Y para eso, hay que ser protagonistas.
�¿Qué opinás de las dificultades que atraviesa la selección peruana y que incluyen un pedido parlamentario para despedir al técnico Francisco Maturana?
�Es una situación un poco incómoda la que están viviendo, pero no creo que influya en el rendimiento de ellos. De todos modos, Perú se debe ocupar de sus problemas y nosotros de los nuestros.
�¿No te parece que los políticos deben ocuparse de lo que les corresponde, acá, en Perú y en todas partes?
�No sé, ésa es una opinión muy contundente. Si le hacen bien al deporte, bienvenidos sean.
�¿En qué punto de la negociación está tu pase al Nápoli de Italia?
�La transferencia todavía no se cerró. Lo que salió en los diarios es cierto, pero faltan algunos detalles. Sí espero que no se trabe y que nadie me corte la posibilidad de seguir creciendo. Estoy en un buen momento de mi carrera, muy parecido a toda la época que pasé en River.
�¿Qué significa para vos el hecho de poder jugar en la ciudad donde Diego Maradona aún goza de una veneración parecida a la que se le tributa a los dioses?
�En la decisión de ir para allá, eso pesa. Yo era uno de los que se levantaba los domingos a la mañana para ver los partidos de Diego. En la época de Careca, de Giordano, de Bagni, el de las medias bajas. ¡Qué te parece! Es algo que influye mucho en mi decisión de jugar en el Nápoli, al que le estoy agradecido porque me abrió las puertas.
| Bonini nunca la complica
Por G.V.
Luis Bonini, el preparador físico de la selección, es un hombre clave en la intimidad del plantel argentino. Motivador, abierto y cordial, el profesor es la cara opuesta del estilo intrincado, forzado y a menudo distante que tiene el técnico Marcelo Bielsa. Resulta ser el destinatario adecuado en el momento de indagar la resonancia anímica que tiene en el grupo todo lo que se genera a partir de los partidos, sus resultados y el tratamiento en los medios.
�¿Cómo influyeron en el grupo los últimos dos resultados negativos?
�Cuando esto empezó, ya sabíamos que esta eliminatoria no iba a ser ningún lecho de rosas. Como no lo es para ningún equipo. Se lo planteamos a los jugadores. Nosotros, como cuerpo técnico, tratamos de mantener la autoestima del plantel. Este es un momento muy difícil para selecciones como las de Brasil y Argentina por la cantidad de jugadores que tienen en el exterior. Y cada uno vive una realidad diferente. Por eso la puesta a punto es tan complicada.
�¿Cómo recibieron los jugadores las críticas más recientes?
�Ellos son futbolistas de elite y tienen que prepararse para eso. Yo creo que las críticas están bien porque todo el mundo tiene el derecho a opinar.
�Pero parece que a ciertos profesionales no les gustan; lo digo por cómo ignoran a la prensa...
�Mirá, el último día salieron todos a atender. Creo que lo pautado se cumple, por ahora estamos bien.
�Sin embargo, en Brasil los jugadores tienen otra predisposición hacia los medios, incluso después de las derrotas.
�Porque acá, en nuestro país, somos así. Pasa en la selección, en Boca y en River. ¿Vos sos consciente de que los argentinos somos complicados? |
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