Bonano. No tuvo que exigirse demasiado porque Perú no logró
llegar con claridad a su arco. Cuando le tocó participar, otorgó
varios rebotes; uno de ellos provocó el gol en contra de Samuel.
También se equivocó en algunas salidas. No podrá
jugar frente a Uruguay por hacerse amonestar.
Ayala. Fue el mejor del fondo, por su regularidad. Su labor se destacó
porque no cometió demasiados errores y se mostró más
seguro que sus compañeros Samuel y Sensini.
Sensini. No resolvió bien las marcas y perdió casi todos
los mano a mano que tuvo con los delanteros rivales.
Samuel. Estuvo muy bien cada vez que salió a buscar una pelota
dividida, pero se equivocó en algunas entregas. Apeló mucho
a las infracciones. Su actuación se opacó con el gol (en
contra). Tras un rebote de Bonano, sin ninguna necesidad o exigencia metió
un derechazo certero adentro de su arco. Después cargó con
la culpa de su apresuramiento y hasta el final no logró contrarrestar
su señorial grosería.
Verón. Junto a Ortega fue la opción más clara para
generar peligro. Jugó un muy buen primer tiempo, pero su actuación
fue decayendo. En la segunda mitad se retrasó demasiado en el campo,
perdió movilidad y terminó apostando todo al pelotazo largo
y sin dirección. De esta manera terminó regalando la pelota
justo cuando al equipo le convenía dominarla.
Simeone. Estuvo impreciso en la marca y muy violento en los quites. En
la salida perdió muchas pelotas, lo que no le permitió sostener
al equipo desde el mediocampo. Gracias a la ayuda de Aimar en la recuperación,
su floja actuación pasó casi inadvertida. Igualmente, Marcelo
Bielsa lo sacó de la cancha y puso a Nelson Vivas.
Sorín. Compenetrado de sobra con su papel de carrilero ahí
lo quiere Bielsa, se acomodó, con una entrega importante,
a las necesidades del equipo. Si bien en el balance su trabajo lució
más en lo defensivo que en lo ofensivo, se las arregló para
tener dos buenas chances de gol, que no pudo concretar.
Ortega. Su sociedad con Verón fue fructífera y el camino
más claro para llegar al arco rival. Por la derecha gambeteó
y desbordó a su gusto a todo el andamiaje defensivo de Perú.
Se mostró solidario con sus compañeros y generó al
menos seis situaciones clarísimas de gol, que López y Crespo
desaprovecharon. En el segundo tiempo se desdibujó un poco (Bielsa
lo cambió por el volante Claudio Husain) pero, así y todo,
fue la figura indiscutible del equipo nacional.
Aimar. No consiguió participar mucho en la creación del
juego, pero aportó en la lucha del mediocampo. Hizo algunas jugadas
individuales en las que demostró su categoría, pero no pudo
terminarlas bien. Marcado bien de cerca y con rigor, no encontró
espacios para proyectarse. Cuando se las ingenió para superar a
sus marcadores, despertó varias ilusiones. Para mejorar le faltaría
que Verón y Ortega lo tengan más en cuenta.
C. López. Estuvo atento en las pelotas largas y generó varias
situaciones de peligro. Le faltó precisión en los remates
y astucia para resolver en los últimos metros cuando se vio frente
a la marca de los laterales peruanos. Terminó sin gravitar y fue
suplantado por Gustavo López.
Crespo. Al principió pareció estar a destiempo con el equipo,
pero de a poco se fue soltando. Abrió el marcador tras un error
de la defensa peruana, que le permitió salir de la posición
adelantada y quedar solo frente al arquero Vega. También se atrasó
en el campo para ayudar en la marca a los volantes. En el segundo tiempo
casi no la tocó. Quedó muy desconectado, y más después
de los cambios que propuso el entrenador.
Qué
se dijo tras el partido
Jugamos el mejor fútbol
Esto es algo de lo que se dijo después de un partido que tuvo
diversos ingredientes para el análisis:
El encuentro no reflejó
la diferencia que hubo entre los equipos, que debió ser mayor a
un gol. Argentina creó muchas situaciones, pero, paradójicamente,
convirtió en las acciones más elaboradas. En el segundo
período no tuvimos tanta llegada, pero Perú tampoco complicó
a Bonano (Marcelo Bielsa).
Argentina fue superior
desde el orden que mostró, por la capacidad individual de sus jugadores
y por su convicción ganadora. El triunfo fue absolutamente merecido.
El ímpetu por ganar hizo que quisiéramos buscar la victoria
antes que jugar (Francisco Maturana).
Estos fueron puntos de
oro. Había que ganar el partido, sacar el pecho y eso fue lo que
hizo la Argentina (Roberto Ayala).
No merecimos sufrir tanto,
porque ganábamos bien, pero el gol en contra de Samuel complicó
el partido (Hernán Crespo).
En el primer tiempo se
jugó con autoridad, dominamos casi siempre, tuvimos buena elaboración
y exitosos momentos. Esto lo valoro mucho porque cuesta mucho jugar bien.
Así me gusta el equipo, como en el primer tiempo, cuando jugamos
el mejor fútbol de estas Eliminatorias (Bielsa).
Este no es el ámbito
adecuado para dar un paso al costado. Hay que analizar el pasado, el presente
y el futuro (Maturana).
Si bien el cambio de
Husaín por Ortega presupone una actitud de precaución, Verón
estaba en condiciones de cumplir con la tarea de Ortega, sin sacrificar
manejo de pelota (Bielsa).
Me parece que la Argentina
jugó bien (un irónico Ariel Ortega, molesto por el
cambio, sin querer hacer declaraciones).
Perú cometió
dos errores y perdió el partido (Nolberto Solano).
El empate hubiera sido
injusto, porque Argentina fue superior casi todo el partido (Juan
Pablo Sorín).
El equipo respondió
con el fútbol que sabe desplegar (Roberto Sensini).
Argentina hizo un buen
primer tiempo, aunque faltó definirlo de contraataque (Claudio
López).
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