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A pesar de que repiten que están totalmente de acuerdo, lo
cierto es que cada vez que cantan a coro cada uno entona una melodía
diferente. Luego de su habitual reunión para discutir sobre el
escándalo desatado por los supuestos sobornos en el Senado, Fernando
de la Rúa y Carlos “Chacho” Alvarez eligieron ayer su
propio tono para comunicar lo conversado. “Lo que hay que ver es
si alguien actuó incorrectamente. A mí me cuesta creer”,
señaló el Presidente. Menos incrédulo, el jefe del
Frepaso no negó en ningún momento la veracidad de las versiones.
“Esto hay que esclarecerlo, porque si no la política queda
herida de muerte”, aseguró.
Lo primero que hizo De la Rúa fue negar la posibilidad de cambios
en el Gabinete. “No hay renuncias porque no hay imputaciones, entonces
siguen los ministros funcionando”, sostuvo el Presidente, que aseguró
que “todos saben que deben ponerse a disposición de cuanto
organismo los requiera” para investigar el caso.
Cumplida esa parte del libreto, De la Rúa se preocupó por
aclarar que el Senado debe seguir funcionando mientras se realiza la investigación.
E insistió en dudar sobre la existencia de sobornos. “Lo que
hay que ver es si alguien actuó incorrectamente. A mí me
cuesta creer, porque la ley tiene tales características. Se dio
tal trámite que es absurdo que por cosas de la ley pueda surgir
algo, salvo que hubiera otro tipo de intereses que no alcanzo a vislumbrar”.
Para subrayar su argumento, el Presidente agregó: “Estoy convencido
de la claridad de las cuentas, por eso quiero ponerlas a disposición.
Hemos abierto todas las puertas. Es importante ahora la revisión
de las cuentas de la administración. Por eso, va a ir el secretario
de Hacienda (Mario) Vincens” esta semana a los Tribunales.
Desde que se destapó el tema, Chacho Alvarez no descartó
la existencia de sobornos. Marcó así una diferencia con
De la Rúa, hasta que el Presidente dio un giro en su discurso y
se fotografió junto a su vice en un intento por desmentir los desencuentros.
Aunque ahora juran que la postura es la misma, lo cierto es que las declaraciones
de cada uno mantienen sus matices.
“Hace dos semanas nadie creía que se iba a investigar, nadie
creía que iba a pasar algo con esto y ahora están pasando
cosas”, sostuvo ayer Chacho. Y agregó que la política
podría quedar “herida de muerte” si no se aclaran las
sospechas.
Además, Alvarez retomó su ofensiva para generar un recambio
en las autoridades aliancistas del Senado (ver aparte). En este sentido,
reclamó “una autocrítica política a fondo”.
Y dijo que los principales protagonistas de los últimos años
del Senado “tienen que dar un paso al costado y tienen que cambiar
porque hay gente que es emblemática de cómo funcionó
la cámara”.
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Encuestas
para Chacho
A principios de esta
semana, Carlos “Chacho” Alvarez tomó un café
con el sociólogo Artemio López, de la consultora Equis,
con el que discutió los distintos escenarios electorales
en la provincia de Buenos Aires. El dato no es menor si se tienen
en cuenta algunas versiones que circularon en los últimos
días, que indicaban que el jefe del Frepaso estaba analizando
la posibilidad de renunciar a la vicepresidencia para presentarse
como candidato a senador por la Capital Federal el año que
viene. Dirigentes importantes del Frepaso han descartado el rumor,
pero lo cierto es que la reunión de Chacho Alvarez con López
añade un nuevo elemento: el vicepresidente encargó
encuestas para medir su imagen en la provincia de Buenos Aires.
Y, además, decidió que en pocos días comenzará
a funcionar un equipo –cuyos integrantes aún no fueron
definidos–, específicamente del Frepaso, que analizará
el panorama electoral del año que viene.
Hasta el momento, el dirigente de la Alianza con más posibilidades
de candidatearse para senador en la provincia es Raúl Alfonsín,
aunque en el radicalismo también se anotaron el titular del
Comité Provincia, Leopoldo Moreau, y el hijo del ex presidente,
Ricardo Alfonsín. En el Frepaso se barajaron los nombres
de Graciela Fernández Meijide y de Juan Pablo Cafiero.
No está claro todavía cómo se ubicaría
Alvarez, si estudia su candidatura para el año que viene
o recién para gobernador en el 2003. Pero lo cierto es que
hay una posibilidad que ya preocupa al Frepaso: la postulación
del cura Luis Farinello, que –según sostienen cerca
del jefe del Frepaso– sólo aguarda el permiso del obispo
Jorge Novak para lanzar su candidatura por una agrupación
propia. Fue justamente éste uno de los temas que Chacho Alvarez
analizó con Artemio López en la reunión que
mantuvieron en el bar La Opera.
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ADEMAS
RECIBE A VICENS Y MOYANO
Liporaci pide desafueros
El juez federal
Carlos Liporaci ya tiene lista la resolución que justifica uno
por uno el pedido de desafuero de los ocho senadores imputados por los
presuntos sobornos (ver más información en página
9). Pero no terminará allí su actividad de hoy, la investigación
judicial continuará con los testimonios del secretario de Hacienda,
Mario Vicens, y del jefe de la CGT rebelde, Hugo Moyano, quienes asistirán
al edificio de Comodoro Py 2002 para explicarle a Liporaci cuánto
dinero de las arcas estatales recibieron los organismos del Gobierno durante
el período en que se debatió la reforma laboral, el primero,
y para profundizar en la denuncia contra el ministro de Trabajo, el segundo.
Vicens concurrirá al juzgado a las 16, llevando consigo la documentación
sobre las partidas presupuestarias desde que comenzó el año
hasta ahora; mientras que a las 11, Moyano ratificará ante Liporaci
sus dichos contra Flamarique. El secretario de Hacienda, quien tiene a
su cargo la distribución de los 4200 millones de pesos mensuales
recaudados en impuestos y aportes previsionales, contará al juez
cómo fue repartido ese monto durante el primer semestre del año.
Liporaci seguramente concentrará su atención sobre los gastos
reservados y los fondos de la SIDE. El propio magistrado aseguró
que no tiene dudas de que “hubo coimas” y de que el dinero para
los pagos casi seguro provino, aunque sea parcialmente, del Ejecutivo.
“Por ahora ésa es la principal sospecha”, explicó.
Por otra parte, Moyano podría comprometer judicialmente al actual
ministro de Trabajo porque va a confirmar todo lo que viene denunciando.
Repetirá que Flamarique sostuvo, ante un grupo de líderes
sindicales, que la reforma laboral se aprobaría fácilmente
en la Cámara alta porque “para los senadores tengo la Banelco”.
Después de negar cualquier renuncia en el Gabinete, el presidente
Fernando de la Rúa afirmó ayer en la quinta de Olivos que
Liporaci “tiene todo el apoyo” del Gobierno. “El asunto
está encaminado en la Justicia y (el juez) tiene todo el respaldo
con plena independencia”, dijo.
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