Dos importantes órganos nacionales que rigen la vida universitaria están acéfalos: el Consejo Interuniversitario Nacional y la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau). Las internas políticas dentro del Gobierno y entre los rectores universitarios demoran hace días la designación de sus autoridades. El conflicto es más grave en la Coneau: el organismo que depende del Ministerio de Educación y se encarga de evaluar la calidad de la enseñanza universitaria no puede sesionar ni elegir a su nuevo titular hasta que sean nombrados sus nuevos miembros. Una de las claves del problema es que el PJ quiere introducir en la Coneau a Juan Carlos Del Bello, un emblema del menemismo en las áreas de ciencia y educación superior. Y la Alianza se resiste con todas sus fuerzas. �La situación es preocupante. No digo en lo inmediato, pero así, en el mediano plazo, la Coneau no va a poder funcionar�, dijo a Página/12 Ernesto Villanueva, ex titular de la comisión.
La Coneau cuenta doce miembros: tres representan a los diputados, tres a los senadores, tres a las universidades públicas, uno a la Academia de Educación, uno a las universidades privadas y otro al Ministerio de Educación. Los miembros son nombrados por decreto del Poder Ejecutivo y se renuevan por mitades cada cuatro años. Así, el mandato de seis de ellos, incluido el del presidente Villanueva, caducó el 20 de agosto. Desde entonces, el organismo no tiene quórum para funcionar, ni un presidente que coordine sus actividades. 
En realidad, diputados, senadores y universidades privadas ya propusieron sus candidatos. La Cámara baja postuló a Carlos Pérez Rasetti. El Consejo de Rectores de Universidades Privadas, a Héctor Sauret. Y el Senado, hace mucho más de un mes, a Norberto Fernández Lamarra y al mismo Villanueva (los tres últimos ya integraban la comisión). Pero el Presidente todavía no firmó los decretos para nombrarlos. Ayer se rumoreaba que estarían listos los que designan a Sauret y Rasetti. Aunque lo cierto es que los decretos no fueron publicados en el Boletín Oficial y que, en diálogo con este diario, fuentes de la Coneau aseguraron que nadie les comunicó nada. �Supongo que, si salen esos nombramientos, la Coneau va a volver a tener una existencia real�, comentó Villanueva, un hombre vinculado con el justicialismo, al igual que el otro nombre demorado, Fernández Lamarra. 
El mayor conflicto está en las universidades públicas. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que nuclea a los rectores de 37 casas de estudios, ni siquiera pudo elegir sus candidatos. Atraviesa un conflicto similar al que vivió cuando debió elegir sus representantes en el Consejo de la Magistratura: aquella vez, las diferencias políticas se dirimieron a cara o cruz, tirando una moneda.
Fracturado por esta disputa, el CIN tiene que renovar a dos de sus tres miembros en la Coneau. Por un acuerdo entre los rectores, cada miembro debe ser elegido por uno de los bloques en que se divide el CIN: Alianza, PJ e independientes. Como el integrante de la Coneau elegido por la Alianza (Juan Carlos Hidalgo) sigue dos años más, el turno es para justicialistas e independientes.
Pero no logran ponerse de acuerdo. El PJ impulsa a Juan Carlos del Bello, ex titular de Políticas Universitarias y de Ciencia y Tecnología durante la presidencia Menem. Pero los rectores radicales no quieren saber nada con él y se niegan a votarlo. Como todas las resoluciones del Consejo precisan dos tercios de los votos y ningún bloque los tiene, las sesiones del CIN ya fracasaron dos veces por este conflicto, con la consiguiente demora en el tratamiento de otras cuestiones. De hecho, el CIN también está acéfalo porque, en el último plenario, que se hizo hace una semana en Posadas, debía elegirse al nuevo presidente. Al fracasar la discusión por la Coneau, el bloque del PJ abandonó el encuentro. �No vamos a aceptar que los radicales nos impongan todo. Nos cansamos �confió un operador del PJ a Página/12�. Nos toca elegir y queremos a Del Bello. Van a tener que aceptarlo.� Para empardar la jugada y, en última instancia, aceptar al ex funcionario menemista, los radicales quieren poner otro nombre �pesado�. El rector de la UBA, Oscar Shuberoff, postuló a su secretaria académica, Alicia Camilloni. Del otro lado, los peronistas objetan que el segundo candidato debería ser independiente. Y ahí se traba todo. Y el CIN y la Coneau siguen sin cabeza.

POR LA REFORMA ACADEMICA
Sociales concursa cargos

Por Cecilia Sosa

La reforma académica volvió a generar controversias en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). La primera convocatoria para concursar a los auxiliares docentes reflotó la polémica porque la facultad, en lugar de hacer el llamado para cubrir los cargos de las tradicionales materias, intentó hacerlo por �áreas disciplinares�. Las áreas no existen, aunque algunas están proyectadas en la reforma de la facultad que todavía está en pleno debate. La propuesta fue leída por la oposición y parte del oficialismo como un intento de �meter la reforma por la ventana�. Para la conducción de Sociales, en cambio, se trató de �saldar una vieja deuda con los ayudantes y permitirles acceder a sus cargos de la manera más democrática posible�, como dijo a Página/12 el vicedecano Norberto Alayón. 
En el temario de la sesión del consejo directivo del martes figuraban, listos para ser aprobados, los llamados para concursar 41 cargos para el área de Economía, uno para Economía del trabajo, 14 para Historia argentina, 24 para Historia latinoamericana y 41 para Historia general. Ninguna de esas �áreas� existe. La facultad está organizada en cinco carreras, cada una con sus materias y cátedras. El proyecto de reforma propone una estructura departamental, con áreas disciplinares comunes para las carreras.
�Esto tiene la connotación de un golpe institucional. Es un manoseo a todas las carreras y docentes�, disparó Néstor Correa, de la AGD. En otra línea, el consejero por los profesores Mario Margulis argumentó: �Todos deseamos concursar a los ayudantes. Pero con este proyecto se estaría modificando la estructura de la facultad y eso exige una discusión más amplia. Hay que llamar a concurso, pero atendiendo lo que está vigente, no algo inexistente�. Las direcciones de 4 de las 5 carreras objetaron no haber sido consultadas, como exige el reglamento, antes del llamado. �Es una desprolijidad brutal, un avasallamiento�, protestó Emilio Kafassi, director de Sociología. 
Por su lado, las autoridades negaron que hubiera relación entre la departamentalización y los concursos. �El proceso de departamentalización aún está en ciernes�, dijo Alayón. Al final, para �evitar suspicacias�, el consejo decidió que el llamado a concurso se haga por asignaturas afines y no por áreas. Además, las juntas de carreras tendrán un mes para expedirse sobre el llamado a concursos.

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