El Banco Interamericano de Desarrollo confirmó ayer préstamos para la Argentina por 4500 millones de dólares durante los próximos tres años. José Luis Machinea enfatizó que el acuerdo constituye un espaldarazo al gobierno de la Alianza. Los fondos serán utilizados en programas sociales, para reformar el Estado y desarrollar el escuálido mercado de capitales. El entusiasmo de Machinea por la asistencia financiera se vio amplificado por las declaraciones de apoyo a su gestión del titular del organismo, el uruguayo Enrique Iglesias. El Gobierno ha hecho lo correcto para superar la recesión y de aquí en adelante lo que cabe esperar es la recuperación, sostuvo el banquero. Aprovechando esa sintonía, el ministro volvió a la carga con su reclamo a los organismos multilaterales sobre la creación de una línea de créditos contingentes para países como Argentina. Machinea trató en extenso este último tema en la reunión que mantuvo ayer con Iglesias. Le dijo que es necesario que el FMI, el BID y el Banco Mundial definan cuanto antes la conformación de un esquema de asistencia crediticia para países que hayan hecho los deberes en materia fiscal. El Gobierno aspira a alcanzar un acuerdo que le garantice ayuda inmediata de esas entidades en caso de desatarse una crisis internacional. Sería un reaseguro para la Convertibilidad, que en los últimos años se ha visto amenazada por sucesivos shocks externos. Machinea pretende que esa línea especial ascienda en el caso argentino a 11 mil millones de dólares. El ministro me planteó la necesidad de crear sistemas de blindaje para las economías emergentes. En el BID estamos muy dispuestos a participar de ese mecanismo, pero aún debemos definir su alcance, señaló Iglesias. La próxima asamblea anual del FMI (que tendrá lugar a mediados de mes) es una buena oportunidad para trabajar en este tema, añadió. Machinea insistió en que necesitamos tener una línea de créditos contingentes para evitar el contagio de crisis internacionales. La intención es que los fondos estén disponibles para cubrir cualquier situación de inestabilidad. Machinea quiere curarse en salud antes de soportar un eventual ataque especulativo contra el peso. El otro punto que el ministro definió con Iglesias fue el monto y destino de préstamos que el BID otorgará a la Argentina en el próximo trienio. Serán 4500 millones de dólares. El 45 por ciento de los fondos (2025 millones) financiarán diez programas sociales, mientras que el 39 por ciento (1755 millones) irá a otros diez planes de desarrollo del mercado de capitales, al Fondo de Infraestructura para obras públicas y a programas de apoyo a las pymes. El 16 por ciento restante (720 millones) cubrirá gastos de la modernización del Estado. Por otra parte, Machinea reveló que a fin de mes el BID y el BM desembolsarán un antiguo préstamo por 900 millones de dólares, el cual había estado bloqueado por la negativa del Congreso a sancionar una ley que diera inmunidad judicial a las autoridades del Banco Central. Este tema fue motivo de interminables discusiones con los organismos, aunque éstos finalmente aceptaron modificar las condicionalidades del crédito y este mes lo harán efectivo. La asistencia del BID se completaría con otros dos préstamos por 900 millones cada uno que Economía está terminando de negociar. Machinea puntualizó además que existen otros 3800 millones a disposición del Gobierno que todavía no han sido requeridos, pese a estar aprobados por el BID. La confirmación de los préstamos fue una noticia alentadora para Machinea, quien ha logrado como viene ocurriendo desde el principio de su gestión un nuevo gesto de apoyo del organismo de crédito. Iglesias ratificó ayer esa confianza, al destacar que lo peor del proceso de ajuste ya pasó. Este año el país ha tocado fondo. Tuvo que pasar momentos de ajuste importantes y dolorosos, pero necesarios, y ahora la economía está dando señales de recuperación, concluyó el banquero.
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