Por Felipe Yapur
Un día amargo y cargado de malas noticias. Así podría definirse la jornada de ayer para el senador justicialista, Augusto �el Choclo� Alasino. Durante el mediodía el entrerriano anunció, sin estridencias, su renuncia a la presidencia del bloque del PJ. �Le he cursado un memo al señor vicepresidente de la Nación, titular del Senado (Carlos Alvarez), cumpliendo instrucciones que me ha dado el bloque justicialista en su conjunto�, dijo y anunció que su reemplazante es el sanjuanino José Luis Gioja. Pero Alasino no sabía en ese instante que hacia el anochecer su jornada se volvería más agitada. Es que desde los Tribunales de Comodoro Py el juez Carlos Liporaci solicitó su desafuero al imputarlo, junto al ex titular del bloque radical Raúl Galván y a su correliginiario de Entre Ríos, Alcides López, en la causa de los sobornos en la Cámara alta.
Así como la renuncia del radical Galván a la conducción del bloque oficialista fue considerada un paso al costado �forzado� desde el Gobierno, la dimisión de Alasino es �a todas luces� un gesto �acordado� con el Presidente. El retiro del entrerriano comenzó a gestarse en los últimos días de la semana pasada. El propio Alasino reconoció ayer que se había comunicado con De la Rúa en cuatro oportunidades. Pero una de ellas fue determinante. Ocurrió durante el fin de semana.
Alasino recibió el llamado del Presidente, quien le expresó su opinión sobre la necesidad de �oxigenar� el Senado. Consideraba que la mejor manera era que los presidentes de bloques dieran un paso al costado. Alasino intentó por todos los medios evitar una definición pero el Presidente insistió. Le habló de �gestos positivos� hacia la sociedad y le aseguró que Galván no se opondría a concretar esta señal para la calle. Alasino, levantando el volumen de su característica voz cascada, dijo: �Está bien Presidente. Pero ellos y nosotros nos vamos. O cambian los dos o ninguno�, reclamó el entrerriano para luego exigir que �Galván renuncie primero, después yo�. Desde el otro lado de la línea De la Rúa le dijo que sí, y Alasino se quedó sin excusas.
El domingo por la tarde, Alasino se encontró con Eduardo Bauzá y Carlos Corach en unas oficinas que el mendocino posee en el barrio de Congreso. Mientras observaban el partido de Argentina contra Perú, Alasino les contó su decisión. Sus interlocutores coincidieron en que era una buena determinación. Ese consenso no bastó para mejorar el ánimo del entrerriano.
Con la decisión tomada, el tema obligado fue su reemplazante. Alasino lanzó el nombre de José Luis Gioja y encontró eco. El senador sanjuanino, un hombre de perfil bajo (ver recuadro aparte), cumple con dos requisitos fundamentales para los tiempos que corren en el Senado: no genera rechazos internos y no está implicado en el escándalo de los sobornos.
Con la decisión tomada, Alasino enfrentó la reunión de bloque del lunes. Varios senadores coincidieron en asegurar a este diario que ese día no se habló de cambios a pesar de la ola de rumores que inundaban los pasillos de la Cámara. Según estos legisladores, recién ayer, cuando volvieron a encontrarse, Alasino habló de su renuncia y de quién podría ocupar su puesto. Todos coincidieron en que Gioja era la persona indicada para reemplazarlo, pero también se habló de que al sanjuanino había que apoyarlo con un triunvirato de caras también nuevas. Fue así que los integrantes de la mesa de conducción presentaron también sus renuncias.
Gioja �quien en los setenta militó en la Tendencia Revolucionaria� será apoyado por el menemista moderado Carlos de la Rosa, la cordobesa delasotista Beatriz Raijer, y Eduardo Arnold, un rival de Néstor Kirchner en la interna de Santa Cruz, también sindicado como un hombre cercano al gobernador santafesino Carlos Reutemann.
Frente a la prensa, el Choclo Alasino buscó desdramatizar su renuncia: �El bloque, más allá de lo que se diga, lo principal que busca es que la gente recupere la confianza en el Senado que ha tenido actitudesimportantes y trascendentes en la historia del país�, argumentó antes de anunciar que en la sesión de hoy se debatirán leyes relevantes como la emergencia económica y antievasión.
Al comenzar la tarde, los hombres de Alasino no disimulaban su abatimiento. Y eso que aún les faltaba conocer otra mala noticia. Afirmaban que la dimisión no podía ser considerada un triunfo político del vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez. �Alasino respondió a un pedido del Presidente, y el que siente que es un triunfo de Chacho lo dice porque es radical�, expresaron fuentes cercanas al ex titular del bloque.
La mala nueva para Alasino llegó poco después de las 20. Un escueto cable de la agencia DYN daba cuenta de que los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado solicitaban al juez Liporaci incorporar en el pedido de desafueros a los senadores justicialistas Alasino y Osvaldo Sala y los radicales Galván, Luis León y Alcides López.
El fundamento de los fiscales, según trascendió, no se basó en presunciones de que ambos senadores hayan participado en los sobornos sino que �por haber formado la conducción de los bloques� no podían ignorar lo que estaba pasando. Sin embargo, hasta anoche el juez sólo había aceptado convocar a los dimitentes titulares de los bloques. Enterado de la noticia, Alasino no hizo declaraciones.
La decisión de Liporaci no causó mayor sorpresa en el Senado. Y seguramente no debió sorprenderlo a él. Desde que se conoció la lista que envió la Justicia, muchos senadores se preguntaban por qué no la integraba Alasino.
Meneghini, el espontáneo
El senador Antonio Cafiero estará el viernes de nuevo frente al juez federal Carlos Liporaci para ampliar sus dichos, porque en el juzgado creen que �sabe más de lo que dijo acá�. Cafiero había prestado declaración el 28 de agosto, cuando señaló a sus colegas, los senadores justicialistas Angel Pardo, Ramón Ortega y Eduardo Bauzá como sobornados. Por otra parte, el senador aliancista, Javier Meneghini, se anticipó a sus siete colegas de la Cámara alta con los que comparte pedido de desafuero y apareció ayer en forma sorpresiva en los tribunales federales de Retiro. �Vine a presentarme ante el juez Carlos Liporaci renunciando a mis fueros, antes de que se reúna el Senado, solicitando que me someta a declaración indagatoria inmediatamente porque soy totalmente ajeno a estos hechos�, dijo el legislador por Santiago del Estero. Sin embargo, su gesto no tuvo ningún resultado en el expediente. Liporaci no indagará a ninguno de los sospechados hasta que el Senado les quite los fueros. |
Dos semanas para la ley
En la mañana de ayer, poco antes de entrar a la reunión de gabinete, el ministro de Economía, José Luis Machinea, advirtió que si el proyecto de Ley de Emergencia Económica �no se aprueba mañana (por hoy), el Poder Ejecutivo avanzará por decreto�. Pero pocas horas más tarde, el vicepresidente Chacho Alvarez, en ejercicio de la Presidencia y quien debería firmar el decreto, matizó el plazo de Machinea y aclaró que �si en dos semanas� no se aprueba esta ley en el Senado �es probable que la pueda firmar por decreto�.
Tanto Machinea como Alvarez expresaron su confianza en que los senadores puedan hacer coexistir la tarea legislativa con la investigación de las coimas, pero resultó evidente el apuro del primero y la situación delicada del segundo. �Si el proyecto no se aprueba este miércoles (por hoy) o el miércoles próximo es probable que el Presidente me indique que pueda firmar el proyecto de Ley de Emergencia Económica por decreto�, subrayó Alvarez.
El vicepresidente hizo estas declaraciones poco antes de regresar de Rosario, donde asistió a una reunión de ciudades del Mercosur. En esa oportunidad descartó también que fuera a renunciar a la titularidad del Senado o a pedir una licencia a la presidencia del cuerpo legislativo. �Es una obligación que tengo como vicepresidente�, subrayó. |
Gioja, el descorbatado
Militó en la Juventud Peronista. Durante la última dictadura militar, estuvo cuatro meses secuestrado y cinco meses preso en el penal de Chimbas. Hace poco, reconoció que fue torturado por el mayor Jorge Olivera, detenido en Italia por el asesinato de Marie Anne Erize. Es José Luis Gioja, el senador que reemplazará a Augusto Alasino en la presidencia del bloque del PJ en ese cuerpo. Es sanjuanino, informal y cultivó hasta ahora el bajo perfil. �La situación que se vive es de emergencia, no es normal. Por eso debemos ponernos a disposición del juez y aclarar todo esto porque la gente hoy nos tiene asco�, dijo ayer a los periodistas.
�Ahora tampoco me voy a poner la corbata�, dijo Gioja como una declaración de principios. Es que el nuevo jefe del bloque justicialista es famoso en el Senado por ser el único que se pasea en camisa y saco sport. Gioja fue diputado nacional entre 1991 y 1995, cuando fue elegido senador. Y hasta ahora se desempeñó como presidente de la Comisión de Coparticipación Federal. El mes pasado, Gioja compitió por la conducción partidaria en San Juan con el menemista Jorge Escobar y le ganó por amplio margen. Durante la campaña recibió el apoyo de Carlos Ruckauf, pese a no ser un hombre identificado con la conducción bonaerense. El nombre del nuevo jefe de la bancada surgió por consenso, con la venia incluso del propio Alasino. Habrá que esperar para descubrir si eso fue a favor o en contra. |
opinion
Por Martín Granovsky |
Nadie juega al ajedrez
Si alguien creía que el escándalo del Senado podía extinguirse, se equivocó. La crisis reconoce por lo menos tres fuerzas dinámicas que impiden un parate:
El juez Carlos Liporaci está lanzado hacia adelante. Cuestionado y con un juicio político en puerta, no tiene retorno. A esta altura, más allá de lo que pase con la causa, el pedido de desafuero de Augusto Alasino revela que los involucrados tienen un nivel tan alto que su sola inclusión en un oficio judicial puede despertar una hecatombe.
La historia tiene todos los condimentos para atraer la atención periodística, de la buena y de la mala: dinero, poder, sospechas de corrupción en el Ejecutivo y el Senado, el agotamiento de una forma de hacer política basada en el canje y el peaje, nombres y apellidos, acusaciones cruzadas y, sobre todo, la percepción de que uno de los grandes poderes corporativos de la Argentina se está desmoronando. La filtración del expediente en el Senado añadirá pimienta de colores a un menú digno de Gourmet.com, que ya cuenta entre otros con Augusto �El Choclo� Alasino y Eduardo �Fideo� Bauzá.
Carlos �Chacho� Alvarez consiguió cobrarse sus primeras dos piezas de caza, Alasino y el radical Raúl Galván, y ahora va por más. Su blanco se llama, coinciden senadores y funcionarios de la Cámara Alta, José Genoud. El presidente provisional del Senado ya era antes, como presidente del bloque, otro de los hombres fuertes del Senado junto a Alasino, con quien asegura estos días que no tiene �otra relación que no sea la estrictamente parlamentaria y siempre dentro del ámbito físico del Senado de la Nación�.
Con Fernando de la Rúa en el exterior, solo un escenario quedó congelado: el de los recambios en el Poder Ejecutivo. Por otra parte, es un terreno de combate al que, igual que el Presidente, el vice parece haber decidido renunciar por el momento. Este diario pudo establecer que desde el viernes pasado Alvarez está más preocupado por Enrique �Coti� Nosiglia, quien no puede renunciar a nada porque no tiene ningún cargo oficial, que por Fernando de Santibañes. La sola amenaza de Nosiglia de querellar a la directora frepasista del PAMI Graciela Rosso (ver página 8) es una respuesta anticipada del secretario de la UCR a �Chacho�: en términos políticos, se parece mucho a una querella contra Alvarez por interpósita persona. No sería el primer pleito, porque Nosiglia ya recurrió una vez a los tribunales para dirimir un conflicto político con el jefe del Frepaso.
Naturalmente, que carezca hoy de planes sobre De Santibañes no significa, en la estrategia de Alvarez, abandonarlos para siempre. En este como en otros puntos de la crisis, la característica principal es que nadie está jugando al ajedrez. Hay, solamente, el día a día. Y con un plazo tan corto todo puede ser posible. |
�En Concordia se vale por lo que se tiene�
Por Luis Bruschtein
�Si se compara la geografía entrerriana con la de los Estados Unidos, uno ve que Paraná, la capital, es parecida a Washington, es decir, allí juzgan a las personas por el cargo que tienen, por el poder. Concepción del Uruguay es como Boston, allí se vale por lo que se sabe, y Concordia es como Nueva York, donde se vale por lo que se tiene�, ha dicho el senador entrerriano Augusto Alasino sobre sus pagos. El presidente renunciante del bloque de senadores justicialistas vive en Concordia �donde importa lo que se tiene� y, pese a ello, ha insistido siempre en que tiene muy poco. Según su propia descripción entonces, Alasino no sería importante en Concordia, pero a pesar de su modestia, un chiste que circuló hace algunos años decía que cuando alguien preguntaba dónde quedaba esta ciudad ribereña los paisanos respondían: �En el patio de la casa de Alasino�.
Es difícil saber si el chiste provocó la peculiar carcajada del senador, por la cual lo llaman �la hiena�. Lo más probable es que no sea así porque esta chanza circuló entre 1996 y 1998, cuando era acosado por una causa por enriquecimiento ilícito. Por otra broma del destino, la fiscal federal que ordenó archivar el expediente, María de los Angeles Squivo, era su amiga e hija de uno de sus maestros. Y el juez que más impulsó la investigación, José Lauritto, que incluso criticó la decisión de Squivo, figuró más tarde en la misma lista del PJ que su investigado.
La trayectoria de Alasino va de la rebeldía de la juventud a posiciones digamos más conciliadoras en la madurez. De la energía desinteresada y explosiva del Cordobazo y la JotaPé de las Regionales en la juventud, al sufrido apostolado del hipermenemismo en la madurez. Alasino nació el 31 de mayo de 1947 en Gobernador Maciá, el segundo de cuatro hermanos, en el seno de una familia radical. Su padre era comerciante y su madre maestra. Cursó el bachillerato en el Liceo Militar y la Universidad en Córdoba.
Su primera experiencia política fue Tacuara, una agrupación de los �60 que se proclamaba nacionalista aunque su discurso era más fascista y antisemita que otra cosa. Alasino lo reconoce como pecado adolescente y asegura que verdaderamente descubrió la política a través del peronismo. Estudiaba Derecho en Córdoba cuando se desató el Cordobazo en 1968 y él militaba en el Integralismo, una agrupación universitaria de origen cristiano que derivaba hacia el justicialismo y que participó en el alzamiento popular.
De regreso en la Nueva York entrerriana, el joven abogado Alasino integró la Regional II de la Juventud Peronista que en aquel momento dirigía el ex gobernador santafesino Jorge Obeid. Y se alejó de Montoneros al mismo tiempo que el grupo de la �Lealtad�, cuando la agrupación guerrillera cuestionó la conducción de Perón, en 1974. Durante la dictadura, Alasino se mantuvo en Concordia y con la democracia regresó a la política de la mano de Jorge Busti como asesor del Concejo Deliberante de su ciudad. En 1987 llegó a la Cámara de Diputados como renovador y cafierista de hueso colorado. Hasta que en el �89, �el Choclo� sorprendió a sus ex camaradas con una frase: �prefiero ir con Menem en la primera línea que ser cola de ratón con Cafiero�.
Este período de su vida fue más parecido a un partido de tenis. Dejó a Busti para abrazar la nueva religión y convertirse en uno de los doce apóstoles del menemismo, pero la inercia del pasado lo llevó a criticar los indultos �el primer milagro del nuevo profeta� y se ganó su inquina. Por eso volvió con Busti en 1992 y después otra vez en contra de Busti con el gobernador Mario Moine. Y ya en el �94 era senador por Entre Ríos y nuevamente menemista.
El senador quemó sus naves con el menemismo, quizá se dio cuenta de que allí estaba la meta de su vida, y así como quemó las naves, amasó una fortuna, un esfuerzo pocas veces reconocido. Y empezó a tener problemas con la Justicia. Nadie podrá decir que no trabajaba por la causa menemista. Tanto, que en 1994 cobraba cuatro sueldos: 8700 pesos como senador, 5850 como presidente del bloque, 4300 de su jubilación comodiputado y 6100 como constituyente. Era presidente de su bloque y de los constituyentes del PJ, una pieza estratégica del sistema de poder y negociación del menemismo. El joven luchador de la JotaPé que llegó a diputado en 1987, tras catorce años de ejercer la abogacía, declaró bienes por 94 mil pesos. Al consumado político que acaba de renunciar a la presidencia de su bloque por el escándalo de las coimas lo acusaron de haber reunido una fortuna de dos millones en catorce años de ejercer la política. Seguramente se lo recordará más por este período tan productivo que por la rebeldía gratuita de su juventud.
Quemó la nave pero construyó una casa de 550 metros con columnas dóricas en el frente sobre una loma con vista al río Uruguay, en un parque de 15 mil metros. La nave se hundió con Menem, pero la casa no, algo que evidentemente previeron muchos menemistas que aprovecharon el auge de la construcción. Uno de los hechos más sorprendentes de su trayectoria fue que, cuando aún tenía abierta la causa por enriquecimiento ilícito, fue elegido por sus pares del PJ para representarlos ante el Consejo de la Magistratura que debe juzgar el comportamiento de los jueces. Uno de los cuales �al igual que el juez Liporaci en este momento� tenía que investigarlo a él.
En esa época Alasino estaba furioso con los periodistas ya que, uno de los motivos que había disparado esa causa había sido una investigación de la revista Análisis, de Paraná. �Si quiero �dijo con enojo y cierta desmesura a un grupo que lo entrevistaba� yo podría ser periodista, pero ustedes nunca podrán llegar a ser lo que soy yo.�
Alasino ya no tiene juego en el PJ entrerriano, su estrella se apagó con la de su caudillo. De tanto ir y venir, la pelota se fue afuera. Pese a todos los avatares y acusaciones que ha debido enfrentar, el �Choclo� Alasino siempre se consideró un hombre de pueblo, una persona como cualquiera, y así se describió en declaraciones públicas: �Soy un tipo transparente. Nunca fui un santo, fui un simple abogado que laburó con putas, que laburó con lo que sea... o sea, siempre fui un tipo normal�. |
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