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El enemigo de la UIA ya tiene nombre y apellido

Los bancos, las privatizadas y las cadenas de hipermercados fueron colocados en el papel de villanos en el relato de la Unión Industrial sobre la realidad social argentina. Alianza con el sindicalismo.

La UIA eligió un perfil acusador para explicar la crisis que atraviesa el sector.


Por Claudio Zlotnik

t.gif (862 bytes) La Unión Industrial lanzó un duro ataque contra las bancos, las empresas privatizadas y las grandes cadenas comerciales. José Ignacio de Mendiguren, secretario de la UIA, los llamó �los nuevos proteccionistas de los 90�. Y hacia ellos apuntó sus críticas. �Ojalá tuviéramos el dos por ciento de las medidas de protección que tienen ellos�, señaló durante el discurso que pronunció para cerrar el seminario �Evolución de la Realidad Social Argentina�, que la UIA organizó para celebrar el Día de la Industria. En ese marco, De Mendiguren planteó la necesidad de formar una alianza estratégica entre los empresarios locales y las organizaciones sindicales.
Las palabras de De Mendiguren dejaron a la luz el perfil acusador que los dirigentes de la UIA adoptaron para explicar la crisis por la que atraviesa el sector industrial. En el banquillo están los bancos, las privatizadas y las cadenas de supermercados, rubros en los que, en forma masiva, dominan los conglomerados extranjeros. �La concentración y la extranjerización son la contracara de los graves problemas por los que están atravesando las pequeñas y medianas empresas�, señaló el directivo. De Mendiguren citó varios casos para ejemplificar �el proteccionismo� del que gozan aquellos sectores.
Bancos: �Se instrumentaron fondos fiduciarios, cobran altas tasas de interés y operan con seguro de tipo de cambio. En los últimos años hubo una enorme transferencia de recursos desde el sector productivo al sector financiero. Y la extranjerización de la banca hizo que todas las decisiones se tomaran a miles de kilómetros de la Argentina�.
Privatizadas: �Tienen monopolios de precios y tarifas garantizadas por la inflación estadounidense, independientemente de la deflación que existe en la Argentina�.
Grandes cadenas comerciales: �Se protegió su ofensiva en el mercado con la falta de reglamentaciones�.
�Es como ir a cazar al zoológico. Tiene que haber un cambio�, graficó el dirigente para dar cuenta del escaso riesgo que tuvieron esos sectores para concretar jugosos negocios. �En la última década les dieron protección a todos estos sectores, mientras al sector productivo se lo desprotegió. Tampoco se protegió al empleo, a las pymes ni hubo una justa distribución del ingreso�, añadió.
Tras la designación de Javier Tizado en Industria y el anuncio de medidas de incentivo para el sector, los industriales creen que les llegó el turno. Y, si en algún momento industriales y banqueros pudieron convivir en el seno de un grupo de poder (el Grupo de los Ocho), ayer quedó definitivamente en claro que los ex socios son ahora uno de sus principales acusados. �Suscribo los dichos de mi amigo De Mendiguren�, afirmó Roberto Rocca, director de Techint, el grupo industrial más poderoso del país, no bien pisó la tarima, potenciando el discurso de tono acusador del secretario de la UIA.
En su discurso, Rocca evitó hacer alusiones a la coyuntura políticoeconómica. En cambio, prefirió empalmar con el pronunciamiento de De Mendiguren graficando la relevancia que tiene el sector industrial para la economía. �En un vaso de cerveza, la industria es el líquido y el sector servicios es la espuma. Sin líquido, no hay espuma�, apuntó. �Necesitamos un proyecto nacional. Las medidas de corto plazo no sirven. Y las pymes deben ser la base de ese proyecto�, definió. 
De Mendiguren también fue muy crítico con las reglas de juego que impone el �mercado�. �El riesgo país parece regir el comportamiento de los argentinos e impide avanzar con las propuestas de cambio. El pensamiento único se adueñó de la nación; será por eso que nos alejamos del sentido común�, sentenció. �¿Cuál es la salida?�, se preguntó. Y apeló a la ironía para rechazar la obsesión que desvela a los funcionarios de Economía. �Si José de San Martín le hubiese pedido una opinión a un economista antes de cruzar la cordillera, seguramente éste le hubiese aconsejado olvidar el asunto porque ese gasto haría subir el riesgo país�, refrendó, provocando el aplauso entusiasmado de la platea. Cuando retornó la calma, añadió: �Estamos atravesando una situación rara. Si cumplimos con las pautas (de los organismos internacionales), nos va mal. Y si no las cumplimos, también�.
�Tras nueve años sin ningún plan de reconversión, sin crédito, sin apoyo del Estado, sin una Aduana que permita competir lealmente, hoy los empresarios que tienen todavía sus puertas abiertas merecerían un master en economía empresaria�, finalizó De Mendiguren. 

 

 

Desocupación y pobreza en la agenda empresaria

Aldo Neri*.
�Fragmentación�

�El ámbito de la salud se caracteriza por la alta fragmentación de los prestadores del Estado (Nación, provincias y municipios) y los privados. Sólo un 50 por ciento de la población está cubierta por el sistema de seguridad social, contra un 80 por ciento en la década del �80. Se trata del claro reflejo de la situación laboral, caracterizada por la desocupación y la precarización. A esta vulnerabilidad se agrega que las obras sociales prestan cada vez menos servicios. ¿Cómo se paga hoy la salud? Un 30 por ciento con el presupuesto de las obras sociales, un 20 por ciento el Estado y el 50 por ciento restante la gente. El ajuste trajo un considerable aumento de la pobreza, y con ella la sobrecarga sobre los hospitales públicos, que hoy también bancan a la clase media pauperizada. El crecimiento de la desigualdad es inaceptable en el caso de la salud, donde no debería darse lugar a la diferenciación de producto y precio.� 
* Ex ministro de Salud


Julio Godio*.
�Nuevas alianzas�

�Las transformaciones en el mundo del trabajo no se deben sólo a la precarización del empleo, sino también a la desaparición de más de 100 mil empresas. El país no supo adelantarse a los cambios que se produjeron en el mundo. Argentina tenía un desarrollo capitalista medio, con industria y un desempleo del 5 al 6 por ciento. Estaban dadas las bases para avanzar en la nueva globalización. Pero los cambios nos agarraron de sorpresa y se manifestaron bajo la forma neoliberal, lo que provocó una dualización profunda del mercado de trabajo, con una productividad media baja en general y pequeños nichos de alta. Hoy el desafío es reindustrializar, lo que no es lo mismo que aumentar competitividad. Las prioridades deben ser vincular el problema del empleo con el trabajo y la creación de empresas. Dar nueva importancia a las negociaciones colectivas sin dejar afuera a los grandes actores. Deben establecerse nuevas alianzas de clases.�
* Especialista en temas laborales.


Luis Beccaria*.
�Vulnerabilidad�

�Los cambios en el mercado de trabajo afectan la distribución del ingreso y aumentan los niveles de pobreza. Durante los �80, los desequilibrios macroeconómicos y el estancamiento incidieron en la baja de los salarios reales, el aumento de los problemas ocupacionales y la disminución de la productividad. Todas estas tendencias se agudizaron durante la década del �90. La única diferencia es que en la última década se produjo un aumento de la productividad global, contra una inversión neta negativa en los �80. El resultado ha sido una pérdida, por parte de la población, de la perspectiva de movilidad social ascendente. Hoy el empleo en negro alcanza al 45 por ciento. La inestabilidad laboral también se traduce en la variabilidad de los ingresos familiares. La pobreza es una consecuencia de esta elevada vulnerabilidad. Hoy entre el 30 y el 35 por ciento de los hogares están por debajo de la línea de pobreza.�
* Economista.

 

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