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Ubaldini fue el testigo de ayer
contra la Banelco de Flamarique

Saúl Ubaldini le propuso al juez un careo entre los dirigentes gremiales y el ministro de Trabajo. El juez Carlos Liporaci prepara la citación al ex gobernador bonaerense Eduardo Duhalde.

El diputado Saúl Ubaldini, tras ratificar ayer en Tribunales la famosa frase de Alberto Flamarique.


t.gif (862 bytes) Alberto Flamarique no tiene paz: su nombre sigue siendo el que más suena por estos días en el juzgado de Carlos Liporaci. El diputado justicialista Saúl Ubaldini le propuso al magistrado que ordene un careo entre él y otros dirigentes gremiales con el ministro de Trabajo acerca de la supuesta frase atribuida al funcionario sobre que tendría �la Banelco� para los senadores, antes del trámite parlamentario del proyecto de ley de reforma laboral. El juez prepara las próximas citaciones, entre quienes estará el ex gobernador bonaerense Eduardo Duhalde, y los funcionarios que manejan las cuentas y los fondos reservados en el Ministerio de Defensa, la SIDE y la Policía Federal. 
El senador Antonio Cafiero le habría dicho a Duhalde que sabía del asunto de los sobornos porque se lo había contado el senador Ramón �Palito� Ortega. Cafiero fue convocado para mañana para ampliar sus dichos porque en el juzgado consideran que �sabe más de lo que dijo�. Liporaci le pedirá precisiones sobre ese encuentro y recién después llamará a Duhalde. Cafiero adelantó a la agencia DyN que no tiene más elementos para aportar al magistrado cuando vuelva a declarar. �No sé qué me va a preguntar. Pero yo no tengo más elementos porque ya le dije todo lo que sabía�, señaló el legislador. Ante el juez, Cafiero identificó a sus colegas Eduardo Bauzá, Angel Pardo y Ramón �Palito� Ortega, pero ayer aclaró que no formula �cargos� sino que le da �elementos al juez para que investigue�. Cafiero apuntó que �es muy doloroso decir que fulano cobró, pero yo debo decir lo que me consta�.
Ubaldini concurrió ayer a los tribunales federales de Retiro acompañado por los diputados justicialistas Humberto Roggero y José María Díaz Bancalari. En la audiencia, el ex dirigente de la CGT ratificó haber escuchado a Flamarique decir que �para los senadores tenemos la Banelco�, en alusión a la tarjeta plástica usada para el cajero automático. �Fue en una cena en la Federación de Trabajadores de Obras Sanitarias de la que participaron también Hugo Moyano, Juan Manuel Palacios, Rubén Pereyra y Omar Viviani.� Moyano y Palacios ya dieron en el juzgado un testimonio similar al de Ubaldini. Hoy y mañana, Liporaci interrogará a Viviani y a Pereyra. 
Mientras tanto, avanzan las causas conexas a la que investiga Liporaci. Los fiscales Guillermo Montenegro y Paulo Starc impulsaron la denuncia del abogado Ricardo Monner Sans en la que acusó de encubrimiento al senador justicialista Ricardo Branda, quien habría dicho a la revista Noticias que �hay corrupción, el sistema funciona así porque los controles del Estado no funcionan y porque el sistema político empuja a la corrupción�. El juez Adolfo Bagnasco ordenó el martes las medidas sugeridas por los fiscales: le pidió al vicepresidente Carlos Alvarez que, en su carácter de titular del Senado, le remita el legajo de Branda y un detalle de los proyectos que presentó el legislador en su actividad parlamentaria, solicitó las grabaciones de las declaraciones del senador, que a pesar de haber sido recogidas off the record fueron grabadas por esa revista, citó a los periodistas que escribieron el artículo y pidió copias certificadas de la declaración de Branda en el juzgado de Carlos Liporaci. El magistrado solicitó al Senado el desafuero de este legislador para poder indagarlo por el delito de cohecho.
Por otra parte, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Ricardo Gil Lavedra, se solidarizó ayer con Liporaci por las amenazas que recibió su hija, vinculadas con la investigación de los sobornos en el Senado.

 


 

INVESTIGACION DEL ESPIONAJE AL JUEZ LIPORACI
Un policía fuera de servicio

Por R.K.

Sigue en pañales la causa sobre las supuestas escuchas de la Policía Federal al juez Carlos Liporaci. Está localizada la camioneta Trafic blanca que se habría utilizado como central de escuchas, pero según parece el vehículo no es de la Federal aunque sí lo es la persona que estaba dentro de la camioneta. Desde ayer, el expediente tiene un juez a cargo, Gabriel Cavallo, quien delegó los primeros pasos en el fiscal Gerardo Di Masi. Los primeros indicios indicarían que �si hubo escuchas� debe encontrarse algún micrófono en el despacho de Liporaci, ya que la mecánica utilizada consistiría en aparatos ubicados dentro de la Trafic que captaron lo emitido por un micrófono oculto en la oficina del juez.
En forma oficial el ministro del Interior, Federico Storani, y el jefe de la Federal, Rubén Santos, negaron haber encargado una operación de espionaje para la delicada causa de los sobornos en el Senado. Ayer, extraoficialmente, se señaló que la camioneta no era de la Federal y que no llevaba aparatos técnicos. El policía que estaba en la Trafic será llamado a declarar, pero desde la Federal insistieron en que no estaba de servicio, sino preparándose para un adicional, es decir horas extras.
Quienes asesoran a los fiscales en materia técnica sostienen que pudieron haberse usado estas variantes:
Un sistema de escucha a distancia a través de una onda láser. Este método traduce en realidad las vibraciones de la voz en las ventanas, pero no puede distinguir a los interlocutores. Es una tecnología cara y con la que supuestamente la Federal no cuenta. 
Micrófonos escondidos en la oficina del juez y aparatos de recepción ubicados en la camioneta. Esta parece ser la metodología más probable.
La camioneta no estaba destinada a realizar escuchas de ambiente sino que desde dentro del vehículo se interferían con un scanner conversaciones del magistrado a través de su celular. Sirve para espiar qué sucede en la causa, pero parece más bien insuficiente.
Recién hoy empezarán los peritajes para determinar si hubo espionaje. En el Gobierno sostienen que hay una sobreactuación del juez supuestamente para ponerse en papel de víctima. Por un lado �dicen� es un magistrado cuestionado y por el otro le conviene aparecer enfrentando un enemigo poderoso e impreciso, lo que le serviría de excusa si la investigación no progresa. 

 

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