Por A.D.
La camioneta Fiat del grupo de operaciones especiales de la Federal iba a toda velocidad por la avenida Pueyrredón: en Mataderos había una toma de rehenes. Al cruzar la avenida Santa Fe, levantó en el aire a una pareja que iba en una moto. Según varios testigos, el móvil policial pasó el semáforo en rojo sin tener encendida la sirena. Ya con moto y cuerpo desparramados en el asfalto, los policías se detuvieron y bajaron a ver qué había sucedido. Pero �siempre de acuerdo con el relato que hicieron los testigos a este diario� los federales dejaron a las víctimas en la calle, con el argumento del apuro por la toma de rehenes. En medio de la indignación de quienes estaban en el lugar, el móvil se esfumó tan pronto como había llegado. El joven que conducía la moto murió y su esposa quedó gravemente herida. El tenía 23 años; ella tiene 22.
El oficial que conducía la camioneta del GEOF (el Grupo Especial de Operaciones), de apellido Acevedo, quedó a disposición de la Justicia. En tanto, la Policía Federal sólo abrió un sumario administrativo por el episodio. Aunque reveló que el padre del joven que murió también es policía: es sargento de la comisaría 44ª, de la Capital, por añadidura amigo de Acevedo.
El hecho ocurrió ayer a la madrugada, pocos minutos después de la medianoche. Los que iban en la moto eran Eduardo de la Cruz Vega y María Isabel Duarte, casados hace apenas tres meses. El le había dado a ella entradas para que fuera al cine con su abuela. Pero terminó yendo sola. Al terminar la función, pasó a buscarlo por El Noble Repulgue, la casa de empanadas donde desde hacía unas semanas su moto servía para los trabajos de reparto.
�Cuando Eduardo salió del trabajo, se fueron juntos a su casa, en Quilmes, y como había un solo casco, se lo dio a ella�, contó Sergio Sandoval, el papá de María Isabel. Sandoval está inquieto. Conoce las secuencias que siguieron así como ahora sabe que, en unas horas más, deberá trasladar a su hija al hospital Finocchietto de Avellaneda �porque del Fernández la tienen que sacar por falta de camas�. Isabel terminó la noche con politraumatismos, está a salvo pero aún no sabe que su marido está muerto.
La moto viajaba por Santa Fe a punto de cruzar Pueyrredón. Ninguno de los dos supo nada más. La historia que sigue fue rearmada durante todo el día por vecinos y testigos.
Sandoval fue quien contó a Página/12 alguna de esas impresiones que más tarde fueron repetidas en el juzgado de Roberto Ponde:
�La GEOF cruzó el semáforo en rojo, sin sirena. La velocidad a la que irían que los arrastró 15 metros.
El casco de Isabel se destruyó. Ellos quedaron tendidos sobre la calle. El Fiat del GEOF frenó. �Se bajaron y los tocaron a los dos. Ahí uno dijo: �Estos están muertos�, los pusieron a un costado y siguieron�, asegura Sandoval que sucedieron los hechos. Hubo un hombre, ahora testigo, que intentó parar a los policías, que en total eran once. Desde la camioneta, cuenta Sandoval, le respondieron:
�Vos no te metas, vos no viste nada.
Isabel todavía estaba con vida. Eduardo no.
En la Policía Federal advierten sobre las normas que el GEOF debe cumplir cuando sus tropas avanzan para ir a un operativo. Cuando la situación es grave, los móviles pueden cruzar semáforos en rojo y tienen que poner balizas y sirena. En Mataderos, dos adolescentes, de 16 y 17 años, habían asaltado una casa y tomado de rehén a los cuatro integrantes de una familia. El episodio terminó con la entrega de los delincuentes y los rehenes rescatados y a salvo.
Este diario preguntó sobre el caso al vocero oficial de la Policía, Arturo Balzalobre.
�Los testigos dicen que la policía cruzó en rojo.
�No me consta. �Dicen además que pasó sin la sirena.
�Esos son detalles que tendrá que ver el juzgado.
Lo que vieron los vecinos
Página/12 recorrió la zona y entrevistó a varios testigos del accidente de Santa Fe y Pueyrredón. Sin embargo, como los imputados son policías la mayoría no quiso dar a conocer su identidad. A continuación, las impresiones de algunos de ellos.
Víctor Mancuello (diariero): �La moto iba por Santa Fe y cruzó bien, con luz verde. El camión de la policía venía por Pueyrredón fuerte y cruzó en rojo. Yo no escuché ninguna sirena. El impacto fue impresionante: el camión agarró la moto y la despidió a veinte metros, quedó toda desparramada. Enseguida se fueron los de la policía y se llenó de gente. Unos muchachos llevaron a los de la moto a la clínica de la Suizo. La policía no sé qué hizo, los que lo llevaron eran del barrio que tomaban algo en el barcito.
Empleado del bar Petit Bon, Pueyrredón al 1400: �Nosotros ya estábamos cerrando cuando oímos el impacto. La camioneta venía fortísimo por Pueyrredón. La moto quedó hecha percha, parecía que le hubiesen pasado por encima. La policía no se quedó ni un momento, pararon por el choque, bajaron como cuatro o cinco y se fueron como si nada. Se borraron�.
Cynthia, del local de Cocina y Cía, Santa Fe al 2400: �Yo estaba parada y escuché una frenada impresionante, la camioneta veía fuerte y paró a la altura del banco (BLN sobre Santa Fe). Se bajaron todos los hombres de azul pero se fueron enseguida. Si hubiésemos querido no hubiésemos podido averiguar nada de ellos. El reguero de aceite de la moto era impresionante�. |
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