The Guardian de Gran Bretaña
Por Jon Henley
Desde París
La crisis de combustible en Francia se agravó ayer cuando el gobierno advirtió que no habría �más negociaciones� con los camioneros que continúan con el bloqueo de las refinerías de petróleo y los depósitos de combustible en todo el país. Con el racionamiento, que incluye la prohibición de llenar bidones, en más de 50 de los 96 departamentos en que está dividida Francia nuevamente se formaron largas colas en el 20 por ciento de las estaciones de servicio en las que se piensa que todavía queda combustible. El gobierno liderado por el socialista Lionel Jospin es cada vez más criticado por su manejo del problema.
Los últimos en unirse a los camioneros, los granjeros, los taxistas, las compañías de ambulancias y las compañías de ómnibus que exigen un urgente descuento en los impuestos del Estado francés a los combustibles fueron los dueños de barcazas, que junto con un grupo de barcos de recreo bloquearon ayer el río Sena frente al Ministerio de Economía. �Como a todos, el aumento en los precios de los combustibles nos perjudica irreparablemente�, dijo Bernard Baussart, jefe de la fuerte asociación independiente de 1000 miembros de dueños de barcazas. �Esta nunca fue una profesión segura y ahora vemos cómo hasta un 20 por ciento de nuestras ganancias se hacen humo.�
Después de consultar con sus miembros, las dos asociaciones líderes de camioneros, FNTR y Unostra, rechazaron como �totalmente inadecuada� la oferta de última hora del ministro de Transporte, Jean-Claude Gayssot: un descuento retroactivo de 0,052 dólares por cada litro de combustible comprado este año, más un reembolso de 0,037 centavos por litro el año que viene, un ofrecimiento que suma 150 millones de dólares al año. Los camioneros dijeron que reforzarían su bloqueo y advirtieron que sus miembros estaban �más decididos que nunca� a esperar que el recorte en el alto impuesto al combustible se acerque a la norma de la Unión Europea. Sólo el sindicato TLF, que representa a grandes compañías de camioneros, aceptó la oferta.
Jospin advirtió que el gobierno �no daría un paso más� y que no habría más negociaciones. Añadiendo más preocupaciones a las del primer ministro, el principal sindicato agrícola, FNSEA, cuyos miembros están ayudando en 50 de las 85 barricadas alrededor de las refinerías y los depósitos durante los últimos tres días, dijo que quería que los granjeros fueran eximidos totalmente del impuesto estatal al combustible. Las compañías de ambulancias y de ómnibus se desplazaron lentamente en las principales rutas alrededor de varias ciudades, incluyendo París, mientras que el sindicato de conductores de taxis anunció para hoy un día de acción nacional. La escasez de combustible comenzó a hacerse sentir ayer en los aeropuertos regionales franceses. Varios vuelos hacia Lyon, incluyendo tres vuelos internacionales, fueron desviados a otros aeropuertos porque era imposible garantizar el reabastecimiento de combustible.
Las opiniones, aun las de izquierda, decían que el gobierno había exacerbado la crisis al tratar de comprar a los manifestantes uno a uno en lugar de abordar el problema en su totalidad. La escalada de las protestas, que parecen haber tomado desprevenido al partido socialista, produjo tensión en sus colegas del partido Verde. Un vocero del partido Verde, Denis Baupin, acusó al gobierno de �esperar hasta que las cosas se degeneraran y reaccionar como siempre, cuando ya era tarde, ofreciendo concesiones que iban contra el interés general�.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
EL JUEZ DE PINOCHET EN LA MIRA DEL SEPARATISMO VASCO
ETA apunta contra Garzón
La sangrienta campaña de ETA no apunta sólo al grupo de políticos, militares y periodistas que encarnan las trabas nacionales a la independencia vasca; también incluye a una figura judicial devenida en celebridad mundial: el juez Baltasar Garzón, famoso por haber encabezado procesos contra el ex dictador Augusto Pinochet y represores argentinos. Según el diario madrileño El País, la organización separatista vasca habría intentado matar al juez �quien también tiene en su mira al terrorismo del País Vasco� a través de un francotirador apostado frente a su despacho en el edificio de la Audiencia Nacional, a pocos metros de la céntrica Plaza Colón en la capital española.
El diario, que cita fuentes del Ministerio del Interior, asegura que el francotirador etarra llegó a instalarse en un edificio frente al de la Audiencia, desde donde podía ver claramente no sólo el despacho de Garzón sino �especialmente su sillón, que está situado de espaldas al amplio ventanal que da a la calle�. Un informante de la policía habría dado la voz de alarma sobre esa amenaza a principios de agosto. Inmediatamente, las autoridades habrían informado a Garzón, quien se ofreció como �cebo� para que �las fuerzas de seguridad pudieran tender una emboscada al comando Madrid� de ETA, al que el ministerio atribuye el plan para asesinar al magistrado. La policía, después de evaluar los riesgos y beneficios de esa posibilidad, finalmente la rechazó.
El francotirador se habría apostado en la casa de unos ancianos, ubicada sobre la calle Génova. Ese mismo departamento había sido utilizado �a finales de 1994 por un equipo de televisión� para tomar imágenes del banquero español Mario Conde cuando se encontraba declarando ante el juez Manuel García Castellón. Al ser informado del inminente atentado, el presidente de la Audiencia, Clemente Auger, ordenó la colocación de cristales blindados en las ventanas del edificio, y �los servicios de contravigilancia dispusieron un operativo de control del inmueble desde el que se pretendía realizar el atentado�.
La policía habría subrayado como �llamativo� el hecho de que los �etarras� conocieran a la perfección la ubicación del despacho de Garzón a pesar de que en los últimos meses el edificio de la Audiencia fue sometido a obras de reforma que obligaron a cambiar �los despachos de todos los jueces y fiscales�. El País asegura que, por eso, las autoridades sospechan de que el dato habría sido facilitado por �personas del entorno terrorista que han estado en el último año en el despacho de Garzón, bien como imputados o como letrados�.
En 1998, Garzón ordenó la clausura del diario independentista vasco Egin y atacó la red de empresas que servirían de supuesta financiación a ETA.
Este año ordenó además la detención de 16 miembros de la organización Xaki, sospechosa de ser el aparato de relaciones internacionales de la organización separatista vasca.
Pero sus fuentes de enemistad parecen ser más extensas. �A Garzón lo puede asesinar cualquiera; la ETA, el cartel gallego, los colombianos de Cali, Medellín, ex policías corruptos, elementos residuales de las ex dictaduras de Chile y la Argentina�, disparó el columnista de El País, José Yoldi.
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