Por Fernando Cibeira y José Natanson
 No hay pasillo del Gobierno que no tenga su versión de cambio. Pero no hay un ministro que se dé por aludido. Lo cierto es que al menos cuatro de las personas más cercanas a Fernando de la Rúa le sugirieron que era conveniente realizar cambios en el gabinete como consecuencia del escándalo por coimas en el Senado. En medio de la crisis política más importante desde que asumió, el Presidente escuchó los consejos y, a su llegada, estudiará las encuestas sobre la imagen de sus ministros. Las alternativas son dos: modificaciones �quirúrgicas�, quitando sólo a los funcionarios supuestamente involucrados en el caso de sobornos �el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, y el jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes� o aprovechar la crisis para remozar la imagen de su gestión con un recambio más general, que incluya varios funcionarios. Aunque los tiempos de De la Rúa se saben laxos, la vuelta desde China es tan larga que tal vez aterrice con una decisión tomada.
El ministro del Interior, Federico Storani, reiteró ayer que �nosotros queremos y creemos que los cambios tienen que tener también correlato en el Ejecutivo, porque la crisis es profunda�. Storani compartió una larga charla con De la Rúa y el vicepresidente Carlos �Chacho� Alvarez el domingo pasado, en Olivos, antes del comienzo de la gira presidencial. Allí, habrían coincidido en que además de los gestos de oxigenación que debían darse en la Cámara alta �ya renunciaron los jefes de bloque Augusto Alasino y Raúl Galván� también el Ejecutivo tenía que hacerse cargo de su parte en el escándalo. Palabras más, palabras menos, el jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, y la vicejefa del gobierno porteño, Cecilia Felgueras, hablaron en tono parecido.
�De una crisis política profunda o se continúa con una situación de decadencia o se aprovecha una oportunidad para cambiar con un sentido cualitativo mejor�, continuó ayer Storani por Radio Mitre. Aunque dijo no tener mayores precisiones, el ministro conversa diariamente con De la Rúa. Alvarez, en cambio, optó ayer por la prudencia: aseguró que no contaba con información pero consideró �probable� que el Presidente defina cambios a su vuelta al país. Uno de sus hombres más cercanos, que no suele pensar distinto de Alvarez, el jefe del bloque de diputados de la Alianza, Darío Alessandro, fue más explícito. �Si yo tuviera que opinar, me parece que éste es un momento ideal para hacer cambios de gabinete�, aseguró, anoche, a Canal 7.
Hasta que estalló el escándalo del Senado, nunca se había discutido tan abiertamente la posibilidad de cambios en el gabinete, salvo cuando el affaire del PAMI puso en jaque a la ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide. Hoy, los rumores que circulan por Gobierno varían de acuerdo a las convicciones del funcionario consultado:
 La percepción más extendida es que Flamarique y De Santibañes tienen los días contados. Si el Presidente decide cambiar al ministro de Trabajo, los posibles reemplazantes son tres. El primero es el actual viceministro, Jorge Sappia. Es el sucesor natural pero tiene el inconveniente de ser radical en un ministerio que, en principio, corresponde al Frepaso. El segundo es el secretario de Empleo, Horacio Viqueira, frepasista como Flamarique. El tercero que se nombraba ayer era el radical Juan Manuel Casella, quien ya ocupó ese cargo durante el gobierno de Raúl Alfonsín. De todas maneras, miembros del gabinete que lo conocen muy bien dicen que Casella está muy contento con su cargo de embajador en Montevideo.
Lo de De Santibañes, en cambio, es más complejo. En su momento, a De la Rúa le costó muchísimo definir el encargado de la central de los espías y optó por el ex banquero más por confianza que por antecedentes. Su posible reemplazante es su actual segundo, Darío Richarte, amigo del hijo presidencial, Antonio de la Rúa.
Si, en cambio, el Presidente prefiere hacer cirugía mayor y disimular la salida de los funcionarios cuestionados con un replanteo general del Gobierno, las hipótesis se multiplican.
Se sabe que el ministro de Educación, Juan Llach, no tiene más ánimo de continuar en el Gobierno, aparentemente agotado por los conflictos internos y externos de su cargo. Ya le presentó dos veces la renuncia a De la Rúa, quien le pidió que siguiera un tiempo más. Como alternativa, hay quienes manejan el nombre de Fernández Meijide, pero la ministra de Desarrollo Social prefiere mantener su actual área. Incluso, se llegó a mencionar a Terragno para el puesto.
La hipótesis que incluye la salida de Terragno de la Jefatura de Gabinete �un clásico a la hora de hablar de cambios en el Gobierno�, menciona como su sucesor a Storani. En el Ministerio del Interior estaban entusiasmados por la labor que le había encomendado el Presidente a Storani, como nexo entre el Senado y el Ejecutivo. �Es una misión que le correspondía al jefe de Gabinete�, decían cerca del ministro.
Otra versión indicaba que De la Rúa no estaba muy conforme con la actuación de Ricardo López Murphy en Defensa, y que podría incluirlo en el recambio. �Sólo hace de vocero de los militares�, dicen que se quejó el Presidente.
Para completar el panorama hay que tener en cuenta otros factores, como las pretensiones del Frepaso. �Los dos ministerios son innegociables, sean cuales fueren�, respondió ayer un dirigente cercano a Chacho Alvarez. En la Rosada, aseguran que el vicepresidente ya tiene asimilada la renuncia de Flamarique, aunque la estrategia es protegerlo. �No puede quedar como el único que pague el pato por lo del Senado�, dicen en el Frepaso. Para complicar más el asunto, en un marco de reestructuración el partido de Alvarez también aspiran a ocupar un lugar destacado dentro de la SIDE, un organismo clave en el que aún no consiguieron hacer pie. Claro que la escasez de dirigentes de peso es un problema si se producen vacantes en cualquier puesto.
Cuando, el viernes próximo, vuelva de China, De la Rúa tendrá sobre su escritorio la última encuesta de la consultora Analogías sobre la imagen de los ministros. Para el Presidente, un dato insoslayable a la hora de tomar decisiones. Aunque los números se procesarán durante el fin de semana, las primera conclusiones indican que, en gran medida, los ministros son casi desconocidos para el ciudadano común. �Es cierto que no hubo mucho tiempo para que se hagan conocidos, pero este es un Gobierno muy centrado en la fórmula presidencial�, evaluó uno de los analistas que estudian los sondeos.
Por eso, una opción que se maneja es que el Presidente elija figuras de perfil más alto para integrar su elenco ministerial. Esto contribuiría a solucionar un problema que De la Rúa expuso en varias reuniones de gabinete: la necesidad que tenía de salir a defender la gestión del Gobierno en cualquier rubro, por menor que fuese, dado que nadie lo hacía.
Según la ruta de vuelo, el viaje desde Beijing dura entre 24 y 30 horas. El Tango 01 está equipado con una buena cama y demás comodidades que invitan a la reflexión, más allá de cualquier turbulencia. El Presidente pensará los próximos pasos y quizás cuando vuelva convoque a Chacho Alvarez �el único con quien consulta este tipo de medidas� para tomar una decisión. O tal vez suceda lo que pronosticó ayer un ministro, quien destacó una de las principales características de De la Rúa: su capacidad para la �cronoterapia�, el arte de dejar que el tiempo se encargue de enderezar las cosas.
| Claves
En el Gobierno se multiplican las versiones de cambios en el gabinete. Y ya opinaron en su favor, en público, Federico Storani y Darío Alessandro.
Cuatro funcionarios le sugirieron al Presidente la necesidad de hacer modificaciones que oxigenen al Ejecutivo por el escándalo de coimas.
El Gobierno encargó encuestas para medir la imagen de los ministros. Los resultados los analizará el Presidente a su retorno.
Hay dos hipótesis: renuncian sólo Flamarique y De Santibañes, o se produce un recambio más general, que sirva a De la Rúa para remozar su gestión.
El Presidente, preguntado acerca de los cambios en Nueva York, no los desmintió ni confirmó. Se limitó a decir que nada ocurrirá hasta su regreso. |
| Cena bien peronista
A pesar de lo que viene anunciando, Antonio Cafiero todavía tiene mucho más para decir. Pero no lo hará en una reunión privada con pares ni ante la Justicia. El senador que disparó el escándalo de los supuestos sobornos en el Congreso dará a conocer un documento sobre la situación que acapara la atención del país el próximo martes poco después de soplar las 78 velitas. Sin embargo, no será ese el único detalle de la particular celebración de su cumpleaños. En el restaurante Look de Costanera Norte desembarcarán notorias figuras que trascenderán la barrera del justicialismo y de la política. La celebración, que organizan prolijamente Alicia Pierini, Ginés González García y Mario Cafiero culminará con un discurso político del cumpleañero. |
| Cena bien radical
Raúl Galván sufrió como pocos la crisis del Senado. Pero tendrá su revancha. Apenas cuatro días después de su renuncia la jefatura del bloque radical, Galván será el protagonista de una especie de cena de desagravio. Los anfitriones serán sus correligionarios el titular de la UCR, Raúl Alfonsín, y el jefe del Comité Provincia, Leopoldo Moreau, quienes, además serán los únicos oradores. Será hoy, a las 20.30, en el Club Español de Bernardo de Irigoyen al 100. Y, según el comunicado emitido ayer, es �un reconocimiento a la labor desempeñada por Galván a la largo de toda su vida política en defensa del Estado de Derecho, de las libertades públicas y del constante mantenimiento de los principios históricos de la UCR�. |
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